Teoria De La Equidad

EL VALOR QUE TIENE MI VIDA

Desde el día en que reconocí a Cristo como mi único y fiel salvador mi vida tiene un precio incomparable el cual nadie más puede pagar por ella ni el mismo valor peor aun mas, ya que mi vida vale la sangre de Cristo el cual dio su vida en la cruz por la mía su sangre fue derramada para lavar mis pecados con sus llagas el curo mis enfermedades y su muerte la cual fue muerte de cruz fue para culminar su propósito en mi y regalarme la vida no solo en esta tierra sino la vida eterna.

Jesús ha estado con migo en todo momento más aun en aquellos momentos donde pareciera que nuestra vida no tiene sentido, en los momentos difíciles de entender cuando no tenemos a donde ir ni que hacer, donde se apartan de nuestro lado aun aquellos que creemos verdaderos amigos, cuando todo el mundo nos deja y se olvida de nosotros allí está el diciéndonos hijo mío no temas, no desmayes yo estoy con tigo, yo soy tu consolador, soy el que sana tu alma, ven acércate más a mí para que te puedas sentir amado y para que yo pueda reparar tu vida, el ha estado en todo tiempo con migo, y aunque muchas veces cuando me siento muy atribulada por las circunstancias difíciles que llegan a mi vida pienso que él se ha alejado de mi él viene y me recuerda su promesa de que siempre está allí y me hace sentir su presencia en mi.

Cuando yo era niña sufría de un dolor muy fuerte en mi cerebro, pero por nuestra condición económica mis padres nunca me llevaron a un especialista para diagnosticar que era lo que tenia y poder tratármelo con medicamentos, así que tuve que lidiar con ese dolor años tras años. Con el paso de los años esa situación fue tornándose más difícil ya que no era ya solo un simple dolor sino que fue convirtiéndose en frecuentes desmayos, lo único que podía hacer era confiar en mi Dios ya que no podía acudir a la ayuda médica y cuando asistía al centro de salud lo único que me daban era ibuprofenos lo cual solo lograban calmar el dolor por unos instantes, pero no era solo la angustia de estar todo el tiempo incluso podría estar bien dormida y cuando comenzaba la crisis de ese dolor me despertaba se me quitaba el sueño, el hambre lo único que deseaba era que ese dolor saliera y desapareciera totalmente de mi vida.

La angustia se aumento con las críticas de la gente ya que cuando me veían desmayada decían que era solo un teatro para llamar la atención, mis compañeros decían que era para no hacer exámenes aun hasta de mi propia familia llegue a escuchar criticas como esas y otras de las cuales no puedo mencionar.

Pero como muy dentro de mi yo sabía que tenía a alguien que por sus llagas yo sería sana no me detuve logre a pesar de todo sacar mi primaria y cuando comencé por la secundaria fue aun mas difícil ya que con la presión de el estudio me ponía cada vez peor e incluso fueron muchas veces que mis maestros me llevaban de emergencia a las clínicas donde fue allí que los médicos sugirieron que no era bueno que siguiera estudiando ya que eso me estaba afectando más aun de lo normal; pero no solo era eso también me diagnosticaron que mi corazón para la edad que yo tenía latía muy rápido y todos esos desmayos que yo tenía comenzaban como una taquicardia que al final podría convertirse en un infarto, consecuencia de que lo había heredado de mi familia en la cual muchos de mis familiares habían muerto por problemas del corazón. Pero a pasar de que medicamente me había prohibido el estudio no me importo y seguí estudiando ya que ese era unos de mis sueños prepararme profesionalmente y llegar hasta la universidad con excelentes notas, las cuales las logre a costa de mi salud, cuando me toco hacer la práctica profesional del bachillerato en Admón. De Empresas, le pedí a mi Dios que me permitiera quedarme trabajando en donde me tocara realizar mi practica lo cual me lo permitió y ni si quiera la había terminado cuando ya comenzaron a tratarme como empleada y a pagarme un salario, entonces con ese dinero termine de pagar los gastos de graduación y comencé a buscar ayuda en especialistas en mi caso los cuales fueron barios ya que no detectaban cual era el origen de todo ya que cada vez que me desmayaba los síntomas eran diferentes, a veces comenzaban con un fuerte dolor en mi cerebro, se me inflamaba el cuello por la tención cefálica, en otras ocasiones me pegaba un fuerte dolor en el pecho en donde se encuentra el corazón y el brazo izquierdo, los desmayos eran también muy variantes a veces duraba 15 minutos, media hora y hasta más de una hora , los médicos me realizaron un sinnúmeros de exámenes hasta llegar a la conclusión de que no solo mi cerebro( causa de algún golpe que me di de niña el cual no fue tratado a tiempo) era el de el problema sino también mi corazón(problema de generación ) ya que como el cerebro me dolía tanto y se me inflamaban la masa cefálica producida por una tención al no trabajar correctamente eso impedía la entrada de oxigeno al cerebro lo cual producía cortos circuitos en mi corazón, entonces me dieron pastillas las cuales comenzaría el tratamiento tomándome una diaria y si ese día me volvía a desmayar aumentaría la dosis a dos y así sucesivamente, llegue a tomarme hasta cuatro pastillas diarias lo cual hacia un total de 40000mlg. Diario. Entonces los médicos dijeron que las cosas se complicarían y si seguía así lo único que hacía falta era un Holter cardiaco y un Holter cerebral pero que era muy caro ya que duraba 24 horas, y si el tac cerebral que solo fue de 15 minutos me costó 5000.00 ya se pueden imaginar cuanto podría costar el holter el cual eran dos (corazón, cerebro).

Pero no era de preocuparse solo por donde conseguiría el dinero ya que con los anteriores exámenes ya me había endeudado con muchas personas; lo preocupante era que por el tiempo de duración era extremadamente peligroso y mis padres tenían que llenar un formulario en donde estaban dándoles a los doctores la autorización para que me ralizaran el examen y hacer constar que cualquier sorpresa (muerte) no era responsabilidad de ellos ya que de cien personas que se realiza ese examen muere una.

Me canse de esa situación y entendí que ya los médicos habían hecho su parte ahora debía permitir que Dios hiciera la suya, comencé a pedirle a Dios con mas fuerzas aferrando mi fe en él y reconociendo que mi vida depende de él y él es quien tiene la ultima palabra

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