Ensayo Y Tu Cuánto Cuestas

¿Sabes qué se piensa de México en otros países? ¿Crees que incluso en México, se piense lo mismo?

El documental producido por Olallo Rubio ¿Y tú cuánto cuestas? Trata de mostrarnos la opinión de algunos seleccionados tanto mexicanos como estadounidenses.

A cada quién se le hacían preguntas acerca de distintos temas para que se llevara a cabo una comparación entre el pensamiento americano y el mexicano.

Una de las preguntas fue ¿Qué piensas de México? Esta pregunta fue hecha a personas de ambas nacionalidades. Al escuchar las respuestas desde las dos posiciones, te puedes dar cuenta de que al menos en lo negativo se tiene la misma percepción. Al escuchar la palabra México lo primero que se les venía a la mente era narcotráfico, delincuencia, pobreza, ignorancia, etc. Mexicanos que a pesar de haber dado su opinión confesaron que a pesar de todas esas carencias que se tiene aman a su país y que definitivamente no les gustaría vivir en otro lugar. Sin embargo cuando se preguntó por lo que se pensaba de Estados Unidos, los mexicanos dijeron que era un país prepotente y controlador, pero a pesar de ello aceptaron que la mayoría de las cosas que consumen son estadounidenses y esto es gracias a la enorme dependencia que tiene, no sólo México, sino también el mundo entero de este país primermundista.

Cada vez podemos darnos cuenta más fácilmente del estereotipo que se tiene de los mexicanos, aunque nos cueste aceptarlo nos hemos ganado esta fama.

A lo largo del documental nos podemos dar cuenta de que existen estereotipos muy marcados. ¿Pero esto realmente pasa en ambos países? ¿Todos concuerdan con estos estereotipos?. En el documental se logran ver opiniones muy similares son muy pocos los que tienen una opinión diferente, no podemos generalizar la opinión del un país entero con el testimonio de unos cuantos, sin embargo sí se debe de aceptar que existe esta continua comparación entre “ellos” y “nosotros”.

Es tiempo de abrir los ojos, de ser el cambio y la esperanza de nuestro país. Se nos hace fácil quejarnos, hablar mal y culpar al nuestro país vecino. Llegó la hora de dejar de preocuparnos y comenzar a ocuparnos. Si no nos gusta el cliché que se ha formado a lo largo de nuestra historia atrevámonos a romperlo y a crear uno mucho mejor.

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