Colombia un país de impunidad

Colombia un país de impunidad

En 2002 el gobierno de Álvaro Uribe Vélez inicia un proceso de paz con las autodefensas unidas de Colombia (AUC), en 2003 este grupo firma con el gobierno un acuerdo, en el cual aproximadamente 30 mil paramilitares cesarían sus operaciones, como parte de este proceso el gobierno presento un proyecto de ley en el congreso el cual beneficiaba a estos grupos por confesar sus crimines, pero ignoraba por completo a las víctimas, esta ley se llamó Alternativa Penal y tuvo que ser retirada debido a la presión que ejercieron la oposición y la comunidad internacional. Ya en 2005 el país adopta un marco legislativo que permite la persecución y sentencia de miembros de grupos armados ilegales que se hubiesen acogido a los procesos de desmovilización. Dicha regulación es conocida como la ley 975 de 2005 o la Ley de Justicia y Paz.

Esta ley criticada por muchos en el momento de sancionarla, por los muchos vacíos que dejaba y el alto grado de impunidad que iba a causar, en su momento organizaciones de derechos humanos manifestaron lo que creían que el proyecto causaría “El proyecto de ley no cumple las normas internacionales sobre el derecho de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación; además, agravará el problema endémico de la impunidad en Colombia , y entraña el peligro de que los paramilitares desmovilizados se reintegren en el conflicto armado” , a pesar de las críticas que tuvo esta ley se aprobó en el congreso la ley, y se le dio piso jurídico a este proceso de paz adelantado por el gobierno.

Después de cinco años de sancionada la ley, y de que el gobierno extraditara a los EE.UU a los principales jefes paramilitares, y del casi olvido de este proceso por la gran mayoría de la sociedad, sale a la luz el documental IMPUNITY realizado por el periodista Hollmam Morris, y el cineasta Juan Lozano. Este describe los últimos años de guerra en nuestro país con un planteamiento crudo y directo. El cual mediante su prosa narrativa quiebra el silencio sobre los crímenes cometidos por los paramilitares, enseñando el dolor de las víctimas.

Esta película recopila las voces de las víctimas del paramilitarismo, los cuales mediante unos procesos a veces humillante tenían que someterse a escuchar detrás de una pantalla que estos jefes paramilitares dijeran el paradero de sus familiares, y también la forma como eran asesinados. Muchas de las actos de barbarie que estos grupos aceptaron haber cometido fueron; decapitaciones, tortura, asesinatos de niños, mujeres embarazadas, lo cual según lo dicho por muchos de ellos lo hacían para generar zozobra en la población, pero ahí no acaba los actos de crueldad de estos jefes paramilitares, miles de cadáveres que terminaron arrastrados por los ríos; enormes fosas comunes en las fincas de estos hornos crematorios. Y las madres que deambulan de versión libre en versión libre preguntando por sus hijos,

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