Liderazgo

Inteligencia emocional

Analy Rebatta Céspedes

El ser humano suele pasar por diversas adversidades y para ello tendrá que pensar, hablar y actuar. En este mundo que pone a pruebas todas las capacidades y , aunque a veces hay situaciones que hieren en lo más profundo, se nota que dentro de cada uno hay una fuerza que permite ser invencibles. Las sociedades, los sistemas de competencia que contraponen unos contra otros, el convivir con rivales, la lucha del ser humano contra sí mismo, todo esto es lo que daña la naturaleza humana. Si los seres humanos quieren alcanzar una armonía entre todos, lo primero que se debe hacer es que cada uno se preocupe por su propio desarrollo, enfocado a lo interior, a un crecimiento del hombre como ser humano. Nadie puede hacer el bien afuera, si no empieza por hacer el bien dentro de uno mismo. Es imposible crear sociedades armónicas si no se tiene paz interior y equilibrio en la propia integridad. Cada persona debe trabajar individualmente para luego generar cambios positivos en el exterior. Es importante que se empiece por prestar atención a las emociones más comunes con las que se lidia a diario, que se interese por sí mismo, que observe y descubra como es que funciona su interior.

Muy a menudo los seres humanos son presos de sus propias mentes, el sufrimiento que se ve en el mundo es causado por la forma poco consciente que se utiliza la capacidad creadora, no se dan cuenta que con los pensamientos y actos de cada día, se está moldeando el presente y el futuro de esta humanidad. Conocerse a uno mismo es una tarea que tiene mucho sentido, ya que solamente así se alcanzaran y desarrollaran todos los recursos internos con los que cuenta el ser humano de esta manera se desarrollará poco a poco la habilidad y capacidad de controlar los sentimientos y emociones, estas últimas líneas se les denomina inteligencia emocional.

Para comprender el concepto de inteligencia emocional se requiere explorar los términos que lo componen, “inteligencia” y “emoción”.

Ramos et al.(2012) hizo referencia que inteligencia estaba relacionado con las teorías verbales, numéricas, espaciales, perceptivas, de memoria o psicomotrices, es decir elaboraban conceptos de inteligencia siempre relacionados con la predicción del éxito académico, dejando los aspectos afectivos emocionales como elementos facilitadores o distorsionadores de ese rendimiento, al igual que Rodríguez (1999) describió como inteligentes, a las personas que alcanzaban éxito escolar y que es medible a través de pruebas psicológicas y es genéticamente heredada por los padres. Se podría indicar que la inteligencia está relacionada con el coeficiente intelectual.

Cabero (2009) señaló que una emoción es una reacción afectiva producida en el cerebro que se caracteriza por un estado complejo del organismo de excitación o perturbación, y predispone a una respuesta organizada. Las emociones se generan como respuesta acontecimientos significativos para la persona, ya sean externos o internos, y pueden durar de segundos a horas, es decir cuando la persona percibe un estímulo externo o interno su cerebro lo valora en términos de importa y no importa. Solo aquellos estímulos que el cerebro considera importantes provocaran una emoción.

Conociendo estos conceptos se puede definir que la inteligencia emocional es la capacidad de reconocer y entender las emociones de uno mismo y las demás, y la capacidad de utilizar esa información para gestionar el comportamiento y las relaciones. La inteligencia emocional es ese algo que hay en cada uno de nosotros que es un poco intangible. Influye en la forma de gestionar el comportamiento, de sortear las complejidades sociales y de tomar decisiones personales que permitan obtener resultados positivos Bradberry & Greaves (2009).

La inteligencia emocional (IE) utiliza o explota un elemento fundamental del comportamiento humano que es distinto de nuestro intelecto, no hay ninguna conexión conocida entre el coeficiente intelectual y la IE, no se puede predecir que la IE de una persona partiendo de su nivel de inteligencia, esta última no es flexible y es igual a los quince que a los cincuenta años. La IE, sin embargo es una habilidad flexible que puede aprenderse. Si bien es cierto que algunas personas son por naturaleza más emocionalmente inteligentes que otras, es posible desarrollar una elevada IE aunque no se haya nacido con él. Bradberry & Greaves (2009).

Las personas que muestran una elevado IE suelen llevar una vida diaria más equilibrada y en cuanto a lo profesional suelen llegar muy lejos; para este último existen diversos estudios que hablan de como la IE impacta en el desarrollo profesional; para Goleman (2004), los líderes más efectivos se parecen en algo fundamental: todos tienen un alto grado de lo que se conoce como inteligencia emocional. No es que el coeficiente intelectual y las destrezas técnicas sean irrelevantes. Son importantes pero como “aptitud de umbral”, es decir son los requisitos básicos

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