ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Mary E. Richmond Y Trabajo Social


Enviado por   •  29 de Septiembre de 2013  •  2.617 Palabras (11 Páginas)  •  444 Visitas

Página 1 de 11

Departamento de Sociología

Mary E. Richmond y trabajo social

Se ha editado por Editorial Talasa, El caso social Individual, de Mary E. Richmond, con un excelente Prólogo de Mario Gaviria. Es un libro clásico del trabajo social de enorme interés y una ocasión de reflexión sobre algunos problemas del trabajo social más profesionalizado. Siguiendo este prólogo vamos a extractar algunas de las ideas fundamentales de Richmond, para luego destacar algunos elementos sobre su vigencia ante la problemática del trabajo social hoy.

Mary Richmond (1861-1928), norteamericana, publicó su libro más famoso Caso Social Individual en 1922 tras 40 años de experiencia de trabajo social y tras la década progresista y más creativa de 1910 a l920. Mary Richmond no sólo practicó el trabajo social, sino que le dio su primer contenido técnico e ideológico. Fue la inventora conceptual, la que teorizó y sistematizó el Trabajo Social, la que formalizó sus técnicas y contenidos. Es una mujer al tanto de la teoría científica en las Ciencias Sociales de su tiempo.

A pesar de todo, a pesar de haber definido la actividad del Trabajo Social, las características de la profesión y las condiciones que requerirían los profesionales del Trabajo Social, su gran aportación histórica es a la vez su gran paradoja, el defender el Trabajo Social no es sólo un proceso educativo para la adaptación de la gente en la sociedad en que vive, sino, además, y simultáneamente, un proceso de investigación permanente para conseguir avances y reformas sociales para el progreso de la sociedad. La gran paradoja es que trabajando de uno en uno, con seres dependientes y excluidos, para tratar de lograr que se conviertan en interdependientes unos de otros e integrados en la sociedad, no bastará para lograrlo. Hay que adaptar -dice- no sólo las personas a la sociedad, sino la sociedad a las personas. El cambio social, la lucha por los avances y progresos de la sociedad, así como la investigación social, son formas esenciales del Trabajo Social. El asunto va lejos y todavía hoy esta concepción es vanguardista.

Sus libros son perfectamente modernos, seriamente actuales, y su función principal es recordarnos que los Servicios Sociales son servicios personales y que el Trabajo Social bien hecho es de boca a boca, de mente a mente, necesita mucho tiempo, mucha paciencia, mucho esfuerzo y mucha formación. Fue una reformadora social. En su libro insistió en que los trabajadores sociales, además de llevar casos individuales debían investigar, denunciar los problemas sociales y crear una opinión pública favorable a la reforma y a los avances sociales. Para ella uno de los elementos permanentes para el Trabajo Social era el proceso de educación social y de adaptación que incidía sobre la personalidad del cliente (hoy diríamos usuario), con el que se diseñaba un diagnóstico y un plan o programa de integración o participación, que era el fin último a conseguir con el cliente.

Se adelantó a su tiempo y pidió a los psicólogos que descubrieran la dinámica de grupos, cosa que estaban por entonces haciendo. Estaba en contra de los Servicios Sociales organizados en "grandes instituciones cuartelarias", adelantándose a las valoraciones de Foucault.

Richmond era evolucionista. El trabajo social para ella era conseguir la adaptación de los clientes a un mundo y a una sociedad que se iría reformando progresivamente. Por otra parte en el libro de Richmond apenas aparecen los negros ni los hispanos. La droga de la época es el alcohol, y el gran problema, el hambre y las enfermedades.

La idea esencial inicial del Trabajo Social de Casos, consistente en que el individuo y/o la familia se acoplen, afinen, sintonicen, uno a uno, es decir adecuen su personalidad al entorno y éste se adecue al progreso social mediante cambios en la política social, es la esencia de la filosofía de Mary Richmond: "La acción directa de mente a mente".

Es favorable al empleo de la ayuda o el subsidio económico. Estando en contra de que el trabajador social sea un expendedor de limosnas "que denigra tanto al que la da como al que la recibe", sin embargo, en ciertos casos y como utensilio de trabajo del caso, el subsidio, la prestación o la ayuda concreta pueden tener su justificación. En este tema Richmond está impregnada en la lucha contra la dinámica de beneficencia predominante hasta entonces, y vinculada a los círculos cristianos de quedarse exclusivamente en alguna limosna o subvención económica. Sin embargo este aspecto de infravalorar los subsidios económicos tendrá efectos contraproducentes que luego comentamos.

Para Mary Richmond el caso social individual tiene poco que ver con el psicoanálisis y con Freud. De los años 30 a los 80 se produjo un auténtico secuestro de Richmond por los y las trabajadoras sociales freudianas. Es evidente que la relación psicoanalítica es diferente a la relación de trabajo social.

El Caso Social Individual es una creación de las mujeres. Es un conjunto de métodos y técnicas, una forma de hacer, un modelo de intervención en sí mismo, un invento estrechamente relacionado con el género femenino. Probablemente se debió a que históricamente, en la división sexual del trabajo, a la mujer se le encargaba el cuidar a seres dependientes: niños, enfermos, ancianos, disminuidos, etc. En la historia de la humanidad la mujer (no le queda otro remedio, la especializó el varón para eso) ha desarrollado unos conocimientos y unas habilidades que han sido imprescindibles no sólo para la supervivencia de la especie, sino para el mantenimiento de la productividad y la producción.

El Trabajo Social es el último apoyo que asume la comunidad entera. De hecho la clientela de los trabajadores y trabajadoras sociales es vista como residual, lo que tiene como resultado el que los servicios de bienestar social, los servicios sociales, proporcionan el apoyo o la ayuda mínima y como último recurso o como última red. Algunos argumentan que los bienes y servicios son proporcionados sólo en la medida y con el propósito de que eviten la revolución social de los que no tienen nada. Evidentemente los servicios sociales tienen un fuerte componente de control social y pueden favorecer la desmovilización como todas reformas sociales. Sin embargo es excesivo considerarlos exclusivamente como una fuerza represiva utilizada para mantener el status quo como decía Marcuse en 1964.

Al desgajarse el Trabajo Social de la Medicina, Richmond utiliza el lenguaje médico: Análisis, diagnósticos, tratamiento... Sin embargo define el Trabajo social no sólo por el diagnóstico y tratamiento individual sino por dos elementos claves más: la lucha por los avances

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (16.3 Kb)  
Leer 10 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com