TRAGEDIA EN SPACE

TRAGEDIA EN SPACE

Este triste y fatal suceso ocurrido en Medellín el pasado 12 de octubre de 2013, el cual deja 12 víctimas mortales, ha sido una de las noticias más trascendentales para la ciudad y para el país, específicamente en el ámbito de la construcción en Colombia. Son pocos los casos de edificios que colapsan de esta manera, casi recién inaugurados, ubicado en un “excelente” sector de la ciudad, habitado por la clase alta y construido por una empresa con un alto prestigio y muy respetada en el sector de la construcción.

Es difícil no parar de hablar de este tema y más en nuestra región, donde el sector de la construcción a tenido un incremento exponencial en los últimos años; es un tema que genera mucha controversia ya que pensamos que es una construcción que tiene todo un respaldo tanto profesional, ético y humano por parte de la empresa constructora la cual le garantizar a los propietarios que en este proyecto, en el cual van a depositar todos sus sueños y su dinero está siendo bien respaldado y que deben de tener la plena seguridad que su vivienda contara con los mejores estándares de calidad, con los mejores materiales para la construcción y estará ubicada en un terreno apto para su desarrollo de gran magnitud. Pero esa seguridad y esa confianza vendida por parte de la constructora desde un inicio a los propietarios se fue al piso igual que lo hizo la torre 5, ya que en aquella tarde del 12 de octubre fue noticia nacional su desplome.

Hablar de víctimas y de culpables es un tema sensible en esta situación, ya que cuando hablamos de víctimas, indudablemente en primer lugar se encuentran aquellos que murieron en busca de una solución para lo que sucedía en el momento, y con ellos sus familias. En segundo lugar de todas aquellas personas que perdieron sus sueños, sus ilusiones, sus inversiones y sus recuerdos en una vivienda que se fue al piso sin ninguna explicación. También como víctimas se pueden contar todas aquellas personas que viven en el mismo sector y aquellas que compraron una vivienda construida por la misma constructora, las cuales están preocupadas por su seguridad y por la devaluación de su predio. El arquitecto, quien sin tener responsabilidad ha quedado con su nombre y prestigio por el suelo. La constructora, la que es ha su vez culpable y por esto víctima, ya que su intención, como la de pocos o podría decirse que ninguno , es la de construir para que la edificación se caiga, ya que esto afecta tanto su nombre como su economía, además de la carga moral. Y por último, el ingeniero estructural, quien es una persona reconocida en su gremio y al cual se le encontraron 47 errores en sus cálculos para este proyecto. Seguramente este, nunca pensó que una tragedia de tal magnitud fuera a suceder gracias a su diseño y a sus “teorías” de nuevas estructuras.

Todos como ignorantes que somos ante

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