A cada persona se le reconoce su individualidad
Enviado por dianaksadiegos • 12 de Octubre de 2011 • Trabajo • 2.965 Palabras (12 Páginas) • 825 Visitas
VALORES Y PRINCIPIOS DE COLOMBIA según la ley 454 y 79/98
VALORES
1. LA DIGNIDAD HUMANA
A cada persona se le reconoce su individualidad, su condición de miembro de una comunidad, es decir, de alguien que se realiza en relación y acción con los demás, cuya natural imperfección exige la capacidad y la posibilidad de acceder a todos los medios y ámbitos para realizarse espiritual ( desarrollo humano ) y materialmente ( satisfacción de sus necesidades ). En este sentido, toda persona debe tener garantizada su capacidad para acceder a espacios de participación social y política, a disfrutar de bienes y servicios esenciales para una vida digna, a poder insertarse en el mercado del trabajo en forma dependiente o independiente para llevar a cabo actividades lícitas y de interés común, a asociarse con otras personas y, en fin, a obtener reconocimiento como persona en todos los ámbitos de su vida individual y colectiva.
La dignidad humana debe ser protegida por la sociedad y por el Estado; de acuerdo con la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclamados en l.948, que cuenta con el respaldo de las Naciones Unidas, la comunidad se construye y se mantiene con base en la libertad, la justicia y la paz, así como el reconocimiento de derechos iguales e inalienables para todos los miembros de la gran familia humana.
2. EL COMPROMISO
Las personas humanas somos seres de encuentro, sociables por naturaleza, dispuestas al entendimiento entre ellas bajo reglas de respeto, igualdad y reconocimiento mutuos. Cada persona aporta su capacidad y potencial espiritual, humano, material, económico y físico con el fin de producir la acción solidaria, gracias a la cual se comparte lo de cada una con las demás, sin repartirlo, y se obtiene así la mutualidad que consiste en dar según su capacidad y recibir según la necesidad, no a título de dádiva generosa o de regalo, sino con un alto sentido de compromiso y de responsabilidad social.
La acción sindical debe conducir a crear y a desarrollar una actitud de compromiso real y consciente de cada quien con la propia organización y con quienes forman parte de ella, con la comunidad laboral y con la sociedad en general. Los trabajadores afiliados a la organización sindical demuestran con sus actos y comportamientos la capacidad y el compromiso de defensa del bien común antes que el particular y la adhesión fiel y sincera con su propia organización.
3. LA SOLIDARIDAD
La solidaridad se refiere a una estructura social sólida, dinámica, estable y sincera, lograda mediante la unión permanente de las personas porque se conocen, porque han creado unos lazos de amistad y de compañerismo, porque han generado confianza mutua y porque han llegado a ser capaces de compartir propósitos, objetivos, metas, aspiraciones, potencialidades y recursos a través de una organización que las une y les permite actuar conjuntamente para el beneficio común. La solidaridad implica entonces generosidad, participación, desprendimiento, cierta dosis de amor, comprensión, tolerancia y responsabilidad.
La solidaridad presupone tener conciencia de que estamos unidos en torno de algo valioso. Cuando vemos o percibimos una amenaza, actuamos en defensa de aquello que es valioso para todos. Una organización sindical muy solidaria, verdaderamente solidaria, se convierte en una fuerza invencible porque desarrolla en sus afiliados una actitud personal de ayuda mutua, de trabajar con el deseo de superar dificultades, resolver problemas, construir ámbitos de realización humana y una forma de vida comunitaria.
4. LA RESPONSABILIDAD
La responsabilidad se entiende como la capacidad de tomar las riendas de la propia vida y responder por su marcha; implica compromiso y participación activa en la realización de valores. Ser responsable significa ser personas juiciosas, reflexivas, ponderadas, no precipitadas en el pensar ni en el actuar. Si la responsabilidad implica una respuesta positiva a un valor, entonces tenemos una clave para discernir cuándo somos de verdad responsables. No es igual responder de algo o de alguien por cumplir una orden, que comprometerse con convicción por la bondad de algo o de alguien y realizar una labor solidaria con los demás. Lo primero es mera obediencia. Lo segundo es verdadera responsabilidad. Aquí radica la razón de ser de la organización sindical como reflejo de la responsabilidad de sus afiliados y de la propia organización.
Ser responsable no es solamente cumplir unos deberes. Es mantener una disposición permanente a responder positivamente al llamado de los valores, por exigente que sea. Cuanto más autoridad, poder, liderazgo o jerarquía tengamos respecto de otros, mayor será la exigencia que se nos impone de ser responsables, ante nosotros mismos y ante los demás.
5. LA AUTONOMIA
La organización sindical es autónoma en la medida en que la fuente de poder y de decisión nace a su interior como producto de la voluntad de sus afiliados, quienes actúan con plena libertad, sin presiones o coacciones externas. No admite intromisiones de ninguna naturaleza sobre asuntos o decisiones que corresponden a su competencia propia según las disposiciones legales y sus propios estatutos o reglas establecidas.
La organización sindical es autogestionaria y autodeterminada por sus propios afiliados. Es independiente frente al Estado, frente a los partidos políticos, frente a los credos religiosos, frente a corrientes sociales, culturales o económicas, frente a los empresarios y a otras organizaciones, sin que ello descarte la posibilidad de participar en el estudio, análisis, discusión y acuerdos que por razón de su naturaleza exijan la participación de ella o acatar la supervisión y vigilancia que competen como función propia a las autoridades legítimas y dentro del marco de la ley.
6. LA JUSTICIA
La justicia se puede entender como una actitud y una conducta que nos conduce a reconocer, a respetar y a defender los derechos de las otras personas. Todo ser humano debe ser tratado como persona, no como un objeto, una cosa, un medio o instrumento para lograr ciertos fines. Para subsistir biológicamente y para desarrollarse espiritualmente, la persona debe contar con todas las posibilidades para acceder a los medios y oportunidades, a disponer de todo aquello que requiere para su desarrollo integral, y las demás deben proporcionárselos en la medida de sus capacidades. La vida comunitaria, la organización solidaria y la sindical en particular, está construida y tejida de relaciones entre las personas, entre estas y las organizaciones que los unen, y viceversa. Cuando reconocemos que estos vínculos
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