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Independencia De Brasil


Enviado por   •  17 de Junio de 2013  •  2.608 Palabras (11 Páginas)  •  615 Visitas

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INDEPENDENCIA DE BRASIL

El territorio que ahora ocupa Brasil fue reclamado por Portugal por primera vez el 22 de abril de 1500 cuando el navegante Pedro Álvares Cabral llegó a sus costas. Desde 1534 se inició el asentamiento permanente por parte de los portugueses, quienes expandieron el territorio hacia el Oeste durante los siguientes 300 años hasta que establecieron casi todas las fronteras que constituyen el actual Brasil. En 1808, el ejército del emperador de Francia Napoleón Bonaparte invadió Portugal y forzó a la familia real portuguesa a marcharse al exilio. La corte portuguesa fue establecida en la ciudad de Río de Janeiro, que se convirtió en la sede no oficial de todo el Imperio portugués. Este cambio de sede generó un gran giro en las relaciones metrópoli-colonia. Según Westthalen: «en 1807 se produjo lo que podría llamarse inversión brasileña, esto es, la transformación de la capital luso-brasileña en sede de la monarquía portuguesa [...] en realidad Brasil pasaba a ser la metrópolis y Portugal, la colonia.»

El 12 de diciembre de 1815, Juan VI, entonces regente de su madre incapacitada, la reina Maria I, elevó a Brasil de colonia a Reino unido con Portugal.

En 1820, la Revolución liberal de Oporto estalló en Portugal. El movimiento iniciado por constitucionalistas liberales resultó en la reunión de las Cortes, que crearían la primera Constitución del reino. Al mismo tiempo, las Cortes demandaron el retorno del rey Dom João VI, que había fijado su residencia en Brasil desde 1808, para lo cual había elevado a Brasil como reino como parte del Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve en 1815 y había nominado a su hijo y príncipe heredero Don Pedro como regente para gobernar el Reino de Brasil en su lugar el 7 de marzo de 1821. El rey se marchó a Europa el 26 de abril y dejó a Don Pedro en Brasil para que gobernara el reino con la ayuda de los ministros del interior, de asuntos exteriores, de guerra y marina y de finanzas.

Los oficiales militares portuguesas movilizados en Brasil estaban a favor del movimiento constitucionalista en Portugal. El líder más importante de los oficiales portugueses, el general Jorge Avilez, forzó al príncipe a destituir y expulsar del país a los ministros del Reino y de Finanzas. Ambos eran aliados leales de Pedro, quien se había convertido en peón a manos de los militares. La humillación sufrida por el príncipe, quien juró que nunca volvería a ceder a la presión de los militares, influyó de manera decisiva sobre su abdicación diez años más tarde. Mientras tanto, el 30 de septiembre de 1821, las Cortes aprobó un decreto que subordinó los gobiernos provinciales brasileños directamente a Portugal. El príncipe Pedro se convirtió, para todos los efectos, en solamente el gobernador de la provincia de Río de Janeiro. Otros decretos posteriores ordenaron su retorno a Europa y pusieron fin a las cortes judiciales creadas por João VI en 1808.

La insatisfacción por las medidas de las Cortes entre la mayor parte de residentes en Brasil (tanto nacidos en Brasil como en Portugal) aumentó hasta un punto en que pronto se dio a conocer públicamente. Surgieron dos grupos que se opusieron a las acciones de las Cortes que socavaban gradualmente la soberanía brasileña: los liberales liderados por Joaquim Gonçalves Ledo (quien contaba con apoyo de los masones) y los bonifacios comandados por José Bonifácio de Andrada. Ambas facciones no tenían nada en común con respecto a sus planes para Brasil, con la única excepción de su deseo de mantener el país unido con Portugal como una monarquía soberana.

La rebelión de Avilez

Príncipe Pedro ordenó al oficial portugués Jorge Avilez regresar a Portugal después de su frustrada rebelión.

Los diputados portugueses de las Cortes no mostraron ningún respecto hacia el príncipe y se burlaron abiertamente de él. Por ello, la lealtad que tenía Pedro hacia las Cortes cambió gradualmente hacia la causa brasileña. Su esposa, la princesa María Leopoldina de Austria, apoyó el bando brasileño e influyó en Pedro para que permaneciera en el país. Los liberales y los bonifacios se manifestaron abiertamente pidiendo la permanencia de Pedro.La respuesta de Pedro llegó el 9 de enero de 1822, cuando declaró que

Como es por el bien de todos y para la felicidad general de la nación, estoy listo: Díganle a la gente que me quedaré.

Tras la decisión de Pedro de desafiar a las Cortes, alrededor de 2000 hombres dirigidas por Jorge Avilez se levantaron antes de concentrarse en el monte Carmelo, que fue pronto rodeado por 10.000 brasileños armados. A continuación, Don Pedro destituyó al general portugués y le ordenó retirar a sus soldados a la bahía de Niterói, donde esperarían ser trasladados a Portugal.

José Bonifácio fue nombrado ministro del Reino y Asuntos Exteriores el 18 de enero de 1822. Al poco tiempo, Bonifácio estableció una relación de padre a hijo con Pedro, quien comenzó a considerar al experimentado estadista como su mejor aliado. Gonçalves Ledo y los liberales intentaron minimizar la relación cercana entre Bonifácio y Pedro ofreciendo al príncipe el título de Defensor Perpetuo de Brasil. Para los liberales, la reunión de la Asamblea Constituyente era necesaria para Brasil, mientras que los bonifacioes prefería que Pedro aprobara la Constitución por sí mismo para evitar una anarquía similar a la ocurrida durante los primeros años de la Revolución Francesa. El príncipe accedió a los deseos de los liberales y firmó un decreto el 3 de junio de 1822 para llamar a elección de los diputados que formarían la futura Asamblea General Constituyente y Legislativa en Brasil.

Príncipe Pedro rodeado por una multitud vitoreante en São Paulo tras dar las noticias de la independencia brasileña el 7 de septiembre de 1822.

Fueron enviados emisarios a Minas y a São Paulo para obtener más votos a la causa emancipadora, con resultados positivos. En Río del Janeiro se elaboró una representación (en una recogida de firmas) en que se pedía la permanencia de Don Pedro. El documento llegó a las manos de Don Pedro el 9 de enero de 1822 por cuenta de José Clemente Pereira, presidente del Senado de la Cámara de Río de Janeiro. En respuesta, el Príncipe Regente decidió desobedecer las órdenes de las Cortes y permanecer en Brasil: era la vez del "Permanezco" La decisión del príncipe de desafiar las Cortes era producto de un amplio movimiento, en el cual se destacó José Bonifácio de Andrada e Silva. Miembro del gobierno provicional de São Paulo, escribió una carta a Don Pedro el 24 de diciembre de 1821, en la cual criticaba la decisión de las Cortes

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