DESIGUALDAD UN DESAFÍO

Maestría en Dirección y Gestión de

Instituciones Educativas

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ENSAYO:

El Sistema Educativo guatemalteco y su situación ante las Desigualdades de clase, género y etnia en educación.

INTRODUCCIÓN

Uno podría imaginarse que en este mundo en el que actualmente vivimos, todos valemos lo mismo, hombres y mujeres, niños y niñas, ricos y pobres; en la concepción de una igualdad como seres humanos, pero cuando comenzamos a conocer más de cerca la realidad que se vive, la experiencia es otra. Realmente hay una diferencia muy marcada entre muchos sectores de la población, grupos sociales, culturales, étnico, nivel académico y económico.

Interesante resulta analizar, comentar y sugerir, en relación a las desigualdades que hoy se viven y que marcan una brecha entre distintas realidades de la población guatemalteca por ser indígena o no, del área rural o urbana, del área metropolitana o del interior del país, desigualdades de género, que históricamente ha marcado la vida de muchas mujeres. Y pensar que el aspecto económico también marca diferencias entre lo pobladores de una región determinada.

Cuando se enfoca esta realidad en el campo de la educación, preocupa saber las realidades que se viven. En Guatemala se invierte más en un recluso que en un niño que se prepara para la vida, son Q.14.00 para reclusos del interior del país y Q.19.00 para los reclusos del área metropolitana por día; mientras que para los niños se invierte Q.1.11 diario para los niños del interior del país y para los del área metropolitana Q.1.58. Ver para creer. Eso únicamente en un aspecto, lo que implica que solo en inversión no hay preocupación por la educación del país. Una gran desigualdad.

Por eso decía que resulta interesante el abordar el tema, pues si esto se vive en el entorno de la escuela, dentro de la misma, las diferencias son bien marcadas y debe ser ella la que promueva la reducción de esa brecha de desigualdades para luchar por una Guatemala más justa y solidaria, prospera y productiva, en donde todos valemos y somos iguales.

El Sistema Educativo Guatemalteco y su situación ante las Desigualdades de clase, género y etnia en educación.

La desigualdad: condiciones, oportunidades, expectativas diferentes, es una realidad que ha atacado a la sociedad guatemalteca en el desarrollo de su historia y que ha marcado su progreso en materia de educación, economía-productividad. Históricamente, siempre ha prevalecido diferencia entre hombres y mujeres, dígase en trato, vestuario, trabajo-remuneración y oportunidades de desarrollo. Cuenta mi madre, que cuando llegó su edad de ir a la escuela (1957), la ilusión de participar de esa maravillosa experiencia era desmedida. Pasaron los maestros a la casa, la anotaron en el censo. Se fue a la escuela, estudió primero, aprobó y estaba ilusionada para segundo primaria. Cuando volvieron a pasar los maestros, al año siguiente, su progenitor indicó que ya no había niñas en edad escolar, solo niños, sus dos varones, quienes sí irían a la escuela. Lamentablemente esa estructura mental aún persiste en muchos guatemaltecos, que siguen considerando y concibiendo que la mujer es de la casa, por lo tanto no tiene por qué prepararse, en cambio el hombre sale a la calle y debe tener oportunidad de estudiar para desenvolverse en la vida y tener un medio para sustentar a la familia que le corresponda conformar, más la mujer, de comer tiene.

Mentalidad que marcó la vida de muchos ciudadanos, que siguen realizando tareas físicas pesadas, para sobrevivir, pero que también representó un desafío para las posteriores generaciones, beneficiadas con oportunidad de desarrollo desde su incursión en la escuela, he ahí el inicio de una gran experiencia de cambio y progreso para el ser humano, que ha vivido una lucha constante por combatir la brecha entre hombres y mujeres, clases social dominante y dominada, área metropolitana e interior del país, área rural y área urbana, indígena y no indígena, ricos y pobres.

Indudablemente que muchas de esas marcadas diferencias entre los sectores de nuestra sociedad, también incluye la desigualdad educativa. En 1993, atendiendo en la Escuela Oficial Rural Mixta Río Seco, San Mateo Ixtatán, Huehuetenango; acompañé al almuerzo a Catarina, (estudiante de la escuela) a su casa, me atendieron muy bien, me ofrecieron servirme si quería más, pero a Catarina, le sirvieron poco y una sola tortilla, seguro hubiese comido más. Al preguntar la razón, me dijeron que como ella iba a la escuela y no a trabajar al campo, solo le tocaba eso. Por lo menos, ya tenía oportunidad de escuela.

Importante es en este sentido, las políticas que pueda implementar el sistema educativo guatemalteco y luchar, con esta, una realidad latente aún en comunidades del país y la puesta en marcha de las mismas por parte de los operadores del sistema. Tarea no por menos sencilla, pues en su mayoría de los operadores, dígase docentes, en todos sus niveles, no se es coherente con las políticas establecidas, no se conocen los fines, objetivos y propósitos del sistema, y algunas veces, la ayuda o programas de apoyo para los estudiantes, se convierten en oportunidad para aprovecharse de los recursos en bienestar particular, olvidándose del bien común y de la tarea encomendado.

Actualmente, las políticas, van encaminadas a combatir este flagelo que sigue lastimando las entrañas de nuestros ciudadanos y por ende del país, pues son muy explicitas y claras cuando dicen:

• Fortalecimiento de los valores, el respeto, responsabilidad, solidaridad y honestidad, para la convivencia democrática, la cultura de paz y la construcción ciudadana.

• Impulso al desarrollo de cada pueblo y comunidad lingüística, privilegiando las relaciones interculturales.

• Promoción del bilingüismo y del multilingüismo a favor del diálogo intercultural. Sólo para citar algunas.

Marcado interés denotan por favorecer un proceso encaminado al desarrollo paulatino de las nuevas generaciones, con nuevas y mejores oportunidades, que se verán realizadas una vez todos

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