Aprendo creando y jugando

Aprendo creando y jugando

 Angie Bohórquez

 “Es en el juego y sólo en el juego que el niño o el adulto como individuos

son capaces de ser creativos  y de usar el total de su personalidad,

 y sólo al ser creativo el individuo  se descubre a sí mismo”

Donald Woods Winnicott

Insertos en los cambios cada vez más avasallantes que nos rodean, vemos como la educación impartida en las escuelas parece -al menos en nuestro país-aprisionada en viejos esquemas, cuya principal función parece la de castrar y oprimir la creatividad a favor de un aprendizaje memorístico, que a la larga no permite el desarrollo integral de los sujetos, más bien resulta en jóvenes cada vez menos críticos, menos investigadores, menos creativos.

 A pesar de cuanto se le dedica al tema de la creatividad, suele terminar siendo uno de esos tópicos que aun con tantas transformaciones a nivel global y tanta información no se le da la importancia que merece. Por lo que se hace imperativo que cada docente pueda plantearse seriamente cómo la creatividad en tanto proceso puede ser convertido en una estrategia para la enseñanza, no es algo que pertenece sólo a los artistas, es invaluable en tanto está presente en cada uno de nosotros y a través de ello nos podemos conocer mejor, tanto desde el ser docente como desde el otro lado, el del estudiante que puede vincularse de una manera distinta con lo que aprende y convertirlo en algo significativo.

La creatividad implica afrontar el cambio de una manera más libre, al tiempo que nuestra perspectiva se vuelve más amplia y la capacidad de crear, inventar y pensar de manera crítica se acrecienta, llegado a este punto habría que preguntarnos ¿Seremos como docentes capaces de desarrollar y fomentar la creatividad o más bien seremos un obstáculo para ello?

Favorecer el pensamiento creativo debería ser nuestra meta, en especial a través del juego pues le permite a los niños y jóvenes formarse una visión de las cosas a través de la interacción con experiencias que enriquecen la imaginación y la capacidad de crear un mundo nuevo de posibilidades. El juego es divertido al tiempo que nos deja importantes lecciones, aprender jugando es la mejor forma de salir de lo cotidiano para ver el mundo con ojos fantásticos, pero también para crear nuevos universos y solventar de manera original los problemas del día a día, es una forma de convertir el aula en un lugar menos asfixiante e industrial y más humano e ideal, en no dejar de soñar por entrar al colegio, más bien seguir y alentar los sueños para crear algo novedoso además de tener la capacidad de desarrollarlos y potenciarlos en el contexto donde se esté.

        La creatividad potenciada a través del juego en el aula es para mí la forma en la que el docente también puede ser libre y aprender mientras enseña pues genera un ambiente en el que las tensiones que se han fijado por el miedo al fracaso o a otros tantos males escolares desaparecen, quedando la satisfacción de aprender y enseñar.

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