Tecnicas Culinarias
Enviado por • 17 de Junio de 2014 • 3.407 Palabras (14 Páginas) • 679 Visitas
Ámbito farmacéutico
dietética
TÉCNICAS CULINARIAS
UNA BUENA HERRAMIENTA
DIETÉTICA
El proceso de preparación o cocinado de los alimentos previo a su ingestión es casi tan importante
como los alimentos en sí mismos puesto que los nutrientes que aportan pueden ser
alterados de una forma sustancial en todos los aspectos. La mayoría de los alimentos que
consumimos requieren de estos procesos para que la asimilación de sus nutrientes sea la
óptima y se facilite su digestibilidad.
MONTSERRAT VILAPLANA I BATALLA
Farmacéutica comunitaria. Máster en Nutrición y Ciencias de los Alimentos.
vol 30 nÚM 4 JULIO-AGOSTO 2011 Of 49
Durante el cocinado se puede variar sustancialmente
el contenido calórico y el aporte de nutrientes
del alimento inicial en función de la técnica culinaria
elegida. En este artículo se revisan las distintas
opciones de cocinado saludable.
GASTRONOMÍA Y TÉCNICAS CULINARIAS
Cuando una persona presenta una enfermedad que limita su
consumo de ciertos alimentos, el objetivo del profesional de
la salud que le orienta es ayudarle a disfrutar gastronómicamente
consumiendo lo que necesita, sin necesidad de recurrir
a lo que le sobra o está vetado.
En otras circunstancias, en cambio, como en los casos en
los que el consumo de alimentos está autolimitado por el propio
paciente –como en un caso de anorexia en tercera edad
por ejemplo– la finalidad será suscitar el interés por el plato
y conseguir que el alimento sea apetecible.
El gran reto de la cocina es convertir en manjares sugerentes
los alimentos, en cualquier circunstancia y especialmente en
los casos en los que la dieta sufre limitaciones. Para ello hay que
tratar de evitar la monotonía y buscar la variedad y la novedad,
ya sea a través de una buena condimentación y/o una agradable
presentación, y, por supuesto, optar por una elaboración culinaria
esmerada: un plato cuidado, en su punto, que saque el máximo
partido posible a los alimentos y a las combinaciones entre
ellos. Con este fin es imprescindible conocer las diferentes técnicas
culinarias que se pueden aplicar a los distintos alimentos.
Otro aspecto a tener en cuenta es el hecho de que las técnicas
culinarias y los métodos de cocción son elementos muy
arraigados en determinadas culturas.
La llamada dieta mediterránea utiliza como base de su gastronomía
el aceite de oliva, con el que elabora la mayoría de
sus platos. La grasa de adición en nuestra cultura gastronómica
es especialmente saludable y aporta beneficios cardiovasculares
a nuestra alimentación. Este aceite puede utilizarse
en crudo, con lo que se aprovechan al máximo sus cualidades
antioxidantes y nutritivas, o bien como base de la preparaciones
en caliente. Algunos ejemplos son el sofrito, que es una
base muy frecuente en infinidad de preparaciones, o las frituras
en baño de aceite, tan típicamente mediterráneas. Éstas y
otras técnicas se describen a continuación.
SALTEADO
El wok permite saltear alimentos: desde gambas, pollo y pavo
hasta cualquier vegetal (champiñones, zanahoria, calabacín,
cebolla, berenjenas...). Hay que lavar los alimentos y cortarlos
en trozos de tamaño más o menos homogéneo para que se
cuezan al mismo tiempo y aderezar con sal, pimienta y condimentos
aromáticos adecuados.
Con el wok a fuego medio y en caliente se añaden dos cucharadas
soperas de aceite de oliva moviendo el recipiente
para que cubra también las paredes. Cuando el aceite esté
bien caliente se echan los alimentos, primero los que necesitan
más tiempo de cocción sin dejar de remover con la cuchara
de madera. Una vez cocidos todos los ingredientes, se
dejan reposar en el centro para que queden crujientes y
se sirven calientes.
Los platos obtenidos son sencillos de preparar y con un sabor
exquisito.
FRITURA
Con el wok también se pueden freír los alimentos como si se
tratara de una freidora. Para ello, se añade un buen chorro
de aceite que se deja a fuego vivo, y cuando esté bien caliente,
se añaden los alimentos, bien secos para evitar que salpiquen.
Cuando se añaden los primeros ingredientes, se reduce
un poco la intensidad del fuego con el fin de evitar que
éstos se cocinen demasiado o se quemen. Se fríen hasta que
adquieran el típico color dorado, y antes de servirlos, se retiran
con una espumadera y se colocan sobre papel absorbente
para que escurran el aceite sobrante.
VAPOR
En el fondo del recipiente se añade agua, y en el mismo grill
(o en un cestillo) se colocan los alimentos cortados en trozos
de similar tamaño. Éstos se cuecen por el vapor que suelta el
agua al hervir.
De esta manera, además de conservar al máximo las vitaminas
y las sales minerales solubles en agua, que no se pierden
al no estar el alimento en contacto con el líquido, los alimentos
mantienen su sabor natural.
PAPILLOTE
Esta técnica culinaria consiste en envolver lo que corresponde a
una ración del alimento en papel de aluminio, de horno, de barba,
de estraza, de manteca, o papillotes de silicona y hornearlo.
Es una forma de cocinado que combina las técnicas del horneado,
el braseado y la cocción al vapor. Se recomienda emplear
está técnica con aquellos productos que necesitan poco tiempo
de cocción como pueden ser las frutas, las verduras –puerros, tiras
de zanahorias, brécol, espárragos–, los pescados, los mariscos
y las carnes más blandas como el pollo o el pavo. Es preciso
que los alimentos estén pelados y cortados en filetes finos, en tiras
delgadas o en trozos no muy gruesos y más bien pequeños, y
siempre del mismo tamaño.
A la hora de realizar una papillote hay que tener en cuenta
los ingredientes que se vayan a utilizar. Lo ideal es que todos
necesiten el mismo tiempo de cocción para así obtener un resultado
óptimo.
WOK
El wok propiamente dicho no es exactamente una técnica
culinaria sino un instrumento que permite unas preparaciones
altamente saludables.
El wok es un utensilio de cocina originario de China. Se trata
de una especie de sartén ligera, redonda, profunda y con
asas. Tiene también una tapadera y una rejilla, que permiten
hacer cocciones tanto al grill como al vapor, estofados, fritos y
pochados, además de escurrir las frituras y mantener calientes
los alimentos.
Se puede decir que el wok hace las veces de sartén y de
olla, y además, gracias a sus dimensiones, permite cocinar ingredientes
de bastante tamaño.
Algunas de las técnicas más populares que se pueden aplicar
con el wok son las que se describen seguidamente.
50 Of vol 30 nÚM 4 JULIO-AGOSTO 2011
Ámbito farmacéutico
dietética
TÉCNICA
El alimento se unta ligeramente con un poco de mantequilla o
de aceite y se envuelve herméticamente en un paquete elaborado
con cualquier papel resistente al calor de los nombrados
anteriormente. Si el alimento principal es carne o pescado,
puede ir acompañado de una guarnición de verduras, frutas,
especias o incluso algo de vino.
A continuación, se hornea el conjunto a una temperatura
constante de 180 ºC durante 10-30 min e incluso algo menos
en algunos pescados, y frutas y hortalizas carnosas o blandas.
Las papillotes también pueden cocinarse a la plancha, especialmente
si son piezas pequeñas (rodajas o supremas de
pescado, por ejemplo). El tiempo se cuenta a partir de que el
paquete se hincha como resultado de la ebullición de todos
los jugos. Con el calor del horno, el líquido se transforma
en vapor y, según la cantidad de líquido, el alimento se brasea
–si el ambiente es más seco– o se cuece al vapor –si los alimentos
sueltan más líquido.
Con este sistema se consigue que los sabores y sustancias,
que de otro modo escaparían con el vapor, queden en el asado,
potenciando y manteniendo todo su sabor. Es uno de los
sistemas culinarios que mejor conserva los diferentes nutrientes,
así como las cualidades organolépticas. Las preparaciones
en papillote son innovadoras, no ensucian ni huelen
y son nutritivas y saludables. Sólo precisan un poco de experiencia
y originalidad para dar al plato el aspecto deseado.
Las papillotes pueden servirse ante los comensales en el mismo
papel de cocción. De este modo antes de ingerirlo se podrán
apreciar todos los aromas generados dentro de la papillote.
ASAR A LA SAL
Asar con sal es una técnica que permite cocinar alimentos
en su propio jugo, de manera que quedan envueltos por una
gruesa capa de este condimento.
La sal también desempeña la función de recipiente porque no
permite que los jugos y vapores que desprende el alimento se volatilicen
en el horno. De este modo, adquiere un sabor muy característico.
La óptima para esta elaboración es la sal gruesa.
Prácticamente todos los alimentos –carnes, pescados, verduras
o patatas– pueden asarse perfectamente a la sal. Se recomienda
que las piezas sean grandes: una cinta de lomo, un
solomillo de ternera o buey, lubina, besugo, gambas o sardinas
de buen tamaño, patatas y berenjenas son alimentos muy
adecuados para asar de este modo. Pero el alimento más utilizado
para esta preparación es el pescado fresco. La pieza debe
ser de calidad porque esta técnica no requiere salsas y, por
tanto, el sabor no se transforma con acompañantes.
La mayoría de especies que se cocinan con esta técnica son
pescados bastante grandes, de ración (lubinas, doradas), con
aporte graso en su interior, con lo que el aporte de jugosidad
al plato es mayor.
Cuando el pescado ya esté preparado para asar, se elabora
una base con parte de la masa de la sal y sobre ella se coloca
el pescado. Éste se cubre con el resto de la masa de sal
compactada y humedecida con un poco de agua y se comprime
hasta sellarlo por toda la silueta. A continuación, se introduce
la bandeja en el horno precalentado a 250 ºC, una
temperatura que permite que el calor traspase la capa de sal
y se cocine el interior del pescado. Al cabo de unos 30 min
ya estará cocinado. Entonces se deja reposar en el horno con
la puerta abierta durante unos 10 min.
Para servir, se da un golpe a la costra, de manera que se
pueda quitar la capa superior y se rompa la piel del pescado.
El alimento queda en su perfecto punto de sal y, si se desea,
puede ser acompañado por cualquier salsa suave, unas gotas
de buen aceite o un poco de limón.
Nutricionalmente, las cocciones a la sal
son completas y nutritivas. Al no estar el
alimento en contacto con agua y al no haber
pérdidas por evaporación de jugos, todos
los nutrientes quedan en el interior del
mismo. Es una técnica culinaria innovadora,
limpia, que no desprende olores y que
precisa muy poca adición de grasa, lo que
la hace muy apropiada para muchos requisitos
dietéticos.
AL VAPOR
La cocina al vapor es considerada la forma de preparar los
alimentos de manera más sana y equilibrada, además de ser
una de las formas de cocina más antiguas y una de las más demandadas
a día de hoy.
Al prepararlos al vapor, sin añadidos y solamente mediante
su cocción por medio de la evaporación del agua, los
alimentos mantienen mejor las propiedades de las que son
dotados por naturaleza. Mientras las frituras añaden grasas
y otros aromas, la cocina al vapor permite mantener el sabor
y aroma original del alimento que se cocina sin ningún tipo
de adición de grasa.
CORRECTA COCCIÓN AL VAPOR
Los alimentos deben ser frescos para que puedan mantener
su sabor y su aroma, ya que esta forma de cocinar no camufla
los sabores. Si los alimentos no son frescos se notará en su
sabor y textura.
Los alimentos que se cocinen en el mismo recipiente deben
respetar los mismos tamaños y formas para que tengan los
mismos tiempos de preparación. Es necesario tener un recipiente
a través del cual pase el vapor a los alimentos u otros
medios técnicos para poder llevarlo a cabo.
VENTAJAS DE LA COCINA AL VAPOR
Cualquier alimento está permitido en este tipo de técnica.
Puede elaborarse tanto verdura, como pescado, carne, maris-
En la cocción al vapor, los alimentos
que se cocinen en el mismo recipiente
deben respetar los mismos tamaños
y formas para que tengan ID ÉNTICOS
tiempos de preparación
vol 30 nÚM 4 JULIO-AGOSTO 2011 Of 51
co, legumbres... Además, la preparación es mucho más rápida,
manteniendo la ligereza de los alimentos.
Es una técnica de cocina sana y sin añadidos. Sólo depende
del vapor de agua, por lo que no se acumulan los sabores
de otros alimentos. Permite mantener una alimentación más
sana y equilibrada, lo alimentos mantienen su forma inicial,
por lo que su presentación es más elegante. A esto se añade el
hecho de que la cocina al vapor es la mejor forma de cocinar
e ingerir los alimentos para aquellas personas que intentan
adelgazar o seguir una dieta, ya que no carece de grasas.
Los alimentos quedan más jugosos que mediante otras técnicas
de cocina. Las carnes y los pescados se preparan de manera
más tierna, sobre todo, si se hace con la pieza entera o en
trozos de gran tamaño para evitar que se resequen. Lo mismo
sucede con las verduras.
Hay posibilidad de aromatizar el sabor de los alimentos.
Esto se realiza mediante la mezcla del agua que se convertirá
en vapor, con otros alimentos como pueden ser especias, vinagres,
aceites, vinos... De esta forma, se ofrecen multitud de
posibilidades y alternativas a este tipo de cocina.
Es una de las técnicas de cocina más baratas y equilibradas.
Sólo hacen falta los alimentos y agua para obtener un
buen resultado.
TÉCNICAS PARA COCINAR AL VAPOR
Como se mencionaba con anterioridad, para cocinar al vapor
sólo es necesario el uso de agua, que alcanzando temperaturas
muy elevadas se convierta en vapor de agua y pueda cocinar
los alimentos de una forma fácil y rápida.
Para cocinar al vapor se pueden usar diferentes instrumentos
en función de las posibilidades y de las necesidades.
Quizá el más común y más limpio es el uso de una vaporera
eléctrica, que permite, mediante el uso de la electricidad, cocinar
varios alimentos a la vez, mediante un sistema de tres o
cuatro cestas. En función del tiempo de preparación de cada
alimento, se colocan en una bandeja u otra.
También puede hacerse a través de un proceso más rudimentario,
tomando una cesta metálica y colocándola en la
parte superior de una cazuela con agua hirviendo.
FRITURA O INMERSIÓN EN BAÑO DE ACEITE
A priori, la fritura se nos antoja como un método de cocinado
poco saludable, pero en realidad, utilizada de manera ocasional,
es un método culinario muy correcto.
Freír es someter un alimento a la acción continuada de una
grasa muy caliente. En nuestra dieta mediterránea la grasa de
adición más utilizada es el aceite de oliva. Nutricionalmente,
los alimentos fritos conservan bien sus nutrientes, ya que el
tiempo de cocción es corto. Se producen algunas pérdidas vitamínicas
por la acción del calor –como en la mayoría de las
cocciones– pero si la fritura se lleva a cabo de la manera adecuada
crea una costra sobre el alimento cocinado que permite
que retenga gran parte de sus nutrientes.
ALTO APORTE CALÓRICO
La fritura en aceite de oliva es una técnica que ha tenido mala prensa
debido al gran aporte calórico que se añade al alimento así cocinado.
De ahí que se trate de la técnica culinaria menos apropiada
en caso de obesidad por el enriquecimiento en grasas del alimento.
Un alimento frito absorbe entre un 5 y un 15% de su peso en aceite,
lo que aumenta considerablemente su valor energético. Así, por
ejemplo, 100 g de patatas aportarán aproximadamente 90 calorías
si se toman hervidas o 165 calorías si se toman fritas.
VENTAJAS DE LA FRITURA
La fritura ha sido desprestigiada como técnica saludable por
la mencionada adición de grasa, pero conviene tener en cuenta
algunos aspectos que a veces pasan inadvertidos:
• El aceite utilizado al cocinar no se consume. Esto no ocurre
en otras técnicas, como por ejemplo las salsas, rebozados o
empanados, que mantienen gran parte del aceite en el interior
del alimento una vez cocinado.
• Se trata de una técnica que aporta unas características organolépticas
especiales: el alimento así cocinado resulta crujiente
y por ello tiene gran aceptación.
• Si el aceite utilizado es de calidad aceptable (el aceite de oliva
es, sin ninguna duda, el más aconsejado) existe un intercambio
de ácidos grasos entre el alimento y el aceite que lo
hacen muy recomendable nutricionalmente.
• Si la técnica se usa de manera correcta el tiempo de cocinado
es corto y los nutrientes se mantienen en muy buenas
condiciones.
ACEITE DE OLIVA
El mejor aceite para hacer una fritura es el de oliva, porque
soporta temperaturas más altas que los otros aceites y por
ello penetra menos en el alimento que los aceites de semillas
y no aumenta tanto el valor calórico de los mismos.
MINIMIZAR PÉRDIDAS NUTRITIVAS
EN VERDURAS Y HORTA LIZAS
• Cocer las verduras y hortalizas en la mínima cantidad de agua.
• Añadir al agua las verduras u hortalizas en trozos lo más grandes
posible cuando ya esté hirviendo y tapar el recipiente.
• Respetar los tiempos de cocinado. Se tiende a sobrepasar el
punto óptimo de cocción. Conviene acostumbrarse a comer las
verduras cocinadas al dente. No conviene que los alimentos queden
cortos de cocción porque resultan desagradables y más difíciles
de digerir, pero tampoco hay que excederse en el tiempo
por la gran pérdida de nutrientes que ello implica.
• Los ácidos orgánicos protegen las vitaminas de las hortalizas,
como la vitamina C, al contrario que el bicarbonato (que aumenta
el color verde pero destruye vitaminas), por lo que, siempre que
la hortaliza lo permita, es bueno añadir unas gotas de limón o
vinagre al cocinado.
• Escurrir los vegetales tan pronto se haya alcanzado el punto
óptimo de cocinado para detener el proceso de cocción.
• Aprovechar el agua de cocción para elaborar sopas o caldos o
guisos. No es adecuado hacerlo en el caso de los procedentes
de vegetales ricos en nitratos y nitritos (espinacas, acelga, lechuga,
hinojo, remolacha, rábano y nabo) porque estos compuestos
también pasan al caldo.
• Los sucesivos calentamientos de las hortalizas ya cocidas provocan
pérdidas importantes de nutrientes.
52 Of vol 30 nÚM 4 JUlIo-AGoSTo 2011
Ámbito farmacéutico
dietética
No se recomienda mezclar diferentes tipos de aceite porque
su temperatura óptima de cocción es distinta. No se recomienda
tampoco reutilizar en exceso los aceites, aunque el
de oliva es el aceite que puede ser reutilizado más veces con
seguridad.
CANTIDAD DE ACEITE QUE SE DEBE UTILIZAR
Es recomendable utilizar abundante cantidad de aceite hasta
cubrir el alimento. El frito necesita un baño de fritura, lo que
quiere decir una cantidad sufi ciente de grasa que permita que
el alimento esté completamente rodeado de dicha fritura. Un
frito que no haya tenido sufi ciente baño va a tener un aspecto
no deseado, blando, poco crujiente, con aspecto húmedo.
TEMPERATURA DEL ACEITE
Del baño de fritura es primordial conocer el punto crítico de
la grasa empleada, o lo que es lo mismo, la temperatura máxima
que dicha grasa soporta antes de empezar a quemarse y
generar cuerpos tóxicos.
El punto crítico del aceite de oliva es, aproximadamente,
de 210 °C. El de los aceites de semillas –girasol, soja, maíz,
etc.– es, aproximadamente, de 170 °C y el de las diferentes
grasas animales –manteca, mantequilla, margarinas, sebos,
etc.– va de 80 a 120 °C. Al ser 180/190 °C la temperatura óptima
de fritura de la mayoría de los alimentos, se puede afi rmar
que el aceite de oliva es la grasa de elección más conveniente
para las frituras.
Para que el aceite no humee, el aceite se debe calentar a
fuego moderado, nunca a fuego vivo. Si el aceite se quema, es
cuando se pueden producir compuestos irritantes o tóxicos.
INICIO DE LA FRITURA
Es importante que el alimento se introduzca cuando el aceite
alcance la temperatura indicada. Si introducimos el alimento
cuando el aceite está frío, no se formará una costra en la superfi
cie, y el alimento se impregnará de grasa.
TEMPERATURA DE FRITURA
Si vamos a freír alimentos congelados, debemos procurar introducirlos
en abundante aceite caliente y en pequeñas porciones,
con el fi n de que no descienda demasiado la temperatura.
Hay alimentos como las verduras, que son más delicados y necesitan
freírse a 160-165 ºC.
Prácticamente todos los alimentos se pueden freír, tanto dulces
como salados, farináceos, carnes, pescados, verduras o frutas
(manzana, plátano...). Los alimentos muy ricos en agua,
como son las verduras o los pescados, precisan, antes de freír,
un secado minucioso y, frecuentemente, un recubrimiento de
harina o pasta de freír.
A menor tamaño del alimento, mayor temperatura de
fritura (croquetas, patatas fritas...) y por el contrario, a
mayor tamaño del alimento, menor temperatura de fritura
(empanadas, sanjacobos, alimentos congelados). De lo
contrario los alimentos quedarían crudos, incluso fríos, en
su interior.
PROCESO POSTERIOR A LA FRITURA
Y REUTILIZACIÓN DEL ACEITE
Cuando el alimento esté cocido, debemos retirarlo del aceite
y colocarlo sobre una rejilla para que desprenda aceite o bien
sobre papel absorbente. Así, obtendremos un alimento frito
más crujiente, sabroso y sano. Es conveniente colar rápidamente
el aceite, si vamos a reutilizarlo para impedir que las
pequeñas partículas de alimentos se queden en el aceite aún
caliente, y guardarlo en un recipiente opaco
y cerrado.
FRITOS E INDIGESTIÓN
Si el aceite de fritura está bien manipulado,
los fritos no tienen por qué ser indigestos. La
posible irritación gástrica suele ser debida a la
utilización de un aceite quemado y en malas condiciones.
UTENSILIOS MÁS APROPIADOS PARA FREÍR
La freidora eléctrica tiene la gran ventaja del termostato, que
permite el control de la temperatura, pero es importante tener
un buen mantenimiento del aparato.
Las sartenes son, en el ámbito doméstico, los utensilios más
usados para freír. Hay que vigilar que los fondos antiadherentes
no estén rayados o desprendidos. Las sartenes de hierro son
más difíciles de mantener, pues se oxidan con facilidad. Las de
fondo grueso mantienen una alta temperatura, no se deforman
y con unos mínimos cuidados de mantenimiento se conservan
en perfectas condiciones durante mucho tiempo.
PérdidaS NutritiVaS eN HortaLiZaS
Y VeGetaLeS cocidoS
Las hortalizas y vegetales son los alimentos más ricos en vitaminas
y minerales. Una dieta saludable requiere un elevado
consumo de estos alimentos y a poder ser, el mantenimiento
de sus propiedades nutritivas en la medida de lo posible.
La duración del tiempo de cocción es el parámetro más importante
para que se mantengan las vitaminas. Si el tiempo
es muy largo se puede perder más del 50% de las vitaminas
y minerales que concentran estos alimentos en su composición.
La cocción es el tratamiento más extendido a la hora
de cocinarlas. Las cocciones al vapor, en olla a presión y en
el microondas son las más adecuadas desde el punto de vista
nutritivo porque no se produce tanta pérdida de nutrientes
en comparación con otras técnicas culinarias. Of
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
Amatller RM, Puigdueta I, Quer J, Roset MA. Quaderns d’educació per
a la salut a l’escola. Alimentació i nutrició. Barcelona: Generalitat de
Catalunya; 1994.
lloveras G, Serra J. Menjar, salut i plaer. Barcelona: Afers de Comunicació
visual; 2000. p.197-202.
...