La Intervención Pedagógica Para Favorecer El Desarrollo físico Y Psicomotor De Los Niños En La Educación Preescolar.

La intervención pedagógica para favorecer el desarrollo físico y psicomotor de los niños en la educación preescolar.

Introducción

Desde pequeños los niños tienen la necesidad de desarrollarse integralmente, por lo que en segundo semestre estudiamos el proceso de desarrollo físico y psicomotor de los niños. Revisamos como está estructurado y organizado el cerebro, como evoluciona en los primeros años de vida, esto nos llevó a revisar y analizar las implicaciones que tiene la maduración cerebral en el desarrollo físico y en la adquisición de las capacidades motrices, también me di cuenta de los patrones que siguen el desarrollo físico y psicomotor durante los primeros seis años de vida, y los factores individuales que se presentan en dichos procesos y la influencia que tiene el entorno.

Con los conocimientos previos del segundo semestre, ahora los tomamos en cuenta para este curso, relacionando el desarrollo de las capacidades físicas y motrices de los niños con el trabajo educativo que se realiza en los jardines de niños para favorecer este campo del desarrollo infantil; en este ensayo hablaremos de ello, en particular se analizaran las oportunidades que brinda el preescolar a los niños en relación con el desenvolvimiento de las habilidades motrices básicas y la intervención que en ellas tiene la pedagogía, identificando las practicas docentes que carecen de sentido educativo.

También mencionare como esta intervención docente a veces puede ser incongruente con el desarrollo físico y psicomotor del niño; que las actividades de desarrollo físico y psicomotor se van volviendo rutinarias careciendo por completo de un sentido pedagógico, perdiendo la estimulación del desarrollo físico y motriz del niño.

También veremos que el juego es considerado uno de los factores más importantes en el desarrollo del niño, ya que con él se pueden poner en marcha varios movimientos, conociendo su cuerpo así como también descubrir su funcionamiento.

Cabe mencionar que el juego debe llevar un fin, el juego libre es aquel que se domina de forma espontáneo y de cierta forma es bueno ya que le permite al niño interactuar con sus iguales, tomar distintos roles y en base a esto poner en juego su imaginación y colaboración en grupo.

Por último, mencionaré que la educadora es la principal en participar y poner gran esfuerzo en el desarrollo del niño, poniendo como principal elemento la atención, observación, igualdad, y respeto que se merece cada uno de los niños y niñas, teniendo como único fin que sean autónomos, capaces de resolver problemas por si solos y tener desarrolladas y fortalecidas cada una de sus habilidades.

Desarrollo

En la infancia el niño tiene una necesidad enorme de desarrollar todas sus capacidades, cognitivas, físicas, motrices, sociales, entre otras. Y el preescolar es donde los pequeños desarrollan estas capacidades, pero creo que se ha dejado de lado un poco más que las otras, el desarrollo físico y psicomotor de los niños, las actividades que se proponen por los maestros o educadoras van perdiendo el sentido y el propósito de las situaciones didácticas donde se debe promover el desarrollo de estas capacidades.

Estas actividades se van haciendo rutinarias, sin sentido, carecen de un clima positivo para el aprendizaje donde los niños no se involucran con sus iguales o con sus compañeros para que formen lazos de compañerismo y amistad.

También cuando por razones administrativas cambia el grupo por conservar la razón requerida del personal, y los maestros no logran conocer a sus alumnos, muchas de las veces los profesores solo ponen actividades que no tiene ningún fin y solo las ponen para pasar el rato y en algunas ocasiones el maestro tiene mayores expectativas del grupo.

Para ello el profesor debe proponer situaciones o actividades significativas para los niños las cuales sean retadoras para tener experiencias de aprendizaje con un mayor aprendizaje.

Un ejemplo de una práctica inadecuada para niños de tres a cinco años es cuando el profesor, no cubre las necesidades de cada niño, no utiliza estrategias para la convivencia entre los niños, no toma en cuenta los diferentes contextos, raza o necesidades educativas especiales de cada niño, no preparan el espacio, ni organizan el material antes de impartir la clase, no planea la clase, no tiene comunicación con los padres acerca de los avances de sus hijos.

Con esto nos damos cuenta como a veces los profesores van perdiendo el interés por desarrollar las actividades

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