Ojitos De Angel

El tema de esta obra más allá de los protagonistas, o del argumento en sí,

parece ser la confrontación entre un mundo tierno como el infantil, el frío mundo del

adulto, y la realidad. Nos muestra qué pasa cuando la realidad gana a ambos mundos.

Cuando lo que no queremos que pase, suceda. Cuando la realidad avasalla, con todas

sus fuerzas, para terminar con cualquier dejo de arrogancia, frialdad, o cualquiera sea

el sentimiento de la persona que se vea abarrotada por ella.

Es, entonces, la consecuente pelea entre tres mundos: el infantil, el adulto, y el

real.

Cada uno de esos tres mundos tiene una personificación, abstracta o no: Don

Julio es un anciano acaudalado, frío y grosero. Cada uno de sus movimientos y

pensamientos lo retratan como un ser sin sentires, sin angustias, ni pesares. Hasta

que despierta, a causa de un accidente, en un hospital público y pobre, del cual no

puede moverse a causa de la gravedad de los daños que tiene en su cuerpo.

Su compañera de cuarto es Mechi, una niña de corta edad que, con preguntas

inocentes, logra inquietar a su compañero de cuarto, hasta lograr cambios en el. Mechi

padece de una leucemia terminal, y cuando Don Julio se entera, deja de lado el tratar

de solucionar sus propios asuntos (encontrar documentos, pedir ayuda para que lo

saquen del “hospitalucho”) para encontrar alguna manera de que el corazón de la niña

siga latiendo. De que esos ojitos, esos Ojitos de Ángel, nunca se cierren. Es la realidad, más adelante, la que termina ganando terreno para convertirse

en el eje central de la novela.

Es un texto convincente en cuanto a que la realidad se muestra imperante

frente a algunos casos, imposibles de resolver. Pero también lo es, en tanto y en

cuanto, nunca hay que perder las fuerzas para lograr nuestros objetivos, y siempre

luchar hasta las últimas consecuencias. Solo así sabremos que lo hemos dado todo.

Siempre es un relato simbolista, puesto que pone de manifiesto a través de

personajes y de hechos, un mensaje implícito, una realidad.

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