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Eres Tuyo Metafisica


Enviado por   •  24 de Enero de 2015  •  2.077 Palabras (9 Páginas)  •  209 Visitas

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“Todo arte y toda investigación e, igualmente, toda acción y libre elección parecen tender a algún bien; por esto se ha manifestado, con razón, que el bien es aquello hacia lo que todas las cosas tienden”. Aristóteles, Ética A Nicómaco, I, 1094a, 1-5 |

LA MORAL EN LA SOCIEDAD MEXICANA ACTUAL

Desde siempre el hombre ha buscado la felicidad y el sentido de vida, es decir, el deseo de obtener una vida plenamente satisfactoria, y esta aspiración está arraigada en lo más profundo del corazón humano, como fin último del hombre. La realización de este deseo depende en gran parte del propio obrar que se encuentra y, frecuentemente, está en conflicto, con el deseo de los otros. ¿Cómo es posible lograr la determinación del recto obrar que conduce a las personas particulares, la comunidades, las naciones enteras hacia una vida lograda o, en otras palabras, hacia la felicidad?

Los cristianos están convencidos de que, en la Biblia, se pueden encontrar indicaciones y normas para obrar rectamente y para alcanzar la vida plena, pero diversas objeciones se oponen a esta convicción, tal es el rechazo de normas, obligaciones y mandamientos, instintivo en la persona humana.

En la sociedad actual se presentan como igualmente fuerte el deseo de una plena felicidad y el deseo de una libertad, de poder obrar según el propio albedrío, desvinculado de toda norma. Para algunos esta falsa libertad es además esencial para alcanzar la felicidad plena y verdadera. Según esta concepción, la dignidad de la persona humana exigiría que ella no deba aceptar ninguna norma que le venga impuesta desde fuera, sino que sea la persona misma quien determine libre y autónomamente lo que considera justo y válido.

El hombre contemporáneo se enfrenta en su diario vivir con problemas morales suspicaces, que el progreso de las ciencias, la tecnología y la globalización de los países, ponen constantemente, en tela de juicio, a tal grado, que también creyentes convencidos tienen la impresión de que algunas certezas de otros tiempos –como son manifestados en la Sagrada Escritura– quedan anuladas. Es el hecho de situarse ante los problemas de la actualidad y entonces se puede pensar en los temas de la violencia, del terrorismo, de la guerra, de la inmigración, de la distribución de las riquezas, de la lucha por el poder, del respeto a los recursos naturales, de la vida, del trabajo, del amor, de la sexualidad, de la familia o de la vida comunitaria.

Esta ley que hoy te impongo no es difícil, no está en los cielos, no está al otro lado de los mares, la tienes eternamente cerca de ti, “ya la tienes en la boca y la sabes de memoria, y sólo hace falta ponerla en práctica”. Es imposible desvincular la moral de los preceptos que en la Biblia encontramos, sabios textos, que no pueden aislarse de las normas, sino que corresponden siempre a un determinado contexto, si bien no ofrece soluciones pre-confeccionadas, presenta criterios cuya aplicación ayuda a encontrar soluciones válidas para el obrar humano.

Cuando los gentiles, que no tienen ley, cumplen las prescripciones de la ley guiados por la razón natural, sin tener ley son para sí mismos ley -es decir, obran según su conciencia–. Y con esto muestran que los preceptos de la ley están escritos en sus corazones, siendo testigo su conciencia con los juicios que, alternativamente, ya les acusan o bien les defienden. En la intimidad de su corazón, todo hombre tiene grabada una ley moral natural que participa de la ley eterna de Dios. El mal moral es el único verdadero mal, pues hiere la naturaleza del hombre faltando contra la razón, la verdad y la conciencia, contraviniendo los designios eternos del Autor del orden natural.

La conciencia moral permite al hombre conocer la bondad y la maldad, pero sobre todo le ayuda a discernir en esta polaridad; es un conocimiento cabal e individual, que permite a la persona – hombre o mujer- emitir juicios sobre su obrar, pero que está determinada por la moralidad de las sociedades.

Necesitamos una crítica de los valores morales, hay que poner alguna vez en entredicho el valor mismo de esos valores –y para esto se necesita tener conocimiento de las condiciones y circunstancias de que aquellos surgieron, en las que se desarrollaron y modificaron (la moral como consecuencia, como síntoma, como máscara, como tartufería, como enfermedad, como malentendido; pero también la moral como causa, como medicina, como estímulo, como freno, como veneno), un conocimiento que hasta ahora ni ha existido ni tampoco se lo ha siquiera deseado.

La dignidad de la persona humana implica y exige la rectitud de la conciencia moral, ya que ella le hace posible asumir la responsabilidad de los actos realizados. Hablar de ética o moral va mas allá de solo considerarlo como normas que rige una sociedad, implica penetrar en la profundidad de su significado, considerando que la moral aplica a todos los aspectos de los actos humanos. Imposible concebir el actuar del hombre lejos de los juicios de la moralidad individual o social. Partiendo de este postulado, es congruente limitar este ensayo sobre la moral en la sociedad mexicana actual a un ámbito en específico, y decidiendo así abordar la problemática de la ética del amor; el amor es una fuerza extraordinaria, que mueve a las personas a comprometerse con valentía y generosidad en el campo de la justicia y de la paz. Entendiendo pues al amor como principio rector de toda moralidad, se analizará la moral de la sociedad contemporánea.

El amor es la tendencia a la plenitud existencial y a la felicidad verdadera, inscrita en el corazón humano, que se realiza en la práctica mediante la aceptación complacida de la existencia del otro. Vocación común a todo hombre, el amor se percibe como sentido de la vida, que compromete todas sus dimensiones: lo corporal, lo psíquico, lo espiritual y lo social. El amor de benevolencia no solo se conforma con aliviar al que sufre, es buscar la perfección integral del amado y su bien objetivo, sin esperar a cambio recompensa alguna, es este tipo de amor, el concepto que nos ayuda a entender, de mejor manera, la verdadera esencia del amor y a superar

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