INTELIGENCIA EMOCIONAL CRISOL FAMILIAR

INTELIGENCIA EMOCIONAL

CRISOL FAMILIAR

En un pequeño drama familiar. Los padres de Leslie que tiene 5 años, estaban enseñando a jugar un videojuego, pero cuando Leslie comenzó a jugar, las órdenes inquietas de sus padres eran tan inconsistentes que en lugar de tratar de "ayudarla", parecían estar tratando de interferir con su aprendizaje. Entre los dos se contradecían y la verdad eso puso muy ansiosa a Leslie que corrieron lágrimas por sus mejillas, sus padres ignoraron sus lágrimas y siguieron insistiendo para que lo haga mejor.

Ahí es cuando los niños aprenden lecciones fuertes. Leslie debió concluir que a sus padres no les importa sus sentimientos. Este tipo de situación se repite muchas veces a lo largo de la niñez, formando un verdadero aprendizaje emocional, y las lecciones pueden determinar el fluir de la vida. La vida familiar es la primera escuela del amor. Es un hogar cálido donde aprendemos lo que sentimos y cómo reaccionan los demás a nuestros sentimientos. También es un lugar donde aprendemos a pensar sobre nuestras emociones, nuestra capacidad de reacción y cómo interpretamos y expresamos nuestras esperanzas y temores.

Cientos de estudios muestran cómo los padres tratan a sus hijos, ya sea con la disciplina más estricta, la comprensión más empática, la mayor indiferencia y la mayor amabilidad. Tiene consecuencias graves y duraderas en la vida emocional del niño. Solo recientemente se ha obtenido una clara evidencia empírica de que tener un padre con inteligencia emocional es muy beneficioso para el niño. Sobre todo, los niños son muy perceptivos y captan perfectamente los intercambios emocionales más delicados entre familias, por lo que la forma en que las parejas manejan sus emociones también es una lección práctica. Cuando un equipo de investigadores dirigido por Carol Hofen y John Gottman en la Universidad de Washington realizó un microanálisis de cómo los padres manejan las interacciones con sus hijos, encontraron que las parejas más maduras emocionalmente eran las más capaces de ayudar a sobrellevar los altibajos emocionales.

Esta investigación indica que los tres estilos de crianza más inapropiados emocionalmente son:

• Ignorar completamente los sentimientos de sus hijos. Estos padres piensan que los problemas emocionales de sus hijos son triviales y desagradables, que no vale la pena preocuparse por ellos y que deben esperar a que ocurran.
• El estilo laissez–faire. Estos padres conocen los sentimientos de sus hijos, pero creen que con cualquier manera de manejar estos problemas es correcta, como golpearlos.
• Menospreciar y hacer caso omiso a los sentimientos del niño. Este tipo de padres generalmente están muy disgustados y son muy estrictos tanto en la crítica como en el castigo. En este sentido, pueden llegar a prohibir a que el niño se exprese.

Pero después de todo, algunos padres aprovechan los problemas emocionales de sus hijos como una oportunidad para actuar como líderes emocionales o mentores. Valoran tanto sus sentimientos que tratan de entender exactamente qué es lo que les molesta. Le ayudan al niño a encontrar una alternativa positiva para no decaer fácilmente.

UNA VENTAJA EMOCIONAL

El entrenamiento de las habilidades emocionales comienza en la propia cuna. El Dr. Berry Brazelton, pediatra de Harvard, diseño una prueba sencilla para diagnosticar la actitud básica del bebé ante la vida. Este examen proporciona dos bloques a un bebé de 8 meses de edad y le muestra el modo de unirlos. Según Brazelton, un bebé optimista y que confíe en él, tomará un bloque y lo analizará, tirará al suelo el bloque esperando a que alguien lo agarre, pero finalmente va a unir los dos bloques. El bebé va a esperar palabras alentadoras por parte de usted, ya que sus padres día a día le brindan el apoyo que necesitan y es por esto que son niños que confían en superar pequeños desafíos que se les presenta a diario en la vida. Por el contrario, los bebés que no cuentan con este mismo amor, apoyo o cuidados desde sus hogares enfrentarán este reto, pero con una actitud negativa e incluso si es que llega a unir estos bloques no van a esperar palabras alentadoras sino al contrario palabras que lo hagan sentir aun peor. Estos niños a lo mejor con el pasar del tiempo van a seguir con una actitud pesimista y sin motivos para salir adelante.

Como nos damos cuenta estas actitudes que tienen los niños se forman en los primeros años de vida. Los padres deben estar conscientes de que cualquier tipo de actitud o decisiones que ellos tomen va afectar al niño ya sea buena o mala, ya que si es una buena actitud va ayudar a que el niño triunfe en la vida, por ejemplo, el éxito escolar va a depender de una multitud de factores emocionales que se configura en el niño incluso antes de que empiece su etapa de escolarización.

Durante los primeros años de vida se asientan los principios de la inteligencia emocional, pero se siguen desarrollando durante el periodo escolar. National Center for Clinical Infant Programs mediante un informe, afirma que su éxito escolar va a depender de sus factores emocionales más no por su capacidad de aprender a leer rápido o por las acciones del niño. También aseguran que los alumnos con bajo rendimiento escolar carecen de estos principios de la inteligencia emocional.

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