ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Importancia Del Latin Para Los Hombre Del Derecho


Enviado por   •  18 de Julio de 2011  •  2.259 Palabras (10 Páginas)  •  1.347 Visitas

Página 1 de 10

LA IMPORTANCIA DEL LATÍN PARA LOS HOMBRES DE DERECHO

Fernando de Trazegnies G.

Cuando la Unión Latina me contó que se disponía a publicar un libro sobre locuciones jurídicas latinas, sentí un gran entusiasmo: siempre me ha gustado el latín e incluso me he divertido escuchando en el automóvil cassettes de aprendizaje de latín, en vez de aburrirme a solas en cada semáforo o de destrozarme los oídos y el gusto oyendo en la radio la llamada música “moderna” o el hígado y el sentido común escuchando las noticias políticas.

Pero mi entusiasmo sufrió un duro revés. Me encontré con un connotado abogado peruano a quien le conté esta novedad. Y la reacción del colega fue radicalmente diferente: "¿Latín?", me dijo con una cara que era una mezcla de incredulidad y de desprecio. "¿Y para qué? ¿De qué le puede servir el latín a un abogado moderno, ahora que estamos en las puertas del S. XXI? ¡Dile a la Unión Latina que en todo caso publique una obra sobre francés jurídico, pero no de latín! Quizá a los abogados intelectuales les gusta eso, pero los profesionales tenemos que aprender lenguas modernas...".

Y, sin embargo, ese abogado amigo mío no tenía razón. Conocer algo de latín no solamente es un testimonio de agradecimiento a los notables juristas romanos que abrieron el camino del Derecho tal como lo ejercemos hoy sino que además es un magnífico ejercicio mental y hasta un conocimiento indispensable en ciertas ramas del Derecho, particularmente cuando se quiere desarrollar una actividad internacional.

Es verdad que en otros tiempos el latín fue mucho más importante que hoy para los abogados. En la medida de que el Derecho aplicable era el Corpus Iuris Civilis, no cabe duda de que había que aprender latín para poder aprender Derecho. Más tarde, los Estados nacionales que comenzaron a esbozarse en la Baja Edad Media y los poderes locales que se oponían a la idea de Imperio, fueron abandonando los cuerpos jurídicos romanos y optando por leyes nacionales o regionales que se expresaban en la lengua romance o germánica del lugar: italiano, francés, castellano, flamenco, etc. Incluso, dentro de esta pugna política contra el Imperio, en muchos lugares de Europa se llegó a prohibir que se citara el Derecho Romano como vigente, debiendo utilizarse para resolver los conflictos únicamente el Derecho promulgado por los reyes y otras autoridades feudales. En estas circunstancias, los juicios comenzaron a llevarse también en la lengua del lugar, abandonando el latín.

Sin embargo, todavía el latín seguía siendo indispensable para los juristas. Los comentaristas y teóricos del Derecho seguían escribiendo sus libros en latín; y, consecuentemente, los estudiantes de Derecho tenían que saber latín. El Derecho Romano, si bien ya no estaba vigente oficialmente, se mantuvo en la consciencia jurídica europea como un Derecho culto, más académico, con más profundidad, más orgánico, frente a un Derecho circunstancial y popular constituido por las esporádicas leyes del momento. Es así como se creó la consciencia de que, pese a los nacionalismos, existía un ius commune, un Derecho común a toda Europa que, cuando menos a nivel de principios, estaba por encima -aunque no tuviera validez formal- de los Derechos nacionales y locales.

En el Perú virreynal, el Derecho todavía se enseñaba parcialmente en latín, como una secuela anacrónica de la enseñanza medieval del ius commune. Sin embargo, es probable que sólo los alumnos más aplicados aprendieran suficiente latín; los otros se contentaban con repetir frases hechas cuyo significado conocían vagamente pero que daban la impresión de una gran cultura jurídica ante los Tribunales. He revisado procesos judiciales de la época del Virreynato y he encontrado en ellos un gran número de citas pretendidamente del Derecho romano escritas en un latín macarrónico, con absoluta independencia de las reglas gramaticales latinas. Muchas de esas citas han "macheteado" el latín a tal punto que casi no se comprenden; para saber lo que quisieron decir los litigantes que las usan, es preciso repensarlas desde la perspectiva de quien no tiene idea de lo que está escribiendo: sólo así es posible separar palabras que no debían estar unidas, juntar palabras que no debían estar desunidas y recomponer la ortografía hasta encontrar el texto original. Nada se diga de los casos o declinaciones que son tan importantes en latín porque dan el sentido a la frase y que, sin embargo, no parecían preocupar demasiado a nuestros abogados prácticos virreynales. Todo ello denota que el abogado común en el Virreynato no conocía mucho de latín y repetía la cita que alguna vez había escuchado en la Universidad en forma mecánica, con mala memoria y sin saber si era gramaticalmente correcta.

Pero aun eso desapareció en el S. XIX. El latín quedó marginado en el cementerio de las lenguas muertas. La enseñanza del latín en los colegios y universidades fue vista como carente de significado práctico. Se llegó a decir que la enseñanza del latín no sólo era innecesaria sino incluso perjudicial porque, al recargar la mente del alumno, le mina la inteligencia, desalienta los estudios y lleva a que muchos abandonen totalmente el colegio.

Y, sin embargo, los abogados no podemos desentendernos fácilmente del latín: a cada instante nos vemos obligados a usar el latín para expresarnos.

Paradójicamente, es en los países de common law y, particularmente en los Estados Unidos de Norteamérica donde el uso por los juristas de palabras en latín es más frecuente; incluso más que en los países cuyo sistema jurídico es una herencia directa del Derecho romano. Expresiones como certiorari, ratio decidendi, stare decisis, obiter dictum, forman parte del lenguaje común del abogado norteamericano y las va a tener que encontrar todo abogado peruano que quiera ejercer en asuntos que superan la frontera del Perú. En los Estados Unidos, a ciertos mandatos de ejecución de sentencia dirigidos al "sheriff" o jefe policía se les llama usualmente scire facias, es decir, "hagas saber que..."; la orden de comparecencia se llama oficialmente venire facias, o sea, "hagas venir"; los actos de los órganos de gobierno de una empresa que exceden su poder, se llaman ultra vires, esto es, "más allá de sus fuerzas"; una póliza de seguros de amplia cobertura se le dice "umbrella policy" o "póliza sombrilla". Y en el mundo anglosajón no sólo se usa el latín para la terminología directamente jurídica sino también se emplean palabras latinas a lo largo del escrito o del discurso jurídico con el objeto de darle más elegancia.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (14 Kb)   pdf (100.9 Kb)   docx (14.6 Kb)  
Leer 9 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com