Ambiente para pensar

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Juan Diego Calisto

Apr 8, 2019

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4 min read

Thinking Environment ⎮Ambiente para pensar

La calidad de lo que todo lo que hacemos depende de la calidad de nuestro pensamiento. La metodología de Thinking Environment o Ambientes para pensar se construye sobre esta premisa, y está compuesta por diez componentes, que veremos a continuación.

Nancy Kline, la creadora de esta propuesta, plantea que el comportamiento de la persona que escucha es lo que determina la calidad del pensamiento generado. Interesante, no? Más que coeficiente intelectual, educación o experiencia, importa que la persona que escuche tenga un interés genuino, y cumpla los diez componentes. Si cumples uno, vas a generar un mejor ambiente para pensar, pero si aplicas los diez, la calidad del pensamiento se verá potenciado.

Los 10 componentes que nos plantea, son:

1. Atención:

El primer componente, que está implícito en los otros nueve, es la atención, que es un acto de creación. Es escuchar con un interés genuino en lo que la otra persona está diciendo, no esperando que se calle para hablar, sino con una atención total en lo que comunica desde la palabra y desde el lenguaje corporal. Y en lo que tú le comunicas desde tus expresiones faciales. Cómo generar esa atención? Interésate en lo que dice la otra persona, y mantente en el presente.

Cuando le das tu atención total a la otra persona, es como si le estuvieras diciendo de manera implícita que la valoras como persona, al igual que a su forma de pensar.

Para que las personas piensen muy bien alrededor tuyo, tienes que paradójicamente tener tu atención en 3 lugares, de manera simultánea:

100 % en el contenido de lo que te están diciendo (en las ideas, y en los posibles pensamientos futuros)

100 % en tu respuesta a lo que te están diciendo (expresión corporal, facial)

100 % en el Thinking Environment que estás proveyendo.

Balancear estos tres es el secreto de la atención.

2. Igualdad:

Es segundo es igualdad. De pensadores. Es creer realmente que las demás personas pueden pensar tan bien como tú. ¿Cómo hacerlo? Puedes preguntarles a los demás qué piensan, y darles el tiempo para expresarse.Es tan simple como verlos como pensadores igual de capaces, y demostrarlo.

3. Ligereza:

El tercero es ligereza. Es lo opuesto a la urgencia, a estar siempre apurado. Darle a la otra persona tiempo tiempo y la tranquilidad para pensar ayuda mucho a que piensen mejor. Para hacer esto el trabajo es interno, el objetivo es buscar calma. Una manera de hacerlo es respirar de manera consciente, por ejemplo inhalar en cinco segundos y exhalar en el mismo tiempo.

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