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Sistemas Económicos De Cuba, Rusia Y República Popular China


Enviado por   •  26 de Julio de 2013  •  3.176 Palabras (13 Páginas)  •  465 Visitas

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Sistemas económicos de Rusia, Cuba y República Popular China

La Unión Soviética se convirtió en el primer país en adoptar una economía planificada, mediante la cual la producción y distribución de bienes fueron centralizados y dirigidos por el Gobierno. La primera experiencia bolchevique con una economía de comando fue con la política del comunismo de guerra, que implicó la nacionalización de la industria, la distribución centralizada de la producción, la requisición coercitiva de la producción agrícola e intentos de eliminar la circulación de dinero, así como las empresas privadas y el libre comercio. Como en 1921, esto había agravado un severo colapso económico causado por la guerra, Lenin reemplazó al comunismo de guerra por la Nueva Política Económica (NEP), legalizando el libre comercio y la propiedad privada de las empresas más pequeñas. Con esto la economía se recuperó rápidamente.

Tras un largo debate entre los miembros del Politburó en el transcurso del desarrollo económico, ya por 1928 y 1929, al ganar el control del país, Iósif Stalin abandonó la NEP e impulsó una planificación central completa, comenzando la colectivización forzada de la agricultura y promulgando una legislación laboral draconiana. Los recursos fueron movilizados para la industrialización rápida, que amplió enormemente la capacidad soviética en la industria pesada y en bienes de capital durante la década de 1930. La preparación para la guerra fue una de las principales fuerzas impulsoras detrás de la industrialización, principalmente debido a la desconfianza en el mundo capitalista exterior. Como resultado, la URSS pasó de una economía mayoritariamente agraria a una gran potencia industrial, abriendo el camino para su surgimiento como una superpotencia después de la Segunda Guerra Mundial. Durante la guerra, la infraestructura y la economía soviética sufrieron una devastación masiva y requirieron una extensa reconstrucción.

A principios de los años 1940, la economía soviética había llegado a ser relativamente autosuficiente; la mayor parte del período hasta la creación del Comecon, sólo una proporción muy pequeña de productos nacionales fueron comercializados internacionalmente. Después de la creación del Bloque del Este, el comercio exterior aumentó rápidamente. La influencia de la economía mundial en la URSS seguía siendo limitada por los precios internos fijos y un monopolio estatal sobre el comercio exterior. El consumo de granos y manufacturas sofisticadas se convirtieron en los principales artículos de importación alrededor de la década de 1960. Durante la carrera armamentística de la Guerra Fría, la economía soviética fue agobiada por los gastos militares y presionada fuertemente por una poderosa burocracia dependiente de la industria de armamentos. Al mismo tiempo, la Unión Soviética se convirtió en el mayor exportador de armas al tercer mundo. Importantes cantidades de recursos soviéticos durante la Guerra Fría fueron asignados para la ayuda de los demás Estados socialistas.

Desde la década de 1930 hasta su colpaso a finales de la década de 1980, la forma de funcionamiento de la economía soviética se mantuvo esencialmente sin cambios. La economía formalmente fue dirigida por la planificación central, llevada a cabo por el Gosplán y organizada en planes quinquenales. Sin embargo, en la práctica, los planes fueron altamente globales y provisionales, sujetos a intervenciones especiales por superiores. Todas las decisiones económicas claves fueron tomadas por los dirigentes políticos. La asignación de recursos y las metas de los planes fueron denominadas normalmente en rublos, en lugar de hacerlo en bienes físicos. El crédito estaba desalentado, pero de forma generalizada. La asignación final de la producción se logró mediante la contratación relativamente descentralizada, no planificada. Aunque en teoría los precios se establecieron legalmente desde arriba, en la práctica los precios reales a menudo se negociaron y los vínculos horizontales informales eran generalizados.

Una serie de servicios básicos fueron financiados por el Estado, tales como la educación y la salud. En el sector manufacturero, se le asignó una mayor prioridad a industria pesada y de defensa que a la producción de bienes de consumo. Los bienes de consumo, especialmente fuera de las grandes ciudades, a menudo eran escasos, de mala calidad y de elección limitada. Bajo la economía planificada, los consumidores no tenían casi ninguna influencia sobre la producción, por lo que las cambiantes demandas de una población con mayores ingresos no podían ser satisfechas con los suministros a precios rígidamente fijos. Una segunda gran economía no planificada creció junto a la planificada vigente a niveles bajos, proporcionando algunos de los bienes y servicios que los planificadores no podían ofrecer. Con la reforma de 1965, se intentó la legalización de algunos elementos de la economía descentralizada.

Aunque las estadísticas de la economía soviética son notoriamente poco confiables y su crecimiento económico difícil estimar precisamente, según la mayoría de las fuentes, la economía siguió creciendo hasta mediados de los 80. Durante la década de 1950 y 1960, la economía soviética experimentó un crecimiento relativamente alto y estaba alcanzando a Occidente. Sin embargo, después de 1970, el crecimiento, aunque aún suigió siendo positivo, declinó constantemente, mucho más rápido y consistentemente que en otros países, a pesar de un rápido aumento en el capital social (la tasa de aumento de capital sólo fue superada por Japón)75

En general, entre 1960 y 1989, la tasa de crecimiento del ingreso per cápita en la Unión Soviética fue un poco superior al promedio mundial (basado en 102 países). Sin embargo, dado al muy alto nivel de inversión en capital físico, al alto porcentaje de personas con educación secundaria y al bajo crecimiento de la población, la economía debería haber crecido mucho más rápido. Según Stanley Fischer y William Easterly, el registro de crecimiento soviético estaba entre «los peores en el mundo». Según sus cálculos, el ingreso per cápita de la Unión Soviética en 1989 debería haber sido dos veces mayor de lo que lo era, si la inversión, la educación y la población hubieran tenido su típico efecto sobre el crecimiento. Los autores atribuyen este pobre desempeño a la baja productividad del capital en la Unión Soviética.

En 1987, Mijaíl Gorbachov trató de reformar y revitalizar la economía con su programa de la perestroika. Sus políticas relajaron el control del Estado sobre las empresas, pero aún no permitía su reemplazamiento por incentivos de mercado, resultando finalmente en una fuerte disminución de la producción. La economía, que ya sufría

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