Seis especies de signos. Características generales de los signos

Seis especies de signos.

Características generales de los signos

El signo es bifacial: Esta expresión implica que el signo está constituido por dos mitades indispensables, una aishtheton, preceptible (o sensible), la otra noeton, inteligible (o racional): el significante, un impacto apreciable sobre al menos uno de los órganos sensoriales del intérprete, y el contenido significado.

Signos cero: en varios sistemas de signos, especialmente en los lingüísticos, el vehículo de un signo puede algunas veces, significar por su propia ausencia, es decir, presentarse en forma cero. Los lingüistas que emplean la expresión “”signo cero” se refieren, o bien “significante cero, o mucho más raramente, a “significado cero”, pero nunca a ambos; tomada en sentido literal, la noción de “signo cero” sería oximorónica.

Señal/tipo, denotación/designación: Una particular aparición de un signo, es más conocida ahora como token, mientras la clase de todas las apariciones del signo es llamada tipo. Parafraseando un ejemplo del propio Pierce, podríamos decir que si una página en un libro tiene 250 palabras, es éste el número de tokens de palabras, mientras el número de palabras diferentes en una página es el número de tipos de palabras.

La “semántica” es utilizada, de manera imprecisa, como término cobertura que abarca tanto la teoría de la referencia verbal, como la teoría del significado verbal, aunque en sentido estricto deberías ser confinada a esta última.

Seis especies de signos: el reconocimiento de las múltiples relaciones posibles entre las dos partes de un signo –el significante y el significado- ha llevado a filósofos a lingüistas con inclinación filosófica a intentar, en numerosas ocasiones a los de la historia de la semiótica, clasificar los signos o sistemas de signos. En la actualidad, sólo una media docena de signos, incluyendo frecuentemente algunas subespecies de opinión más o menos aproximada, se identifican con regularidad y se utilizan comúnmente.

Señal: La señal es un signo que mecánica (naturalmente) o convencionalmente (artificialmente) provoca alguna reacción en un receptor. Esto está en consonancia con el punto de vista de que “las señales pueden… ser proporcionadas por la naturaleza, pero también pueden ser producidas artificialmente”.

Una propuesta más interesante y productiva del concepto de una señal se encuentra en Pazukhin (1972); el desarrollo de una serie de fronteras, que van desde la necesidad de distinguir la noción física o tecnológica de signo de la predominante en las humanidades y en las ciencias sociales, hasta la necesidad, por una parte, de separar los fenómenos físicos que sean señales de os tipo de no señales, mientras, y por otra parte, se busca distinguir las señales de los signos.

Es importan decir que el concepto de señal toma su lugar lógico junto con los conceptos de síntoma y símbolo, y sin los cuales no puede ser comprendido y que debemos tratar constantemente con los aspectos de símbolo y aspecto de señal, y el signo en cuestión oscilará entre dos polos según el contexto de su emisión.        Sería bueno recordar lo que Bühler dijo acerca de la señal dentro de organización de su modelo: la señal apela al destino, cuya conducta interior y exterior gobierna; es decir, actúa como un regulador del tráfico, que posibilita o inhibe la reacción. Por contraste el síntoma, tiene que ver con la fuente, cuya conducta interior expresa; y el símbolo se relación con la designación.

Síntoma: un síntoma es un signo compulsivo, automático, no arbitrario, como el del significante unido al del significado a la manera de un enlace natural.

Es interesante destacar que los sutiles lógicos de Port-Roayl esbozaron una distinción entre síntomas “ordinarios” y lo que los físicos llamarían “signos vitales”, partiendo de un criterio esencialmente cuantitativo. En otras palabras, la especificación “compulsivo, automático” está sujeta a un refinamiento de probabilidades, aunque la denotación de síntoma sea siempre equivalente a su causa en el origen.

La sintomatología o semeiología, eventualmente se desarrolló una rema de la medicina con una triple y especializada preocupación por el diagnóstico, centrándose en el aquí y el ahora, y en sus dobles proyecciones temporales en el pasado amnésico y el futuro prognóstico.

Como todos los signos, los síntomas puede figurar tanto en los sistemas paradigmáticos como en las cadenas sintagmáticas. Una concatenación sintagmática de los síntomas puede ser de dos tipos: llamémosles actual y temporal. Un sintagma actual está formado por un conjunto de síntomas que se manifiestan simultáneamente, a lo largo de regiones diferentes del cuerpo humano; y un sintagma temporal implica una entrada de información desde la misma fuente, desde el origen, pero con intervalos sucesivos situados a o largo del eje del tiempo.

Icono:

Se dice que un signo es icónico cuando hay una similitud topológica entre un significante y su denotado,  Es decir se parece a lo representado.

Pierce expuso su triada fundamental en la que inicialmente, afirmo que había tres clases de signos, o representaciones:

• Semejanzas: termino que cambio por icono, son aquellos cuya relación con sus objetos son pura comunidad o cualidad.
• Índices: aquellas cuya relación con sus objetos cosiste en una correspondencia de hechos.
• Símbolos: (son lo mismo que signos generales), son aquellos cuya relación profunda con sus objetos es una cualidad atribuida, lo  que luego denomino leyes

Pierce distinguió después tres subclases de iconos: imágenes, diagramas y metáforas.

Dentro de nuestra comprensión de icono, se encuentran algunos problemas, llamémosle: la cuestión de la simetría y la cuestión de la regresión.

Wallis, asegura que la “relación de representación es no simétrica: un signo icónico o un signo convencional independientemente representan a su representado pero no viceversa.

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