Ensayo de la película Koyaanisqatsi

ENSAYO DE LA PELÍCULA KOYAANISQATSI

Esta película nos muestra una visión única y nunca antes explorada entre dos mundos: El mundo artificial y el natural.

El desarrollo humano, las ciudades y la tecnología, frente al medio ambiente nos indican que vivimos en un mundo globalizado, altamente tecnificado, todo lo que observamos pasa por esta percepción, y por lo tanto perdemos de vista lo esencial.

Como espectadores del curioso y alocado mundo en que actuamos, sentimos y pensamos cotidianamente. Podemos darnos cuenta de que nos hemos encerrado a nosotros mismos en un mundo artificial que hemos creado sustituyendo al mundo natural. A tal punto, que no vivimos más con la naturaleza, sino por encima de ella, de tal modo que este mundo artificial se ha convertido en nuestro nuevo mundo natural.

La película sin embargo no tiene una intencionalidad específica, el espectador puede crear su propia interpretación, sus propios valores. El único objetivo de la película es provocar, plantear preguntas que sólo quien transita la experiencia de verla, escucharla y vivenciarla, puede responder.

ENSAYO DE LA PELICULA KOYAANISQATSI

Koyaanisqatsi es una película montada que abarca la historia del hombre en su totalidad como la progresiva dominación de la tecnología de todos los aspectos de la vida humana, tiene un claro sentido mitológico y escatológico, por cuanto introduce el aspecto de la destrucción como elemento vertebrador de toda la historia.

Uno de los grandes avances del hombre tecnológico, la destrucción forma parte del del hombre, y por tanto, el hombre sufre constantemente el castigo divino por el pecado de hybris e insolencia con los dioses.  La película articula ese mensaje general sobre la base de una construcción de secuencias en las que se insiste constantemente en la idea de que “así no se puede vivir”. 

Claramente, el documental plantea la ciudad moderna como un sistema tecnológico del que los hombres son simplemente apéndices, que acuden a sus terminales para comer, divertirse, dormir, entretenerse, aprender, sufrir, curarse, morir, moverse, etc. Cada acto de participación en el sistema tecnológico, supone una claudicación, un refuerzo del sistema y un sometimiento del hombre, pero también, un aumento objetivo del entramado técnico. Ya no se trata solamente del obrero, sino que todo hombre, es un apéndice de las máquinas. Si incluimos aquí entre las máquinas, al sistema judicial, también los animales que el proyecto simio quiere incorporar a los derechos y deberes en mundo podrán tener su papel productivo particular.

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