El horror economico

* DERECHO COLECTIVO DEL TRABAJO* 

Ensayo del libro:

“El horror económico”

Viviane Forrester.

El trabajo es considerado nuestro motor natural, es lo que constituye el crecimiento de la civilización occidental, sin embargo Viviane Forrester nos habla en este libro de que lo que hemos conocido hasta hoy como trabajo se ha vuelto una entidad desprovista de contenido, nuestra concepción de trabajo se ha vuelto ilusoria pues existe actualmente una crisis a nivel mundial, una crisis generalizada en la sociedad que es la mutación de toda una civilización, actualmente nos enfrentamos a una nueva era en el campo laboral, lo más grave de esto es que no lo logramos visualizar, continuamos aun con la idea de perpetuar el mito del trabajo pues es una de las pocas maneras que tenemos para demostrar nuestra utilidad, es nuestra defensa, por eso nos aferramos tanto a ella, cuando inconscientemente sabemos que ya no existe y que en poco tiempo desaparecerá por completo.

Antes se luchaba contra la explotación, pero esa contienda ha dejado de tener sentido pues el trabajo desapareció y hoy se padece la exclusión, el no ser requerido para los procesos productivos cada vez más automatizados que no requiere mano de obra o que requiere de muy poca.

Se habla constantemente del desempleo, pero el fenómeno actual de este término va más allá de lo que esta palabra proyecta, el desempleo trae consigo sufrimiento en la población, una persona desempleada solo puede aspirar a la culpa, la angustia, perdida de autoestima, la vergüenza, la frustración… experimenta diversas emociones que lo hacen pasar por los peores sentimientos que pueda tener un ser humano, sin darse cuenta de que se acusan de aquello de lo cual son víctimas y de que nos hemos convertido una cifra más introducida en la estadística.

En la actualidad, un desempleado no es objeto de una marginación transitoria u ocasional, que solo afecta a determinados sectores, sino que estamos todos, mundialmente atrapados en un fenómeno que no respeta a nadie y que nadie puede resistir. Las consecuencias de esto son graves, al desempleado se le juzga, y margina, se le hace creer que es responsable de su situación, se le engaña y trata de calmar con promesas falsas, promesas que anuncian el retorno de la abundancia, de una mejoría, de aquí resulta la marginación de un numero inmenso y creciente de buscadores de empleo, que irónicamente forman parte de una norma actual, una norma que no es reconocida ni vista como tal.

La política y los pocos ricos son quienes manipulan a las masas, son el principal creador y promotor de la pérdida del empleo ya que gracias al mal manejo de este rubro se han perdido millones de empleos, el poder recurre constantemente a la vergüenza que siente el individuo para convertirlo en su presa, para lograr conducirlo a la sumisión, pues una persona que ha sido debilitada por la falta de empleo, por el sentimiento de culpa, por los constantes reproches de no saber qué es lo que ha hecho mal, que lo han llevado a estar en esa situación, es más fácil imponerle la ley sin tener una oposición, sin violarla y sin protesta alguna, la vergüenza es un factor importante de las ganancias.

Los detenedores del poder económico tienen a sus pies a aquellos que antes eran considerados agitadores, aquellos que hasta ayer reclamaban y combatían, a aquellos que al poseer un salario o puesto se cuidaran de provocar cualquier agitación pues tienen miedo de perder ese trabajo tan escaso.

El Estado es un instrumento que beneficia al mundo empresarial y que ante este no tiene ninguna autoridad, pues toda la tiene el poder aquellos pocos ricos que nos manipulan. Puesto que la deuda estatal está en manos de las multinacionales, el gobierno no tiene otra solución que obedecer y favorecerlas, lo que confiere a esas transnacionales una libertad de acción ilimitada.

Es importante hacer mención de que el sector más vulnerable, es decir la clase trabajadora en conjunto representa también una gran clientela electoral y consumidora, lo que genera que la clase política se movilicen en torno a los problemas de trabajo y desempleo para darnos siempre las mismas respuestas, discursos y letanías de soluciones banales y superficiales, que aun que es sabido que son ineficaces nos mantienen entretenidos y así pueden dar a nuestro sistema ya agotado la apariencia de funcionamiento y perpetuar la vida de instituciones y jerarquías.

Las industrias son quienes más se benefician de ayudas del Estado y son las quienes más despiden, estas compañías generan mucha riqueza, pero en vez de ser solidarias con sus trabajadores, en vez de redistribuir estas ganancias, las invierten. Pues tiene una gran ventaja:  ellas a diferencia de los gobiernos y de los políticos, no tienen que ganarse al electorado. Por esta razón no tienen problema alguno con quitarle el trabajo a mucha gente. Esta práctica demuestra muy bien el carácter antisocial de las multinacionales que refieren generar menos costos que conservar el empleo y estabilidad del trabajador.

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