PRINCIPIO DE INMEDIACION

PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN

El principio de inmediación al ser uno de los pilares fundamentales de la oralidad, se define como la presencialidad del juez en todas las etapas del proceso, es decir, el juez como director del proceso necesariamente debe estar presente y en contacto directo con las partes, terceros y las pruebas desde el inicio del proceso con la presentación de la demanda hasta la terminación de este a través de sentencia.

Este principio responde al interrogante ¿cómo se pueda dar una recta administración de justicia sin la presencia física del juez? Pues tiene como finalidad mantener una estrecha relación entre el juzgador, los litigantes y la totalidad de los medios probatorios, desde el inicio del proceso hasta el final, debiendo conocer de las percepciones personales a lo largo de todos los actos procesales para así cristalizarlos en la sentencia, esto basado en la búsqueda de la verdad, lo cual se logra a través de un trato directo con las partes y la pruebas.

Así mismo se caracteriza por la presencia de los sujetos procesales ante el juez, la falta de un intermediario judicial entre el juez y las pruebas, las personas del proceso y por la identidad física entre el juez que tuvo contacto con las partes y el que dictará la sentencia, se podría decir que el no evidenciarse estas características a lo largo del proceso se estaría en presencia del principio opuesto a la inmediación, la mediación que se entiende como la delegación de funciones a un intermediario que de manera transitoria va ser las veces de juez, pero , no se confundir esa mediación como una forma de evadir las responsabilidades del juez ante el proceso e igualmente ha de recordarse que en cuanto a la practica de prueba se presenta una excepción que la contempla la misma ley cuando la practica de la misma es necesaria la comisión al no estar dentro de la circunscripción territorial del despacho judicial.

Al analizar el sistema escritural y la oralidad en los procesos, son claras las diferencias sustanciales o de fondo en cuanto a la formalidad y a los principios que los rigen y los estructuran, aunque el principio de inmediación es aplicable en los dos sistemas, se pude observar como el sistema escrito este tiene sus limitantes en razón de la mediación, es decir, la permisividad aparente al dejar vacíos en la norma que se llenan a criterio del juez mediante la comisión de la practica de prueba e incluso dictar sentencia cuando es innecesaria la comisión de la misma, pues es obvio que la mayoría de la pruebas que se practican en un proceso son dentro de la circunscripción territorial del despacho judicial y aun si quien las practica es el secretario u otro empleado del despacho autorizado por el juez quien simplemente las decreta, por consiguiente, el proceso se divide en dos, donde una parte se encuentra todo lo que el realizo el juez y la otra es lo realizado por el intermediario; igualmente se presenta una desvinculación por parte del juez ya sea total o parcial para con el proceso, porque no existe identidad entre la persona que practico prueba y quien la valora.

Este sistema escrito al basarse en el aforismo “Quod non est in actis, non est in mundo”, es decir, todo lo que no esta elevado en actas en el proceso no existe, le facilita la labor a juez porque solo tiene que hacer lectura de todo lo plasmado en las actas desde el inicio del proceso hasta la etapa de los alegatos para dictar sentencia acorde a lo interpretado luego

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