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LA CRISIS DEL SISTEMA POLITICO MEXICANO Y LA TRANSICION DEMOCRATICA


Enviado por   •  1 de Noviembre de 2012  •  2.390 Palabras (10 Páginas)  •  1.083 Visitas

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LA CRISIS DEL SISTEMA POLITICO MEXICANO Y LA TRANSICION DEMOCRATICA

El sistema político mexicano (SPM) se podría entender como el conjunto articulado de las prácticas y relaciones de poder efectivamente vigentes en una sociedad. Es el ámbito práctico de un gobierno, pues la parte formal estaría compuesta por las leyes y normas. Lo deseable es que tal sistema debería tender a un orden político resultante de la interrelación de sus elementos (actores e instituciones). Esto se logró, de alguna medida, desde 1929 hasta 1988 cuando el modelo político ya no dio más de sí, quedó agotado y se mantenía con base en reglas autoritarias.

Antes de la alternancia presidencial el SPM tenía como núcleo central el binomio Presidente de la República-Partido del Gobierno, y de ahí emanaba la fuente de poder a partir de la cual se alimentaba todo el mecanismo socio-político. La burocracia, los niveles de gobierno (Federal, Estatal y municipal), los Poderes de la Unión (Legislativo y Judicial), los partidos políticos, las organizaciones sociales y corporativizadas, los medios de información y el mismo Ejército estaban a expensas del núcleo de poder. La forma gráfica que adoptaba era un símil con un sistema solar.

Hoy las cosas son distintas, el anterior esquema está roto y aún no hemos organizado otro nuevo y diferente, las relaciones sociales y políticas entre los niveles de gobierno y la sociedad operan a partir de un híbrido de viejas y nuevas reglas. Por ello es que observamos hechos novedosos, espectaculares, contradictorios, desordenados, como si se tratara de un navío al que le han cortado las amarras y aún no encuentra la brújula y el plan de ruta para buscar el puerto de la consolidación democrática. Lo retante es que ya no podemos anclar el pasado, el viejo esquema difícilmente podría ser reconstruido, la sociedad no permitiría la regresión.

Antecedentes del Sistema Político Mexicano

El sistema que nace en 1929, es resultado de la lucha armada que culmina en 1917. Los caudillos Venustiano Carranza, Alvaro Obregón y Plutarco Elías Calles son quienes ganan la Revolución y no así los representantes de los sectores más pobres, Francisco Villa y Emiliano Zapata.

De todos ellos destacó Plutarco Elías Calles, quien impuso una especie de Maximato, al extender su poder más allá de su gobierno. Pero fue él quien acordó el fin de la etapa de los caudillos y el principio de la época de las instituciones, su logro principal: la transmisión pacífica e institucional del poder.

El instrumento fue la conformación del Partido Nacional Revolucionario (PNR), una constelación de fuerzas regionales y partidos de carácter disímbolo que se aglutinan en torno al “partido del gobierno” (cooperativistas, agraristas, socialistas, regionalistas, militaristas, profesionistas, gremialistas, obreristas). El PNR nace con los objetivos de: establecer la democracia, mejorar el ambiente social y la reconstrucción nacional.

La consolidación del Sistema Político Mexicano

El presidente Lázaro Cárdenas del Río se afianza en el poder golpeando a Plutarco Elías Calles, quien en 1936 tuvo que comparecer ante las autoridades acusado de acopio de armas, ante lo cual abandonó el país, por la fuerza, para un exilio físico y político que habría de durar casi un decenio. Antes de que el callismo pudiera reaccionar, el Maximato había tocado a su fin. Al mismo tiempo destruyeron su principal base de apoyo, la maquinaria política de Garrido Canabal y sus ‘camisas rojas’ en Tabasco.

En 1938 el PNR se transforma en Partido de la Revolución Mexicana (PRM), con una base formada por los sectores obrero, campesino, popular y militar. La diarquía Presidente/jefe máximo, fue sustituida por la de Presidente/Partido.

“A partir de 1940, los elementos centrales del sistema político se definieron con mayor nitidez y en muchos casos se ampliaron pero muy pocos cambiaron. El centro aglutinador siguió siendo la Presidencia de la República, cuyas facultades constitucionales y metaconstitucionales no se vieron obstaculizadas ni limitadas por los otros poderes federales con las que se supone comparte el poder, ni tampoco por el surgimiento de centros informales de poder. El Congreso, el poder judicial, el gabinete, los gobernadores de los estados, el ejército, el partido oficial, las principales organizaciones de masas, el sector paraestatal e incluso las organizaciones y los grupos económicos privados, reconocieron y hasta apoyaron el papel de la Presidencia y el presidente como instancia última e inapelable en la formulación de iniciativas políticas y resolución de los conflictos de intereses en la cada vez más compleja sociedad mexicana”. 1

Como conclusión en 1946 deparece el cuarto sector del PRM, los militares, y de paso este se transforma en Partido Revolucionario Institucional (PRI). Una parte consubstancial a la institucionalización del poder de los hombres que triunfaron con la Revolución fue la estabilidad y el crecimiento económico. Con dos fases o ritmos que, Héctor Aguilar Camín y Lorenzo Meyer, identifican como el “milagro mexicano” que va de 1940 a 1968 y observa un crecimiento económico de 6% sostenido en promedio; y el momento que va de 1968 a 1984, que describe el agotamiento de una estrategia económica, identificada con la crisis.

El “desarrollo estabilizador” que tuvo su florecimiento hasta 1973, mantuvo como características la sustitución de importaciones, barreras proteccionistas y fuerte inversión en irrigación, ferrocarriles y energía. La salida planteada, después, no tuvo éxito y se cayó en el populismo económico.

Conflictos sucesorios y oposición al Sistema

El agotamiento del sistema político se explica, también, por los enfrentamientos internos de la clase política gobernante, expresados de manera palpable en la coyuntura de la sucesión presidencial y por el mismo crecimiento e implantación territorial de las fuerzas de oposición.

1939–1940. La revolución cardenista viró a la derecha en la persona de Manuel Avila Camacho (1940–1946). Sin embargo la sucesión no fue tersa, pues el general Juan Andrew Almazán se fue por la libre y buscó vencer al candidato cardenista.

1945–1946. A la candidatura de Miguel Alemán Valdéz (1946–1952) se opuso la de Ezequiel Padilla, operando la llamada ‘oposición desde adentro’.

En 1952 la candidatura de Adolfo Ruiz Cortines (1952–1958) encontró la oposición del general Miguel Henríquez Guzmán.

1970. Con el movimiento previo del conflicto estudiantil de 1968, se interpreta que Luis Echeverría Álvarez (1970–1976) no fue ajeno y uso el conflicto

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