Constitución Perú

El constitucionalismo es un proceso histórico y evolutivo en el que se han ido desarrollando diferentes modelos y formas de gobierno a lo largo de la historia. En general, podemos hablar de tres grandes etapas en la evolución del constitucionalismo universal:

1. Constitucionalismo clásico: surge a finales del siglo XVIII con la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y la Revolución Francesa. En esta etapa se consolida la idea de limitar el poder del Estado mediante una Constitución que establece derechos y libertades fundamentales.

2. Constitucionalismo social: tras la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa, se produce una redefinición del papel del Estado en la sociedad, que debe garantizar derechos sociales, económicos y culturales a sus ciudadanos.

3. Constitucionalismo contemporáneo: en la actualidad, se busca la consolidación de un sistema de justicia internacional y la protección de los derechos humanos a nivel global.

En el caso específico del Perú, la historia del constitucionalismo se asemeja a la Constitución de Cádiz de 1812, que estableció por primera vez en América Latina la soberanía popular y la división de poderes. A partir de entonces, se han sucedido diversas Constituciones y reformas constitucionales, que han tenido como objetivo principal la consolidación de un Estado de derecho y la protección de los derechos fundamentales.

En la actualidad, la Constitución peruana de 1993 es la norma fundamental que rige el ordenamiento jurídico del país. Esta Constitución establece un régimen presidencialista y una división de poderes en la que el poder ejecutivo, legislativo y judicial son independientes y autónomos. Además, reconoce y protege los derechos fundamentales de los ciudadanos, incluyendo los derechos sociales, económicos y culturales.

En resumen, la evolución del constitucionalismo universal y peruano ha estado marcada por la lucha por limitar el poder del Estado y garantizar los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos. A lo largo de la historia, se han sucedido diferentes modelos y formas de gobierno, pero siempre con el objetivo de consolidar un Estado de derecho que garantice la protección de los derechos humanos y la justicia para todos.

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