ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Verdadera Historia Del Lobo Feroz


Enviado por   •  17 de Agosto de 2011  •  521 Palabras (3 Páginas)  •  1.837 Visitas

Página 1 de 3

LA VERDADERA HISTORIA DEL LOBO FEROZ

El bosque era mi hogar, allí vivía y lo cuidaba. Trataba de mantenerlo ordenado y limpio.

De repente, un día soleado, mientras estaba limpiando la basura que habían dejado unos paseantes, escuché pasos. Brinqué detrás de un árbol y vi a una niñita que venía por el camino con una canasta.

Sospeché enseguida de la niñita, porque se vestía de una manera chistosa: toda de rojo y con la cabeza cubierta, como si no quisiera que la gente supiera quién era.

Naturalmente la detuve para saber quién era y también le pregunté que a dónde iba, de dónde venía y todo lo demás.

Me cantó, me bailó y me dijo que iba a ver a su abuelita, y que en la canasta llevaba el almuerzo.

Parecía una persona honesta, pero estaba en mi bosque y de verdad lucía sospechosa con ese atuendo. Así que decidí demostrarle lo grave que puede ser atravesar el bosque sola, sin anunciarse y vestida de esa manera.

La dejé que siguiera su camino, pero me adelanté a la casa de la abuelita. Cuando vi a esa simpática ancianita le expliqué mi problema y ella estuvo de acuerdo en que su nieta necesitaba aprender una lección. La viejecita accedió a esconderse hasta que yo la llamara. De hecho, se metió debajo de la cama.

Cuando llegó la niñita, la invité a entrar al cuarto en el que yo me encontraba en la cama, vestido como su abuelita. La niña entró y dijo algo horrible sobre mis grandes orejas.

He sido insultado antes, así que traté de sugerirle que mis grandes orejas me permitirían escucharla mejor. Lo que intenté decirle es que yo la quería y que deseaba prestarle más atención a lo que ella me decía.

Pero ella hizo otro comentario insultante sobre mis ojos saltones. ¿Se pueden imaginar cómo empezaba a sentirme con esta niña que parecía tan mona?, pero aparentemente era una mala persona.

De todas formas yo mantengo la política de poner la otra mejilla, así que le respondí que mis ojotes me ayudaban a verla mejor.

Su siguiente insulto realmente me sacó de mis casillas. Tengo este problema de los dientes grandes, y la niñita hizo una broma insultante sobre ello. Sé que debí haber tenido mayor control, pero salté de la cama y le grité que mis dientes servirían para comérmela mejor.

En realidad ningún lobo se comería a una niñita, todo el mundo lo sabe, pero esa niña loquita comenzó a correr por toda la casa y a gritar como loca. Yo la seguía para calmarla, ya me había quitado las ropas de la abuela, pero eso sólo apreció empeorar las cosas.

De repente se abrió la puerta y un leñador altísimo entró con su hacha, lo vi y me di cuenta que estaba en problemas. Había una ventana abierta detrás de mí, brinqué y

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (3 Kb)  
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com