Ser Jefe No Implica Dejar De Ser Persona

SER JEFE NO IMPLICA DEJAR DE SER PERSONA

Autor: Ángel Eduardo Díaz Sierra

Ingeniero Industrial

Especialista en Alta Gerencia

Es normal notar la intención que tienen muchas personas por apropiarse del “asiento mas cómodo” dentro de una organización. Es así como teniendo un objetivo claro, empiezan un proceso de formación que los hace pasar desde la academia hasta por grandes procesos de selección en organizaciones que dentro de la crema y nata laboral, justificaría cualquier esfuerzo por hacer parte de ellas. Lo que realmente llama la atención es el proceso de cambio, de manera paralela al mundo de formación que envuelve al prospecto profesional, que enraíza su significado a medida que pasa el tiempo en la mente de aquel que quiere presumir, en algún momento, ser la mayor autoridad empresarial dentro de cualquier organización. Hablo directamente de todo ese juego mental que alimenta el ego, la supremacía, la arrogancia y el poder, siendo este último la forma más efectiva de reemplazar algunos valores. Es como si se olvidara todo aquello que hace tomar la decisión de formarse como directriz de desarrollo, o peor aún, es como si nunca se olvidaran aquellos motivos que hacen tomar esa decisión; en todo caso el resultado es el mismo, se pretende ser el dueño del mejor asiento y se quiere disfrutar cada segundo donde personas con necesidad de generar un ingreso para mantener su tan poco deseado estilo de vida, le llamen “jefe” y hagan lo que él diga, así sea un error llevar a cabo tal acción.

Desde ese punto de vista, es aquí donde debo detenerme un poco y necesariamente preguntar, ¿por qué sienten que les deben llamar jefe? y maltratando más la situación, ¿por qué se esfuerzan en demostrar que la dinámica operacional y directiva debe corresponder a la puntual intervención de aquel que considera tiene la autoridad para tomar decisiones, aún equivocadas? Si nos fijamos bien, estas actitudes no satisfacen el buen uso del concepto de sinergia o de trabajo en equipo; es más, aquellas decisiones mutilan las intenciones proactivas que realmente pueden estimular un proceso acelerado de maximización de recursos y aprovechamiento de oportunidades.

Es claro que dentro del ámbito organizacional un solo elemento con capacidad física y mental limitada no es suficiente para sincronizar todo un sistema y es el equivocado concepto de “yo soy el jefe” el que lleva al abismo o a la muerte organizacional a quien aún no nota que el mundo empresarial ha cambiado y con él, todo su concepto directivo.

Al día, contamos con infinidad de herramientas que demuestran cómo han mutado algunos conceptos y algunas formas de enfrentar el mundo organizacional. El jefe dejo de ser jefe porque empezó a carecer, dentro

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