ENSAYO SOBRE EL JUEGO

Título: ENSAYO SOBRE EL JUEGO [pic 1]

Autor: Flores Venegas Nancy

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INTRODUCCIÓN

A lo largo de nuestra historia el niño siempre ha jugado y es una actividad que acompaña su crecimiento, permitiéndole así esta actividad a relacionarse y comunicarse con los demás, en la actualidad el juego es reconocido como un derecho del cual los niños deben gozar y es una herramienta fundamental para favorecer el aprendizaje y el desarrollo del niño especialmente en las aulas de educación inicial, los juegos en general dentro del campo estudiantil consisten en que el niño pueda jugar con su propio cuerpo, juguetes, objetos concretos y mucho más, donde este proceso ayuda al desarrollo de sus habilidades. La motricidad en el individuo es fundamental ya que es la base fundamental de una acción, en general sirve para que el menor pueda mantener un mejor desempeño en el aula, por ello es necesario que el niño lleve a cabo ejercicios en particular, así de esta manera el niño va alcanzar un óptimo desempeño y a su vez tendrá un mejor conocimiento de su cuerpo y sus lateralidades.

Tal así hace mención el Ministerio de Educación, “de esta manera el infante va a desarrollar el lenguaje oral una de las esenciales fuentes de comunicación a través del juego libre” Por ello, propone el juego libre en los sectores como un espacio de libertad, espontaneidad y contacto con los elementos de los sectores donde el estudiante interactúa y desarrolla sus habilidades comunicativas mediante el juego espontáneo  (Minedu, 2009).

Sin embargo, a pesar de contar con esta propuesta educativa, no es considerada en todos los jardines de infancia ni bien conocida por los docentes, más aún cuando existen escasas ganas de mejorar nuestra educación. No hay hombre sin juego ni juego sin el hombre. Las características de los juegos que hemos jugado podrán ser diferentes, de intensidades diversas, de momentos evolutivos distintos, pero aun así podremos encontrar elementos en común, más allá de nuestra cultura.

DESARROLLO

Y es así que nos quedamos con el concepto de que el juego es aquella dimensión del hombre que lo remonta a un mundo diferente, con otras reglas, donde se muestra la esencia de cada uno de nosotros, sin máscaras ni caretas, donde todo o casi todo se puede, es el sueño hecho realidad, todo se transforma según nuestro deseo y el hombre se remonta a lo más profundo de su ser.

Con el juego olvidamos penas, tristezas, conflictos familiares, maltratos infantiles, etc. Y nos vamos a un mundo donde cada uno de nosotros somos protagonistas y héroes de nuestro cuento, reímos a carcajadas, relajamos el cuerpo y la mente dejando así más fértil el cimiento para construir nuevos aprendizajes.

Muchos teóricos, representantes de las más diversas disciplinas, han intentado definir el juego, encontrándose con las consecuentes limitaciones al pretender encerrar en pocas palabras una dimensión casi inabarcable del ser humano. Así podremos encontrar posturas psicológicas, pedagógicas, filosóficas, biológicas, históricas, antropológicas, etc. En cada una de ellas hallaremos una óptica del juego, pero que no deja de ser una óptica parcial.

En relación a esto Buland escribe: "El concepto de juego, como objeto de la investigación científica del juego no debe ser definido, debería permanecer siendo un concepto precientífico." Y más adelante continúa: "La pregunta por la esencia del juego lleva a una cortada, contrariamente sería mucho más rico, agrupar los juegos y preguntar por semejanzas." (Buland, 1996)

Y a pesar de ello igualmente podremos hallar puntos en común que se pueden hallar prácticamente en todas las expresiones lúdicas. Otro aspecto importante es la libertad, entendida la misma desde una actividad "libremente" aceptada, libertad en tanto y en cuanto el jugador elige jugar o no, y elige el tema y material de juego.

Con lo antes mencionado acerca del juego podemos decir que el juego es parte de nuestra realidad y que vive y crece con cada uno de nosotros. El juego no tiene el grado de fijación y no tiene las ataduras de nuestra vida seria, el juego es más libre, más pasajero, es abierto para todos porque el juego no es solo para niños, es sin límite de edad, no tiene barreras, ni límites de raza o cultura, etc. El juego es el límite incierto de nuestra realidad.

La Vega se expresa así: "En ese complejo universo de relaciones y de manifestaciones socioculturales, el juego ha de entenderse como una realidad que, a pesar de su intrascendencia, gratuidad y espontaneidad, aparece como un espejo revelador de sus protagonistas. La persona cuando juega verdaderamente, es decir, cuando participa de una práctica lúdica reglamentada olvidándose de todo el resto de actividades 'racionales' y 'serias' que constituyen parte de su vida cotidiana más formal, acostumbra a mostrarse tal como es, sin usar máscaras ni vestimentas artificiales más propias de otros escenarios más 'serios'. El lenguaje del juego universal y a la vez singular en cada geografía y época histórica muestra en cada momento la combinación de la ontogénesis con la filogénesis lúdica, ya que, si cada individuo es capaz de 'inventar' o improvisar una aventura lúdica original, ésta se apoya en los cimientos de la evolución de todo lo que ha venido generando el colectivo humano al que pertenece (La Vega Burgues, 1996).

A lo que menciona podemos concordar que en si el juego no tiene costo es gratuita, no tiene dueños y es espontaneo, donde veremos reflejados las realidades de cada uno quienes dejan su realidad seria y se disponen a jugar. El lenguaje del juego nos dice que es universal que traspasa barreras.

Y si centramos el juego con la educación, así como muchos autores lo han relacionado con la educación y con el aprendizaje dándole un nuevo valor al juego espontáneo ya que se usa como metodología de enseñanza en las instituciones educativas y así el juego esta utilizado como un material de educación dando buenos resultados, pero poco empleados.

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