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SENTIDOS Y SIGNIFICADOS DOCENTES SOBRE EL PLAN Y LOS PROGRAMAS DE ESTUDIO DE LA REFORMA INTEGRAL DE LA EDUCACIÓN BÁSICA 2011.


Enviado por   •  21 de Abril de 2015  •  2.479 Palabras (10 Páginas)  •  352 Visitas

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CUALES SON LOS SENTIDOS Y SIGNIFICADOS QUE LOS DOCENTES ATRIBUYEN AL PLAN Y A LOS PROGRAMAS DE ESTUDIO 2011 DE EDUCACIÓN PRIMARIA EN EL MARCO DE LA REFORMA INTEGRAL DE LA EDUCACIÓN BÁSICA.

ISCEEM

Maestría en Investigación en la educación.

Mini-ensayo

Alumna: Eréndira Cisneros López

Seminario Básico: Epistemología

Dr. Enrique Pacheco

5/02/2015.

Primero voy a ubicar el contexto que me permite formular mi pregunta de investigación.

Buenos en las últimas décadas se han dado una serie de cambios en los sistemas educativos del mundo, particularmente en América Latina y México no es la excepción, dichos cambios conocidos como reformas surgen como respuesta a la complejidad de cambios vivenciados en las sociedades modernas en un contexto mundial de globalización. En dicho contexto el papel de organismo internacionales, ha tenido gran peso en la reorientación de los sistemas educativos y de sus proyectos curriculares, hecho que han dejado ver a través de diversos pronunciamientos destacando objetivos comunes como brindar el acceso del servicio al total de la población (cobertura, equidad) y mejorar la calidad misma del mismo, lo cual tiene incide en los resultados de aprovechamiento y logro escolar.

México entra al siglo XX como miembro de la OCDE en el escenario internacional de las políticas de cambio; Menciona Díaz Barriga, A. (2001) a su vez con un panorama interno que se distingue por la crisis económica y nuevas relaciones de poder en donde lo político queda subordinado a los intereses económicos. En dicho contexto es que estamos viviendo una política reformista. En el año 2013, se genera una reforma en educación con la expedición de la Ley de Servicio Profesional docente que trajo cambios a nivel laboral para los servidores de la educación, pero ya desde antes en 2004 se dio inicio a un Reforma cuyo curso, sigue siendo marco de acción en el que se desarrolla la Educación Básica, me refiero a la Reforma Integral para la Educación Básica (por sus siglas RIEB). Cuyos objetivos y líneas de acción se encuentran plasmados en documentos oficiales-rectores que “orientan” el sentido de la educación a nivel nacional. En el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2007-2012 y en el PROSEDU (Programa Sectorial de Educación) correspondiente, en cuyo objetivo número uno se establece “Elevar la calidad de la educación para que los estudiantes mejoren su nivel de logro educativo, cuenten con medios para tener acceso a un mayor bienestar y contribuyan al desarrollo nacional” (SEP, 2008:3). En donde además se establecen las principales acciones para lograrlo: “Los criterios de mejora de la calidad educativa deben aplicarse a la capacitación de profesores, la actualización de programas de estudio y sus contenidos, los enfoques pedagógicos, métodos de enseñanza y recursos didácticos” (op.cit.).

Es así como surge una nueva propuesta curricular basada en un enfoque por competencias que de acuerdo a la SEP pondera los aprendizajes de los alumnos y sus propios procesos formativos. Lo cual conlleva al cambio en nuevos planes y programas de estudio, cuyo modelo pretende el desarrollo gradual- integral de sus conocimientos, habilidades y capacidades propiciando puedan alcanzar con mayor facilidad el perfil único de egreso al concluir la totalidad de los años cursados (SEP: 2011).

Esto pudiera parecer algo sencillo, simple y no presentar ningún problema pero hablar de cambio curricular como acción del gobierno (o parte de una política pública) encaminada a orientar a mejorar la educación, sin embargo, significa hablar de un proceso complejo de diseño, implementación y evaluación que no ocurre en el “vacío” sino en un contexto en donde intervienen diversos factores y actores políticos, económicos y sociales internacionales, nacionales y locales que “empujan” e incluso determinan el curso de la acciones reformista unas veces favoreciéndolas pero otras por el contrario desfavoreciendo su configuración en la realidad educativa del aula. Sobre todo, porque sobran testimoniales orales y escritos que dan cuenta de ello (en investigaciones y estudios que se han hecho al respecto), y aún más los mismos resultados obtenidos por los alumnos (hay estadísticos que se han publicados SITEAL 2001, 2005, 2010, Pruebas ENLACE, PISA, etc).

Como profesora he tenido la oportunidad de “vivir” la RIEB y experimentarla muy de cerca, ya que cuando se implementó en la primaria en el año 2009 yo estaba impartiendo clases en 6º grado, y de acuerdo a lo programado por la SEP (2008) se iba a generalizar de manera “escalonada” es decir primero y sexto grado en 2009, 2º y 5º en 2010 y por último 3º y 4º en 2011. Sin embargo hubo muchas fallas técnicas en todo el proceso, desde la etapa de “pilotaje” hasta la capacitación que se nos pretendió dar por medio de un diplomado anual (de acuerdo al grado) y también “tropezones” por la parte presupuestaría (hubo desacuerdos entre la SEP y la UNAM), por lo su desarrollo resultó incompleto y “al vapor”. Todo esto provocó dudas, temores, y gran preocupación entre los docentes, que recibían nuevo Plan y Programas pero no sabíamos ni entendíamos cómo interpretarlo y ejecutarlo.

Sucede que como empleados de un sistema burocrático –los docentes- tienen que cumplir con su función según el puesto, porque para eso se les paga un salario, pero lamentablemente los maestros enseñamos lo que otros nos dicen que tenemos que enseñar, la manera que tenemos que hacerlo y se nos asignan tiempos, carga horaria y evaluaciones, aunque acerca del porqué, pareciera no ser necesario darnos explicación alguna de ello. Pero yo considero que es parte esencial del quehacer docente: enseñar, no sólo por enseñar, sino enseñar lo que es necesario en base a la realidad educativa local, es decir enseñar con sentido crítico e innovador. Sin embargo la verticalidad de las Reforma curricular, no considera importante la participación creativa, ni la riqueza de la experiencia de los docentes para efectos de construcción de la propuesta curricular. Los docentes son simplemente aplicadores de proyectos ajenos (Planes y Programas), y eso les da una mirada y un sentido muy distinto al cambio, visto desde “abajo” desde su realidad y vida cotidiana, en las aulas. Muy diferente a la de los diseñadores del cambio. Son dos escenarios, dos perspectivas: desde arriba y desde abajo.

Han pasado 10 años de haber comenzado la RIEB en preescolar y 5 años de haber continuado en la primaria por tanto para

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