ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Las Aves Tambien Lloran


Enviado por   •  14 de Septiembre de 2011  •  1.195 Palabras (5 Páginas)  •  551 Visitas

Página 1 de 5

“LAS AVES TAMBIEN LLORAN”

Surcando los cielos azules de aquel pequeño pero hermoso pueblo, se encontraban aquellas 33 aves.

Como todos los días jueves, ritualmente a las nueve de la mañana, me acercaba al centro de la plaza de mi distrito Aco. Desde allí se podían avizorar los hermosos paisajes de mi hermoso pueblo y de los otros cercanos. Era un deleite sin igual para mí.

Recuerdo muy bien que aquel quince de agosto todo lo que había pasado en mi vida no había sido causalidad, sino muy por el contrario fue el principio de grandes acontecimientos que me llevarían a conocer muchas ciudades.

15 de agosto de 1990

- ¡Muy bien! Esta obra me parece que es buena. ¿Tú qué opinas Alonso?

- No hay lugar a dudas. Es muy buena. ¿Qué piensas tu Lucero?

- Creo que esta pintura y las otras dos son las mejores que he visto hasta ahora. Bueno tenemos que preparar el acta. Entonces se quedan como ganadoras estas tres. En tercer lugar “El misterio de la soledad”, en segundo lugar “Miradas desde el mar” y ésta otra que es la más excelente en primer lugar “surcando los cielos tristes”.

- Bueno; Lucero, Alonso creo que fue un día genial, vayamos a tomar algo de café. Yo invito.

- ¡Ok! Vayamos Leonardo.

15 de setiembre de 1997

Han pasado cerca de siete años desde que me aleje de mi hermoso pueblo. Ya no lo he vuelto a ver, pero tengo la certeza de que todo ha cambiado.

La semana pasada me encontré con un amigo que residía en Aco. Conversamos de todo. De nuestro pueblo, de nuestros amigos y fue allí donde surgió nuevamente aquel antaño recuerdo que me llevo a pintar el vuelo de las 33 aves.

- ¿Te acuerdas David, de aquella pintura con la que ganaste aquel concurso?

- ¡Sí claro! Cómo no recordarlo.

- ¡Es muy hermosa! Cada vez que puedo la veo. Se encuentra en el pabellón central de la municipalidad y muchas personas la pueden ver allí.

- No sabía que aún seguía allí. Ha pasado tanto tiempo.

- ¡Si pues, mucho tiempo! Una pregunta David, ¿cómo así te animaste a pintar aquellas aves?

- Fue lo más hermoso y misterioso que vieron mis ojos después de melisa.

- Uhm... ¿sigues enamorado de ella, David?

- ¡Sabes Rodrigo!, cada vez que recuerdo a melisa recuerdo aquellas aves. Cada vez que me acuerdo de melisa, me acuerdo también del cielo de nuestro pueblo, de su gente, de los ríos. De toda esa pradera hermosa que quedaba a espaldas de mi casa. Me acuerdo de todo eso como si fuera ayer.

- ¿Y por qué no regresas, David?

- Tengo tantas cosas que hacer en la capital. Aparte que estoy enseñando pintura en dos colegios de un distrito; Miraflores se llama.

- ¡Uy! ¿Debes estar muy ocupado entonces?

- Si pues amigo, demasiado ocupado.

- Bueno David, fue un gusto muy grande saludarte. Yo estaba por aquí de pasada nomás. El viernes estoy regresando al pueblo. Vine a traer un poco de mercadería pues.

- ¿Y cómo está el pueblo? ¿Ha cambiado? ¿Hay pistas ya?

- No, aún no. Los alcaldes están gestionando con el gobierno regional, pero al parecer los trámites demoran mucho, aparte que hay otras localidades que están pidiendo aumentos y obras también. Hay que esperar nomás.

Diciéndome esto recuerdo que me despedí de David. Fue la última vez que lo vi.

15 de octubre del 2004

Qué pena que no pueda seguir pintando aves. Aquí en la capital no hay tantas como en mi pueblo. Y si las hay todas están llenas de tristeza. No cantan, parece que aullaran. ¿A que se deberán esos tristes aullidos de las aves?

15 de noviembre del 2006

- ¿Esa pintura es tuya?

- ¡Sí!. ¡Es mía señor!

- Nunca había visto una pintura tan hermosa. ¡Te la compro!

- ¡No la vendo señor! Esta pintura me trae muchos recuerdos. Me trae recuerdos de mi pueblo. Es por

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (7.3 Kb)  
Leer 4 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com