Sobre El Duelo Y El Dolor

Sobre el Duelo y el Dolor

Este libro nos habla, sobre las fases de la aceptación de la muerte, en el proceso del duelo: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Este testimonio abarca los aspectos personales, familiares, sociales e incluso económicos relacionados con el duelo, y también todo lo relacionado con la parte espiritual.

Es posible que uno de los problemas que existan en la actualidad en relación al deceso sea aquella sensación de discontinuidad o una interrupción de nuestra relación con la persona que se marcha. El fin de las conversaciones, los momentos juntos, las sonrisas, el compartir, o simplemente el estar cerca de esa persona. De repente aquello que antes era posible, aquel estar con esta persona, o aquello pendiente que sentimos en relación al ser querido, de repente cesa y pasa a ya no ser posible. Antes existían una serie de costumbres relacionadas con el proceso de la pérdida: rituales religiosos, compartir recuerdos con conocidos, plegarias o prestar atención a los propios sueños. En contraste, hoy en día la muerte ha quedado en nuestra sociedad ocultándose debajo de la alfombra, con ausencia de creencias y ritos en relación a este momento de la existencia. Pero la sensación de la pérdida persiste: la sensación de discontinuidad y de ausencia.

Es por esto que actualmente, casi sin solución de continuidad, ha vuelto a resurgir esta necesidad de reencontrar al ser querido, de darle un homenaje, de construir una forma de recuerdo, un reprocesar nuestras vidas en relación a la persona desaparecida. En dar un significado a esta relación, un cerrar las cosas pendientes, cerrar un ciclo, el poder llegar a rememorar sin sentir solamente el dolor de la pérdida.

Libros, como estos que manejan las creencias en la existencia después de la muerte, la posibilidad de la reencarnación y la comunicación con el familiar o amigo difunto a través de sueños o visiones son libros muy completos, pues trata de un gran número de aspectos relacionados con el duelo, equilibrando la parte personal con la dimensión espiritual de la existencia.

Es importante aclarar que el duelo no sólo se vive cuando una persona cercana fallece o deja de estar a nuestro lado, por la razón que sea. El duelo también puede experimentarse al dejar un trabajo, al perder una casa, al alejarnos de algo que es muy preciado, cada duelo es único y sin importar la razón del mismo, será del tamaño y de la importancia que cada persona le asigne según sus sentimientos y no hay tiempos estimados para superar un duelo. Cada persona, según su ritmo y proceso, irá experimentando las diferentes fases de ello.

Justo después de sufrir una pérdida se suelen tomar decisiones muy drásticas, sin pensar, y suelen ser decisiones erróneas, muy pasionales, es mejor esperar un tiempo antes de decidir nada.

Cuando alguien

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