Cuestionario correspondiente al capítulo La muerte y el morir
Enviado por sal2020 • 28 de Abril de 2021 • Apuntes • 1.947 Palabras (8 Páginas) • 149 Visitas
JONATHAN OMAR WONG GONZALEZ 208369
SALVADOR CHAVARRIA QUIÑONEZ 208346
INDIRA NATYHELLI TERRAZAS TOVAR 209565
DAVID JOSE ORTIZ GUTIERREZ 209575
Cuestionario correspondiente al capítulo La muerte y el morir
1.- Explique la expresión “se ha medicalizado la muerte”. Agregue un comentario.
Habla de que la muerte se ha convertido en una cuestión profesional exclusiva de los médicos, que son quienes únicamente intervienen en el proceso, interpretándolo y dictando las normas sobre cómo debe ocurrir. La muerte es el enemigo absoluto contra el que los médicos deben luchar a toda costa, pudiendo llegar a veces al encarnizamiento terapéutico.
Hoy en día tomamos a la muerte como algo más médico, algo que la medicina debe evitar lo más posible que se pueda. Sin embargo, la muerte no solo es un tema médico, también es un tema social, sentimental, ético y moral, ya que la muerte conlleva más que solo un simple término médico, conlleva sentimientos, conlleva valores, conlleva sufrimiento, conlleva más allá que la misma muerte. Es un tema que tiene un aspecto filosófico muy extenso, ya que aunque la muerte es la etapa final de la vida, nosotros nos seguimos preguntando “¿qué pasa después de morir?”, y esto es algo que la medicina sola no puede responder.
2.- Comente acerca de la muerte como tema tabú y nombre algunas de las consecuencias prácticas sobre la forma de atender a los moribundos.
La muerte se convirtió en un tema tabú debido a que se pensaba que todo lo relacionado con la muerte era algo vergonzoso que se necesitaba ocultar, lo que también parecía que la idea de la muerte demostraba lo absurdo de la vida. Entre los médicos y los profesionales de la salud solo demostraba sentimiento de fracaso cuando su paciente moría. Por lo que, de alguna forma, se ocultaba la verdad a todos los moribundos para que no se deprimieran. Y debido a todo esto, la muerte se ha hecho más íntima y ya no forma parte de la vida social.
Hoy en día se intenta insensibilizar al espectador y reforzar sus estereotipos interpretativos acerca de la muerte, esto por medio de los espectáculos y medios informativos
Nuestra sociedad siempre intento ocultar todo lo que tiene relación con la muerte. Y esta negación de la muerte ha tenido consecuencias prácticas sobre la forma de atender a los moribundos.
Conviene recordar que ocultar la verdad al enfermo, total e indiscriminadamente, se considera hoy día una postura paternalista. Mentir a un paciente competente que quiere conocer su estado, conculca su derecho a ser informado y a tomar decisiones sobre su futuro. Y le impide adoptar las actitudes que sus creencias o su propia filosofía de la vida puedan dictarle.
3.- Cite y describa las fases descritas por Elizabeth Kübler-Ross, que se presentan en los enfermos que han sido informados de su enfermedad terminal.
Negación y aislamiento. Lo primero que suele pensar el paciente, después de recibir la mala noticia, es que no puede ser cierta, que no le puede pasar eso a él. Y busca otros médicos o recurre a
curanderos. Esta negación tiene un efecto amortiguador y concede un tiempo para que se movilicen otras defensas psicológicas.
Ira. Cuando al paciente le resulta imposible seguir negando la evidencia, reacciona con sentimientos de rabia, queja, envidia de los sanos y resentimientos. Frecuentemente se transforma en un paciente difícil, quejumbroso y exigente, que necesita mucha comprensión. Los cuidadores no deben tomar esta ira como algo personal contra ellos. Deben por el contrario, comprenderla y aceptarla. Puede ser la única manera que tiene el enfermo en esta fase de luchar, asegurar que todavía está vivo e intentar controlar la situación.
Pacto. En este período el paciente cambia de táctica. Intenta pactar, generalmente con Dios, para conseguir una mejoría o un aplazamiento. Para ello formula promesas y ofrece algo a cambio. Y suele pedir que le sea posible realizar algo por última vez, con la idea de no volver a pedir nada más. Las promesas sólo se comunican a las personas más allegadas. Pero es conveniente que el médico las conozca porque pueden estar relacionadas con sentimientos de culpa que sería bueno aliviar y que pueden aumentar cuando el paciente no cumple sus promesas.
Depresión. A medida que progresan los síntomas predomina en el enfermo una sensación de pérdida, que produce dolor y depresión. Pero hay que distinguir dos tipos de depresión que tienen distinta naturaleza y tratamiento.
Existe una depresión reactiva, por la pérdida de las cosas del pasado. Esta primera forma de depresión necesita mucha comunicación verbal. Es bueno que el paciente reciba palabras de ánimo y que sepa que alguien se ocupa de suplir sus responsabilidades.
Pero existe otra depresión que tiene su causa en las pérdidas que se avecinan. Esta depresión es preparatoria y es preciso pasar por ella para morir con aceptación y paz. Se le debe permitir expresar su dolor. Es preciso acompañarle, hablando sólo si él quiere, tal vez tomando su mano o simplemente sentándose a su lado.
Aceptación. Cuando el paciente ha tenido suficiente tiempo y ha sido ayudado a pasar por las etapas descritas, llega a contemplar su fin con una relativa tranquilidad, sin desasosiego ni enfado. Alberga pocos sentimientos. Suele estar cansado y débil y dormita con frecuencia. Pierde interés por las noticias del mundo exterior. No suele tener ganas de hablar. Prefiere las visitas cortas y que haya poca gente alrededor. La comunicación con él es sobre todo no verbal. Las personas que le visitan deben prestarse a ese tipo de comunicación silenciosa, pero sumamente significativa, en la que el visitante puede recibir aún más de lo que da. La aceptación final no es un mero abandono desesperanzado. Tiene algo de recapitulación de toda una vida y de eliminación de lo superfluo. Y puede ir acompañada de serenidad y de dignidad.
4.- Describa las fases en el modelo europeo.
Ignorancia. Comienza la llamada “conspiración del silencio” entre todos los que rodean al enfermo. Surgen ciertas dificultades y barreras a la comunicación con la familia, que es la única que conoce el diagnóstico.
Inseguridad. Se mezcla la esperanza con un miedo intenso. El paciente quiere salir de la incertidumbre y hace preguntas con el deseo de que le aseguren que la enfermedad no es grave.
Negación implícita. El paciente percibe, más o menos conscientemente, la situación real; pero a la vez la niega y actúa como si el peligro no existiese. Incluso realiza grandes planes nuevos o comienza una actividad distinta.
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