Rebelion En La Granja

REBELIÓN EN LA GRANJA

“El pueblo comprende más pronto el lenguaje de las pasiones que el de la razón”. (Jaime Luciano Balmes)

El libro de George Orwell nos muestra una perspectiva muy cruda de lo que es en realidad la sociedad, me pareció muy extraño al principio, pero a medida que leía el libro y recreaba en mi mente aquellas escenas que representaban estos personajes tan peculiares, crecían en mí sentimientos de duda, de incertidumbre y a la misma vez de sorpresa, de imaginar que todo aquello que pasaba en esa granja no estaba muy lejos de ser exactamente igual a lo que nosotros como seres humanos debemos enfrentar en nuestra constante lucha por vivir.

Este relato es una muestra clara de lo que los hombres viven a diario; al principio todos sin ninguna clase de discriminación se unen para buscar un ideal común, que les permita a todos lograr sus objetivos, pero luego y a medida que transcurre el tiempo todo ese ideal se transforma en una violenta lucha de poder, ya no por un buscar un bienestar para todos, sino para unos pocos que por medio de falsas promesas engañan a los demás y los hacen permanecer bajo su constante manipulación, dando lugar así a una sociedad basada en el individualismo, en la desigualdad, pero sobre todo en la injusticia.

Los animales poseían una virtud natural derivada de sentimientos y pasiones, donde su único fin era poner remedio a las dificultades que se les presentaban, y emprender el viaje hacia la búsqueda de mejores condiciones de vida; dentro de esas dificultades el hombre ocupaba el primer lugar con su gran egoísmo y su limitada generosidad de bienes que permitieran satisfacer las necesidades y deseos de los animales.

Esto es exactamente igual a lo que los hombres en nuestra cotidianidad reflejamos, la falta de ayuda, de tolerancia y sobre todo de justicia hace que olvidemos nuestros verdaderos ideales, y no estoy hablando de aquellos valores que nos inculcaron desde pequeños, sino de esos grandes sueños que nos hacen crecer como personas; pero que por falta de valentía y decisión nunca logramos hacerlos realidad.

Como es bien sabido las reglas de equidad y justicia dependen conjuntamente de las condiciones en que nos encontremos, es decir, una persona puede ser razonable y justa si en su condición de ser humano siempre ha sido tratado así, pero si por el contrario debido a las circunstancias ha tenido una vida frustrada, llena de tropiezos, de falsos proyectos y de nula felicidad; no puede pedírsele que actué de manera solidaria y justa ante los demás, simplemente porque no lo sabe hacer o porque nadie se ha tomado el trabajo de enseñárselo; igualmente pasa con los animales que sienten que deben ser protegidos y cuidados por sus amos.

En el libro se reflejan dos etapas muy particulares, todas ellas con diferentes puntos de vista con respecto al hombre: la primera etapa es cuando los animales todos unidos buscan sublevarse ante la vida tan poco digna que su dueño suele darles, y efectivamente con su constante lucha lo logran; igual pasa con las personas que a menudo sienten vulnerados sus derechos y se dan cuenta de las muchas veces que otros por su afán de poder han pasado por encima de ellos, pero no han logrado ni rebelarse, ni buscar mejores condiciones, solo toman una actitud pasiva ante la vida y esperan a que otros decidan por ellos.

La segunda etapa es cuando después de haber logrado la tan buscada libertad caen de nuevo en la manipulación, ya no por la raza humana sino por alguien

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