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Mak El Microvio Resumen


Enviado por   •  27 de Agosto de 2013  •  1.895 Palabras (8 Páginas)  •  163 Visitas

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2. El periodo de entreguerras

La Guerra Civil española (1936-1939)

En las postrimerías de la catastrófica guerra y de una epidemia de gripe que provocó veinte millones de muertos en todo el mundo, muchos europeos creyeron, junto al filósofo Oswald Spengler, que eran testigos de la ‘decadencia de Occidente’. Por supuesto, aún podían encontrarse signos de esperanza: se había fundado la Sociedad de Naciones y se decía que en el este y el centro de Europa había triunfado el principio de la autodeterminación. Rusia se había liberado de la autocracia zarista y Alemania se había convertido en una república. No obstante, la Sociedad de Naciones ejerció poca influencia, y el nacionalismo continuó siendo una espada de doble filo. La creación de Estados nacionales en Europa central llevaba consigo necesariamente la existencia de minorías nacionales, porque la etnicidad no podía ser el único criterio para la construcción de fronteras defendibles. Los zares habían sido reemplazados por los bolcheviques, que rechazaron reconocer la legitimidad de cualquier gobierno europeo. Lo más importante fue, quizás, que el Tratado de Versalles, al establecer que existía un culpable de la guerra, había herido el orgullo nacional alemán, mientras que los italianos estaban convencidos de que les habían negado su parte legítima del botín de posguerra.

Benito Mussolini, al explotar el descontento nacional y el temor ante el comunismo, estableció una dictadura fascista en 1922. Aunque su doctrina política era vaga y contradictoria, se dio cuenta de que, en una época en la que la política dirigida a las masas estaba en pleno auge, una mezcla de nacionalismo y socialismo poseía el mayor potencial revolucionario. En Alemania, la inflación y la depresión dieron a Adolf Hitler la oportunidad de combinar ambas ideologías revolucionarias. A pesar de su nihilismo, Hitler nunca dudó de que el Partido Nacional Socialista Alemán era el vehículo prometido a su ambición. Por su parte, el sucesor de Lenin, Stalin, subordinó el ideario internacionalista de la revolución al concepto de la defensa de la patria rusa, y al proclamar ‘el socialismo en un único país’, erigió un aparato gubernamental jamás igualado en omnipresencia.

La crisis española desembocó en el destronamiento pacífico de la monarquía, tras las elecciones municipales de 1931. Pero la República fue contestada desde sus inicios por las fuerzas conservadoras y los sectores más radicales del anarcosindicalismo; los poderes fácticos, la Iglesia y los terratenientes, provocaron con sus continuos vetos y obstáculos gravísimos enfrentamientos políticos y sociales. En 1936 estalló una cruenta guerra civil, que dividió de inmediato a la opinión pública en todo el mundo. Acabó en 1939 con el triunfo del general Francisco Franco, que había tenido el apoyo decisivo de Hitler y Mussolini.

3. La II Guerra Mundial

Al afrontar la creciente beligerancia de estos estados totalitarios y el confirmado aislamiento de Estados Unidos, las democracias europeas se encontraron a la defensiva. Bajo el liderazgo de Neville Chamberlain, Gran Bretaña y Francia adoptaron una política de apaciguamiento, que sólo fue abandonada tras la invasión alemana de Polonia el 1 de septiembre de 1939. Cuando la II Guerra Mundial comenzó, las rápidas victorias del ejército alemán persuadieron a casi todos, excepto a Winston Churchill, de que el ‘nuevo orden’ de Hitler era el destino de Europa. Pero después de 1941, cuando Hitler ordenó el ataque a la Unión Soviética y los japoneses bombardearon Pearl Harbor, soviéticos y estadounidenses se unieron a Gran Bretaña en un esfuerzo común para obligar a Alemania a rendirse incondicionalmente. El rumbo de la guerra cambió en 1942 y 1943 y tras el desembarco y la batalla de Normandía, Alemania y sus restantes aliados sucumbieron al final de una terrible lucha en los frentes oriental y occidental. En la primavera de 1945, Hitler se suicidó y una Alemania arrasada se rindió a las potencias aliadas.

. El periodo de entreguerras y la II Guerra Mundial

El Partido Agrario gobernó bajo Alejandro Stamboliski, que se convirtió en primer ministro en 1919; intentó mejorar la condición de los grandes propietarios campesinos y mantuvo relaciones cordiales con los otros países balcánicos. El régimen dictatorial de Stamboliski, impopular para el Ejército y la clase media urbana, fue derrocado por un golpe de Estado en 1923; él mismo fue capturado y asesinado mientras trataba de escapar. La disensión interna prosiguió con el nuevo gobierno, que representaba a todos los partidos políticos a excepción de los agrarios, comunistas y liberales. Bulgaria y Grecia entraron de nuevo en conflicto en 1925, por lo que el ejército griego invadió Bulgaria. El Consejo de la Sociedad de las Naciones llevó el conflicto hasta sus últimas consecuencias y penalizó a Grecia. En 1934, el rey Boris llegó al poder tras un nuevo golpe de Estado y estableció un régimen dictatorial. En septiembre de 1940, Alemania impuso a Rumania la cesión del sur de Dobrudja a Bulgaria. En marzo de 1941, bajo presión alemana, Bulgaria se unió a las potencias del Eje, que acordó la ocupación inmediata del territorio por las fuerzas alemanas. Bulgaria declaró la guerra a Grecia y Yugoslavia en abril; poco después ocupó toda la Macedonia yugoslava, la Tracia griega, la Macedonia griega oriental y los distritos griegos de Florina y Kastoría. Bulgaria firmó el pacto Antikomintern en noviembre y al mes siguiente declaró la guerra a Estados Unidos y Gran Bretaña. Aunque se alió con la Alemania nazi (véase Nacionalsocialismo), el rey Boris y su gobierno se resistieron a aplicar los requerimientos para la persecución de los judíos búlgaros,

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