Politica. Naturaleza y concepto

I. LA POLÍTICA

Este estudio se inicia con el apasionante, complejo y siempre inconcluso tópico de la política, no solo por ser un aspecto singular y predominante en el amplio y genérico ámbito de la realidad social que implica el estudio del alma y el carácter del ser humano, sino un fenómeno del cual dependen los restantes temas y materias que se tratan en la obra y que por ende, influyen de manera directa en la sociedad y el Estado, en razón a que todo tiene una política que debe estar bien determinada, establecida y ejecutada, pues ella termina siendo un diseño y la ejecución del mismo.

En consecuencia, casi todo depende de la política y es la preocupación central eterna del ser humano junto a la religión y la economía.

1.          NATURALEZA Y CONCEPTO

La política, del vocablo griego polis, o ciudad, es una actividad central en el Estado, en todas las organizaciones y de manera particular en las que tienen de manera directa un carácter político y social y, por lo tanto, en los seres humanos, e interviene diaria y corrientemente en su vida. Está en todo, así no lo pueda todo, pero es la ciencia y la actividad que más aspectos cubre en la vida y en el actuar del ser humano.

El poder, el poder constituyente, el Estado, el constitucionalismo, la constitución y su reforma, así como todos los temas centrales de este libro, dependen de decisiones políticas.

La política se relaciona de manera directa e indirecta con todas las ciencias e influye en ellas y en muchas materias y hechos de la vida humana y del Universo, en cuanto estén a su alcance e incidencia, pero en forma más estrecha con algunas ciencias como las jurídicas y en particular con el derecho constitucional y en aspectos esenciales como los geopolíticos.

En razón del ejercicio político se ejerce poder y aparecen y se desarrollan muchas materias y fenómenos, algunos más importantes como el Estado y el derecho, particularmente el derecho constitucional, cuyos problemas no son primariamente de derecho sino de poder.

El proceso político hace que buena parte de su acción y actividad se lleve al ordenamiento jurídico, es decir, que la política se juridifique y que lo haga básicamente en la constitución, con lo cual aparece la organización fundamental del Estado, así como lo principal del derecho constitucional establecido esencialmente en ella.

Por lo anterior, el objeto del derecho constitucional, en palabras del profesor Maurice Duverger, es el encuadramiento jurídico de los fenómenos políticos^[1], cuya moderna concepción reconoce que la fuerza normativa de la constitución surge de las circunstancias políticas, sociales y económicas, al mismo tiempo que actúa sobre ellas.

Entonces, hacer buena política es una de las imprescindibles necesidades del ser humano, de la cual dependen no solo las políticas públicas sino la vida misma de las personas y de la sociedad. Es ante todo diseñar y aplicar un sistema político, social, económico y cultural; unas convenientes y eficaces instituciones y tomar acertadas y trascendentes decisiones. Por lo tanto, la política es una necesidad primordial en un mundo que será cada vez más politizado.

En consecuencia, la política será siempre más importante y determinante para la sociedad y para sus miembros. Es inconveniente y perjudicial permanecer al margen. Entre menos participación política haya, más lesionados resultan la vida, los derechos y los intereses de las personas y de la sociedad.

El tratadista francés Georges Burdeau, expresa que la política nos afecta a todos. Que lo que nos afecta a todos se convierte en política y que en su centro se halla el Estado^[2]. Y Aristóteles la denominó la ciencia maestra^[3].

Las connotaciones de la política son muy variadas. Entre ellas se encuentran el quehacer de la conquista del poder, su mantenimiento y control, una apreciación, un criterio, una valoración, un juicio. El juicio de valor peyorativo, como el comportamiento de quien actúa con astucia y circunspección y los asuntos en relación con el Estado, con su gobierno y con lo que este hace. Es la búsqueda del orden colectivo “…que impide la disgregación oponiéndose al resurgimiento de conflictos extremos”^[4].

Así mismo, la política es la acción social o estatal acordada, acciones que son múltiples, como por ejemplo, la descentralización, la política económica, la aprobación de un plan de desarrollo o un simple hecho cotidiano.

La política es también la actividad de quienes rigen o buscan regir los asuntos públicos para preservar, por ejemplo, valores como el orden y la libertad. Es también la actividad en virtud de la cual la sociedad resuelve los problemas que le plantea la convivencia. Es una actividad humana, social y directiva o de organización para el bien común que moldea el poder público o del Estado. El sustantivo política y el adjetivo político derivado de él, son de significación imprecisa.

Lo político se mueve esencialmente en torno al poder. Siempre el problema fundamental de la política, su epicentro, ha sido la lucha por el poder y por la paz y no se agota en los factores individuales de quienes la realizan. Independientemente de ellos cobra existencia objetiva. Es vida humana objetivada.

Las constituciones políticas, por ejemplo, son el resultado de las ideas políticas de sus inspiradores y de la manera como ellos conciben los problemas políticos de su tiempo. Pero ellas rebasan las existencias particulares de sus creadores, pues en su generalidad, salvo excepciones como la de Colombia, perduran, aunque como es natural, el sentido que las sucesivas generaciones les den es generalmente distinto al de sus creadores.

Dentro de la anterior línea de pensadores se encuentran autores como Max Weber, para quien la política es

…la suma de esfuerzos tendientes a la obtención del poder o a influir en su distribución, o a …la dirección del grupo político que hoy denominamos Estado y la influencia que sobre esa dirección se ejerce^[5].

Sin embargo, lo político es más amplio que lo estatal. Hay autores para quienes

la política no se explica por el poder, pero si por la difícil relación entre poder y control del mismo. No se explica por el orden, ni siquiera por el orden público. Si por la tensión entre orden y libertad. Y así sucesivamente: relación entre disidencia legítima y acuerdo fundamental, entre la polémica que tiende a ser centrífuga y la integración centrípeta^[6].

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