ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

NO MALEFICIENCIA


Enviado por   •  30 de Mayo de 2015  •  1.437 Palabras (6 Páginas)  •  202 Visitas

Página 1 de 6

No maleficencia

El principio de la no maleficencia supone que no se puede hacer daño al otro, incluso siendo éste el que nos lo pida y obliga a tratar a las personas con igual consideración y respeto. En cambio el maltrato al anciano existe; un estudio del año 1995 de la antigua Conselleria de Benestar Social de la Generalitat de Catalunya –actualmente Acció Social i Ciutadania- señalaba que el 46% de los individuos ingresados en centres geriátricos eran “expoliados por sus familias” y el 26% eran objeto de abusos económicos por parte de las propias residencias. En el mismo estudio, se señalaba que el 24% de los ancianos que utilizan los servicios sociales han sido objeto de maltratos físicos. De igual forma todos hemos tenido noticias en los medios de comunicación de la existencia de residencias ilegales o no acreditadas pero en funcionamiento o del cierre de instituciones por abusos a los ancianos.

La Declaración de Almería sobre el maltrato al anciano define el maltrato como “cualquier acto o omisión sufrido por personas de 65 o más años, que vulnere o ponga en peligro la integridad física, psíquica, sexual o económica, incluyendo también los principios de autonomía y otros derechos humanos”.

Es importante diferenciar entre el maltrato físico, psíquico, sexual y económico para poderlo identificar correctamente. Todos coincidimos en que una paliza es un maltrato físico que precisa una sanción moral y penal, pero la privación de una higiene o una pauta inadecuada e insuficiente de cambios posturales también es un maltrato físico, a pesar de no tener la misma valoración moral. Otras veces el maltrato es provocado sin intencionalidad, por desconocimiento, habituación o agotamiento de los cuidadores (broncoaspiración, úlceras por presión...); esta no intencionalidad es un atenuante, pero no siempre exime de responsabilidad.

Admitir la posibilidad de que el maltrato existe es un punto importante para garantizar una atención ética en condiciones. El personal de enfermería, por su proximidad con las personas, se encuentra en una situación privilegiada para detectar el maltrato, pero generalmente desconoce el abordaje y las características de este tipo de situaciones, por lo que frecuentemente se detecta cuando los hechos son muy evidentes o las consecuencias muy graves. En nuestro ámbito profesional tal vez el recurso más importante recae en la observación del paciente, que puede ofrecernos una información muy valiosa, sobretodo a través del lenguaje no verbal.

Justicia

El principio de Justicia obliga a tratar a todas las personas con equidad, es decir, con igual consideración y respecto. La discriminación, marcación o segregación de los pacientes es injusta e inmoral. El acceso a los servicios sanitarios ha de ser equitativo y éstos han de prestar un nivel de asistencia adecuado a las necesidades de la población y a los recursos disponibles. Los recursos sanitarios son cuantiosos pero limitados, por lo que parece lógico que existan criterios que acoten su distribución; éstos no deberían basarse sólo en la edad aunque algunos autores lo propugnen; la vida es un derecho y un valor igual para todos los seres humanos. La edad deberá formar parte de un conjunto a valorar, juntamente con el estado físico, mental y el grado de dependencia, etc.

Tan injusto es el abandono, la dejadez o la desatención terapéutica, cómo el sobretratamiento que se produce por la negación de que el envejecimiento conduce a la muerte. Intentar retardarla por todos los medios posibles conduce al denominado “encarnizamiento terapéutico”, que supone para el individuo un alargamiento de la su agonía y para la sociedad un gran uso de recursos. El objetivo no ha de ser el alargamiento de la vida biológica cómo tal, sino el conseguir una vida plena. La exigencia ética que ha de acometerse es la de atender al paciente. Cuando “curar” no es posible, adquiere una dimensión principal el hecho de “cuidar”, dando especial atención al alivio del sufrimiento tanto físico cómo espiritual. Aspectos cómo escuchar, dedicar tiempo, reconocer los esfuerzos, animar, en conclusión acompañar, suponen la frontera entre una asistencia meramente técnica y otra humana, más propia de la disciplina enfermera.

Beneficencia

El principio de beneficencia se traduce en que se tiene que hacer el bien a las personas, teniendo en cuenta que el concepto de “bien” es subjetivo, con lo cual “nuestro bien” no tiene porque coincidir con el “bien” del otro; por eso es preciso comunicarse de forma efectiva con la persona, descifrar su voluntad y respetarla. Antiguamente los ancianos

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (9.3 Kb)  
Leer 5 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com