Un Cuento Para Niños

EL ALACRÁN

Este cuento es una historia que la narran los abuelos de la comunidad, en donde después de las labores del campo al caer la tarde los niños se acercan al tata (abuelo) y pide que les narre un cuento.

Pues bien, esto pasó hace mucho tiempo, cuando las serpientes no eran malas y no picaban a la gente. Todos los animales y las personas convivían y se respetaban en el Tajín, a excepción del alacrán que en cierta ocasión se puso a meditar por su tamaño tan pequeño y su forma...

Se dijo a sí mismo: -Soy un animal muy pequeño y raro, negro como los huecos de los árboles o el fondo de una cueva y además soy muy pequeño, muy insignificante y por eso los animales no me respetan; tengo que ganarme el respeto de los animales, pero ¿cómo?...

Meditaba y meditaba hasta que dijo. Ya se iré a visitar a Dios y pediré que me una gran fuerza en mi aguijón, para que aquel que se burle de mi por mi fealdad lo pique y se muera y nunca me molestará.

Al día siguiente se encaminó a la montaña más alta para platicar con Dios que los escuchó muy atentamente y le dijo: -No te puedo ayudar en tus malignos planes, pero te aconsejo que sea generoso con los que se burlan de ti y no les desees nada malo.

El alacrán se enojó mucho con la respuesta que le dio Dios y regresó al monte, en el camino se animó a visitar al diablo al cual todos los animales le tenían mucho miedo pero el alacrán estaba tan enojado que no le importó las cosas malas que contaban del chamuco. Se dirigió a la montana en donde salía un rio de lumbre y al llegar vio una casa en donde las paredes estaban manchadas con sangre. Tocó la Puerta y una voz muy macabra contestó

-Pasa te he estado esperando

El diablo se puso de lo más contento y lo invitó a comer mole de gallina vieja, unas tortillas y una cerveza que tenía guardada para una ocasión especial. Terminando de comer le dijo:-alacrán como ya comiste conmigo, ahora eres mi amigo y por eso te voy a conceder lo que tú me pidas.

El alacrán algo nervioso y le explicó el motivo de su visita. El diablo con una voz cada vez más espeluznante le dijo:-Si quieres tener fuerza en tu cola sigue al pie de la letra las instrucciones que te voy a dar: Buscarás una piedra grande y lisa y te acostarás en ella durante siete días y siete noches, por ningún motivo te moverás, sin hablas con nade, sin comer, sin tomar agua. AL CUMPLIR con ese tiempo, descubrirás que el veneno de tu aguijón es tan poderos que con un solo piquetito matarás al animal más grande que puedas imaginar. Pero en cambio, si no cumples, perderás para siempre tu oportunidad y ni se te ocurra venir a verme, porque te daré un castigo ejemplar por haberme quitado el tiempo. Se despidieron y el alacrán se dirigió al monte para dormir, ya que había llegado la noche.

A la mañana siguiente muy temprano

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