MÉTODO PROACT

Método PROACT

La toma de decisiones es una actividad fundamental. La capacidad de tomar decisiones afortunadas es una destreza fundamental en la vida. Sin embargo existe el miedo a tomar decisiones difíciles y que se justifican por lo que se está en riesgo y las consecuencias que pueden ser serias.

Necesitar tomar una decisión difícil conlleva al riesgo de sufrir ansiedad, confusión, duda, error, arrepentimiento y vergüenza (totalmente natural para poder tomar la decisión). Del mismo modo durante el proceso se genera excesiva desconfianza y excesivo optimismo, desidia vacilaciones y desesperación poniendo en riesgo de tomar una decisión apresurada lentas o arbitrarias.

Tomar buenas decisiones nos cuesta trabajo porque no sabemos tomarlas. Por medio de la experiencia se puede aprender aunque esta carece de valor cuando las situaciones de decisión varían mucho.

La conexión entre todas ellas se encuentran en “no que se decide, si no como se decide” y la única manera es el aumento de posibilidades de tomar una buena decisión aprendiendo a aplicar un buen procedimiento para ese fin, el que dé como el resultado una mínima pérdida de tiempo, energía, dinero, y compostura.

Un proceso eficaz en una toma de decisiones debe satisfacer con lo siguiente:

o Se concentra en lo que es importante.

o Es lógico y consecuente

o Reconoce los factores tanto subjetivos como objetivos y combina el pensamiento analítico con el intuitivo.

o Solo exige la cantidad de información y análisis necesarios para resolver un problema especifico.

o Fomenta y guía la recopilación de información pertinente y de opiniones bien fundadas.

o Es directo, confiable, fácil de aplicar y flexible.

La complejidad de la toma de decisiones se toma de manera razonable paso a paso analizando y resolviendo considerando un conjunto de ocho elementos denominado el método PROACT:

DEFINICION DEL PROBLEMA. Refiere plantear de forma cuidadosa los problemas de decisión, toda vez que esto nos conlleva a ser asertivos en la elección de la misma. Asimismo se debe reconocer la complejidad de este para que a su vez se eviten los supuestos que no se justifiquen y los prejuicios que limiten opciones.

ESPECIFICAR LOS OBJETIVOS.La decisión debe conducir a un objetivo propio. Un medio para llegar a un fin. El pensar y definir cuál es el objetivo previendo cuáles son sus intereses, valores, preocupaciones, temores y aspiraciones suelen ser más pertinentes para el logro de este.

CREAR ALTERNATIVAS IMAGINARIAS. Las alternativas representan distintas líneas de conducta entre las cuales debe de elegir. Sin ellas

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