ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

DERECHI INTERNACIONAL


Enviado por   •  4 de Noviembre de 2013  •  2.789 Palabras (12 Páginas)  •  383 Visitas

Página 1 de 12

DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIOProtección de la población civil en los conflictos armados

Por Mauricio Hernández - Director Nacional de Promoción y Divulgación.

Defensoría del Pueblo

Aunque las normas del Derecho Internacional Humanitario proscriben de

manera tajante cualquier ataque contra la población civil que no participe en las

hostilidades, la realidad colombiana y de otros países muestra todo lo contrario.

El nuevo Director Nacional de Promoción analiza qué falta para que estas

disposiciones se lleven a la práctica.

«

No serán objeto de ataque la población civil como tal ni las personas

civiles

- Protocolo adicional I de 1977 - art. 51 N° 2.

- Protocolo adicional II de 1977 - art. 13 N° 2.

Las noticias informan, con mucha frecuencia, sobre ataques a la población civil

en conflictos armados y en otras situaciones de violencia. En Colombia, a los

civiles los angustia la posib

ilidad de sufrir ataques de grupos armados. Ahora

son muchas más las víctimas civiles que las víctimas entre los grupos de

combatientes. La estrategia de los grupos armados es —o parece ser— evitar

el enfrentamiento con el enemigo que puede responder y contra atacar. En

cambio, atacan a la población civil que, obviamente, no puede ni defenderse ni

responder al ataque. La norma básica del Derecho Internacional Humanitario

(DIH), citada en el epígrafe, parece olvidada o puesta a un lado de manera

sistemática y deliberada: «La guerra ha cambiado: hoy, de cada diez víctimas,

nueve son civiles.»

1

¿Participa la población civil en la guerra?

Esta es una cuestión clave en la definición de las estrategias y de las tácticas

de guerra. Una táctica muy utiliz

ada es atacar la parte o el flanco más débil del

enemigo. Y si la parte atacada no puede contraatacar ni defenderse, tanto

mejor aún para los estrategas y guerreros. Por lo tanto, una forma muy fácil de

hacer la guerra es atacar a la población civil cercana o afín a la otra parte: al fin

y al cabo, son los civiles los que sostienen el esfuerzo de guerra con su trabajo

y sus impuestos.

La Segunda Guerra Mundial es un ejemplo trágico de este estilo de estrategia y

de tácticas militares: atacar a los civiles

enemigos en sus casas y lugares de

trabajo. «En esta guerra, las pérdidas humanas civiles superaron

considerablemente a las m-ili-tares. Los bombar

deos indiscriminados de la

población civil revelaron que, en es-ta guerra, último paso hacia la “guerra

total”, las personas civiles se habían convertido en el objetivo principal...»

2

.

1

Christer Ahlström y Kjell-Åke Nordquist,

Las víctimas de los conflictos - Informe destinado a la Campaña Mundial para la Protección de

las Víctimas de la Guerra, Departamento de Investigaciones sobre Paz y Conflictos -

Universidad de Upsala, Suecia, 1991, p. 3

2

Ch. Ahlström y K-A. Nordquist. op. cit. p. 8

«Durante la Segunda Guerra Mundial, 107’982.000 personas fueron

moviliz

adas; murieron más de 51’238.000, de las cuales 16’933.000 eran

soldados y 34’305.000 civiles, representando los primeros el 33% del número

de muertos y los segundos el 67%.»

3

Si así fue en la Segunda Guerra Mundial, el uso sistemático de este tipo de

estrategias y tácticas ha aumentado en los conflictos armados de la post-

guerra, sobre todo en los conflictos armados no internacionales o internos. En

Colombia, cada vez con más frecuencia, se ut

ilizan tales tácticas y, además, se

pretende justificarlas con argumentos políticos, ideológicos y m

ilitares,

haciendo caso omiso de reglas humanitarias básicas.

En toda guerra la población civil siempre está afectada en lo económico, lo

social, lo político y, en especial, en lo humanitario. De la población civil salen

los soldados, los guerr

illeros y otros actores arm

ados; el trabajo de los civiles y

los impuestos que pagan los civiles sostienen el esfuerzo de guerra; y el apoyo

político e ideológico de los civiles es fundamental para poder guerrear y

sostener la guerra.

Entonces, ¿si se puede atacar a los civiles?

¡No! No se puede atacar a los civiles. Esta es una norma consuetudinaria del

DIH muy antigua, que en el siglo XX se olvidó.

4

Por eso los Estados, en 1977,

establecieron nuevas normas positivas sobre la conducción de las host

ilidades,

en las cuales limitaron las estrategias y las tácticas bélicas, al adoptar y poner

en vigor los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra de 1949.

Una limitación, clave en el empleo de los métodos y medios de guerra y de

combate, fue prohibir los ataques contra la población civil y las personas civiles.

El artículo 48 del Protocolo adicional I de 1977, que es aplicable en los

conflictos armados internacionales dice:

«

Artículo 48 — Norma fundamental

A fin de garantizar el respeto de la población civil y de los bienes de

carácter civil, las Partes en conflicto harán distinción en todo momento

entre población civil y combatientes, y entre bienes de carácter civil y

objetivos militares y, en consec

uencia, dirigirán sus operaciones

únicamente contra objetivos militares.»

Se consagra, entonces, en una norma positiva el principio de distinción propio

del DIH. Por lo tanto, las personas que participan directamente en las

3

F. A. Beer, Peace against War, W.H. Freeman and Co., San Francisco, 1981, p. 37. Citado

por Ch. Ahlström y K-A. Nordquist, op. cit. p. 8.

4

El Reglamento de las Leyes y Costumbres de la Guerra Terrestre, que hace parte de las trece

Convenciones de La Haya de 1907, prohíbe el bombardeo de poblaciones civiles. En esa

época ese tipo de bombardeos se hacía con buques de la marina de los países, cuya artillería

de gran poder alcanzaba a llegar hasta localidades en tierra. Antes, en 1899, se había

prohibido el bombardeo desde globos, pero

esta prohibición no se consideró obligatoria cuando la aviación militar comenzó a bombardear

en la Primera Guerra Mundial.

hostilidades y las partes en conflicto están obligadas siempre a distinguir entre

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (19 Kb)
Leer 11 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com