Por Que La Ley 1620

POR QUÉ ES NECESARIO LA LEY 1620?

En América Latina ha surgido la necesidad de una reflexión y sistematización sobre el plan de intervención en torno a un tema con el cual convivimos a diario, y es el acoso escolar en nuestras escuelas, esta necesidad surge de un estudio realizado por la UNESCO en los países de América Latina entre 2009 y 2011 en la población de sexto grado. (Publicado en la revista CEPAL). Este informe ha dejado al descubierto una gran problemática que tiene incidencias serias en el desempeño escolar sobre todo en la lectura y en las matemáticas, además en la parte social terminan aislándose de sus amigos, familia y de todo ambiente de tipo social, generando en ellos en muchos casos agresividad o por el contrario silencio absoluto. Pero en ambos casos el problema de autoestima es crítico llevando en la mayoría de situaciones el atentar contra su propia vida.

Las cifras son alarmantes sobre todo en Colombia, donde se manifiesta que más de la mitad de los alumnos de este grado han sufrido acoso escolar, lo que ha llevado al Estado a establecer una ley que implemente en las escuelas la prevención de este tipo de conductas que atentan contra los derechos humanos, el respeto por la diversidad y los derechos reproductivos y sexuales en nuestros jóvenes. Por tal motivo la escuela tiene el deber social de la elaboración de proyectos encaminados a la construcción de una sociedad más justa y equitativa, alejada de la violencia que tanto afecta a nuestro país.

Claro está que este problema no es solo de Colombia, en muchos países del mundo y Latinoamérica se están presentando situaciones de acoso escolar en las escuelas, según el estudio de la CEPAL, se puede resaltar dos países unos dentro de la parte positiva como lo es Cuba, siendo el país donde menos casos de acoso escolar se registra, y el otro dentro de la parte negativa como lo es Argentina siendo este el de mayor índice de casos de acoso escolar.

Este tipo de conductas en las escuelas ha llevado a una serie de eventos de carácter violento por parte de los jóvenes y en ocasiones lamentablemente la consecuencia ha sido de carácter funesto. Por tal motivo es menester unirnos con el fin de poner en práctica métodos de detección e intervención ante manifestaciones de maltrato o violencia escolar en las instituciones con el objetivo de construir una sociedad menos violenta y más tolerante hacia las diferencias, no solo en el ámbito de lo físico sino ideológico.

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Este problema se debe abordar con la mayor rapidez posible con el objetivo de erradicarlo de las escuelas, para eso debemos estar consciente de las realidades de nuestros alumnos y andar siempre un paso adelante ante las distintas expresiones de acoso escolar que podamos encontrar en nuestro entorno. Es una responsabilidad compartida familia, escuela y Estado los cuales deben trabajar conjuntamente no solo para condenar este tipo de conductas sino para excluirlas de raíz de nuestra sociedad, por tal motivo debemos crear proyectos interactivos que nos ayuden a la construcción de un ciudadano crítico, reflexivo y ante todo tolerante, que siempre esté pensando en función del progreso social, pero regido por una conducta bajo parámetros éticos de bien y no como un sujeto que solo ve al otro ser humano como un medio y no como un fin .

Ante esta gran problemática el Gobierno Nacional ha decidido tomar la iniciativa generando una ley, la 1620 de marzo 15 de 2013 donde busca como objetivo fundamental: “contribuir a la formación de ciudadanos activos que aporten a la construcción de una sociedad democrática, participativa, pluralista e intercultural, en concordancia con el mandato constitucional y la Ley General de Educación” (ley 1620 de 2013). Esta ley debe convertirse en derrotero a seguir en cuanto al manejo que se le debe dar a estos asuntos sobre acoso escolar, derechos humanos, educación para la sexualidad y los mecanismos de prevención y mitigación contra la violencia escolar. Es deber de todos los estamentos de la sociedad conocer los diferentes procedimientos que se establecen con el fin de atender los casos de acoso escolar, maltrato y violación de los Derechos Humanos de nuestros niños, niñas y jóvenes. Por eso el Ministerio de Educación Nacional, las Secretarías de Educación, las Comisarías de Familia, el Instituto Colombiano del Bienestar Familiar, la Policía de Infancia y Adolescencia, deben aunar esfuerzos para combatir este fenómeno, pero todos estos estamentos deben contar con el apoyo

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