PERCEPCIONES SOBRE INVESTIGACIÓN Y PRODUCTIVIDAD INVESTIGATIVA DEL PROFESORADO UNIVERSITARIO DESDE EL ENFOQUE HERMENEÚTICO

La sociedad actual requiere del permanente fortalecimiento de sus vertientes principales, pudiendo resaltar la política, la tecnología, la economía, y muy especialmente la ciencia; todo esto llegando a ser producto de la globalización y de los incesantes cambios en el mundo.

Dicha vertiente, la científica, nace en la mayoría de las esferas, de aquellos entes que fomentan el conocimiento llamados en éste ámbito, universidades, las cuales se encuentran formadas por una comunidad diversa de estudiantes, obreros, personal administrativo y por supuesto, docentes. Éstos últimos son los encargados de gestionar conocimiento, pero sobretodo de generarlo a través de la investigación científica.

A este respecto, el profesorado se encuentra invocado a mejorar su calidad de enseñanza continuamente, generar productos con óptimos niveles de cientificidad y sociabilidad y de formarse cada día más como investigador, ya que esto más que dar respuesta, es acoplarse a las otras dos funciones contempladas en la Ley de Universidades: la docencia y la extensión. De éstas, la investigación debe ser la misión fundamental de la verdadera universidad. Y pues bien, deduciendo que una función principal, básica de las universidades sea generar conocimiento, y éste es producido por el profesorado, ¿querrá decir que aquellos que lo hacen son más productivos que otros en donde esta función no se encuentra presente? Entonces, ¿qué elementos intervienen en un caso o el otro?.

Ahora bien, el solo hecho de investigar lleva intrínseco un aumento en la productividad del docente, y más aún cuando ese proceso es llevado a cabo sistemáticamente, generando un producto o resultado y finalizando con la divulgación del mismo. Y considerando además que muchos de esos productos pudieran ser innovaciones tecnológicas / educativas ya que provienen de docentes.

Es por ello que investigación y productividad investigativa son dos fenómenos que vale la pena indagar. En tal perspectiva, vale la pena preguntar ¿por qué tales situaciones impactan al profesorado universitario? ¿Será que éste impacto diferiría entre sujetos (intersubjetividad), es decir, entre distintos profesores?.

La percepción, como fenómeno subjetivo al individuo, alude a procesos cuya manifestación no debería representar una verdad absoluta y estática, es decir, con certeza. En este sentido, vale mencionar el criterio de Demarcación de Popper (en Padrón, 1992), quien aduce que la ciencia se distingue de otros conocimientos por ser falseable (y no verificable) (…), todo enunciado científico podrá ser mantenido solo provisionalmente (aún cuando transcurran siglos), mientras no aparezca un caso que lo contradiga (es decir, jamás podrá ser decisivamente verificado); pero, en cambio, si podrá ser refutado y desechado definitivamente apenas surja un dato que lo niegue.

Inspirado en la idea anterior, se puede deducir que es difícil obviar al ser que percibe, y percibir involucra la vivencia del sentir, del pensar, y al hablar de estos procesos más difícil es no abordar al ser, en los que toman lugar la experiencia, que es producto de una vivencia en ellos mismos. Desde mi óptica, sería interesante recoger esas percepciones por parte del profesorado para entrelazaras y formar un conocimiento que en algún modo pudiese explicar las concepciones

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