Republica Federal Centroamericana

La República Federal

Los primeros años habían sido difíciles, pero en 1824, al proclamarse las constituciones de los estados y de la Federación, se empezaron a colocar los cimientos del edificio del estado en Centroamérica. Los dos años siguientes parecían promisorios, pues se instalo un congreso federal, se eligió a Manuel José Arce como Presidente de la Federación, y se empezaron a establecer relaciones con potencias extranjeras (Inglaterra, Estados Unidos y Holanda enviando diplomáticos para establecer relaciones con el nuevo país).

Mas las apariencias eran engañosas. Dadas las grandes diferencias entre las religiones, entre liberales y conservadores, dentro de los mismos partidos, y entre los mismos   partidos, y entre políticos individuales, fue solo cuestión de tiempo antes de que estallara el conflicto. Manuel José Arce fue el primero en darse cuenta de la complejidad del problema. Busco armonizar los intereses de liberales y conservadores pero la tarea le resulto imposible. En ambos partidos había individuos radicales que rechazaban el acuerdo con el otro lado. El mismo Arce había llegado al poder con   apoyo de los liberales y se vio obligado a gobernar con el apoyo de los conservadores. En octubre de 1826 las diferencias entre el gobierno federal de Arce y el estado de Guatemala, en manos de los liberales, dieron pie a una guerra civil que duro hasta abril de 1829. Con la excepción de Costa Rica, todos los estados se vieron envueltos en el conflicto.

En el transcurso de esta guerra civil, el liderazgo de los liberales paso a Francisco Morazán, quien demostró un gran talento militar. En 1829, obtuvo la derrota total de las tropas federales, lo que le permitió salir electo presidente de la República Federal. Durante los diez años que estuvo en el poder Morazán contó con muy pocos recursos para desempeñar su labor y a pesar de grandes esfuerzos la Federación termino disolviéndose.

Los problemas eran numerosos. Diversos políticos conservadores trataron de recuperar el poder con ayuda extranjera, los estados se resistían a aceptar el liderazgo de Morazán y se negaban a pagar los impuestos que le tocaba recibir a la Federación. Además, los liberales introdujeron reformas demasiado atrevidas para la época, las que provocaron reacciones, negativas de parte   de la población.

Las amenazas externas eran particularmente serias pues provenían tanto de las nuevas pretensiones   expansionistas inglesas como de los deseos de España de recobrar el dominio de sus territorios en América. El superintendente (o gobernador) de Belice, región ocupada por los ingleses de forma ilegal se tomo la isla de Roatán   en la costa atlántica de Honduras. España también provoco graves preocupaciones cuando concentro numerosas tropas en Cuba, que todavía seguía siendo su colonia. En Omoa hubo un intento fallido de restaurar el imperio Español cuando se sublevo el coronel Domínguez y busco el apoyo de español. El mismo Arce solicito el apoyo de México para tratar de recuperar el poder por medio de una invasión.

Mas frecuentes eran los problemas internos, es decir aquellos entre Morazán y los estados que conformaban la federación. El estado de San Salvador no fue excepción.

En 1830 los salvadoreños   eligieron jefe del estado a Jose María Cornejo, un dirigente conservador. Como tal, Cornejo se oponía a todo lo que pretendía Morazán al grado de impedirle al presidente Federal que entrara al territorio del estado y de declarar la separación de San Salvador de la federación el 1832. Morazán entonces invadió San Salvador y coloco en el poder a su aliado Marino Prada. El periodo de Prada fue de gran inestabilidad y termino con su derrocamiento a manos del moderador San Martin, quien decreto nuevamente la separación del estado de la Federación a su vez Morazán invadió con sus tropas para restablecer la autoridad de la Federación   y de sus partidarios.

Como se ha dicho, parte de las dificultades de Morazán se debía a que los estados se resistían ha seguir las disposiciones emanadas de la antigua capitanía general en ciudad de Guatemala. Para solucionar este problema el gobierno Federal decido en 1834 abandonar Guatemala y crear un distrito Federal en San Salvador donde se instalaría el gobierno. Desde allí, Morazán pudo ejercer gran influencia en los asuntos del estado de San Salvador, donde de todas formas contaba con numerosos simpatizantes.

Pero las dificultades de estos años no se debían únicamente a los celos entre las provincias y a la antigua capital. La imprudencia de los políticos liberales al introducir reformas radicales causo resentimientos en varios grupos. Mariano Prado es un ejemplo de ese tipo de liberal. Durante su periodo en el poder introdujo el sistema de jurados y un nuevo impuesto que tenia que pagar todos los ciudadanos. El sistema de jurados ponía en gran desventaja   a la población indígena que no sabía leer ni escribir. Mas grave aun era el nuevo impuesto que para los indios era igual el tributo que les exigía la corona española. El descontento causado por estas medidas llevo primero a una sublevación en Izalco, seguida por un motín en San Miguel y finalmente, por la famosa rebelión de Anastasio Aquino.

Similares problemas en Guatemala empujaron a la federación a su crisis final. Marino Gálvez, el jefe del estado de Guatemala,   trato de imponer el sistema de jurados y otras reformas liberales que le ganaron la animadversión de la iglesia católica y de los indios. Para colmo,

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