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¿Son Compatibles La Libertad, La Igualdad Y La Democracia?


Enviado por   •  4 de Febrero de 2014  •  7.325 Palabras (30 Páginas)  •  622 Visitas

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¿Son compatibles la libertad, la igualdad y la democracia?

David Schweickart

http://orion.it.luc.edu/~dschwei/

Un desfile de enanos y gigantes

Empezaré dando una respuesta concisa a la pregunta del título de mi disertación: sí, pero no bajo el capitalismo. A continuación trataré de argumentar la respuesta. La filosofía, incluida la filosofía política, tiende hacia la abstracción. Hasta cierto punto, así debe ser. De otro modo permaneceríamos en la caverna de Platón intentando descifrar las sombras de imágenes parpadeando en la pared. Pero si a la vez no tenemos un sólido anclaje en la realidad concreta, empírica, nuestro filosofar corre el peligro de convertirse en vacío especialmente si discurre sobre asuntos políticos. Por eso quisiera comenzar con algunos datos empíricos. Los que emplearé son de los Estados Unidos, porque es el país capitalista dominante en el mundo de hoy y tiene, al parecer, la economía más impresionante. También es el país que conozco mejor.

Primera parte: desigualdad

Todo el mundo sabe que el capitalismo tiende a generar enormes desigualdades de ingreso y riqueza, pero a menos que uno tenga un sentido matemático particularmente agudo es difícil calibrar el perfil de las desigualdades que se han generado en el capitalismo “realmente existente”. Los coeficientes de Gini, o las comparaciones entre las proporciones de ingreso que van al decil superior y al decil inferior, no estimulan gran cosa la imaginación. Hace algunos años, siguiendo el ejemplo del economista Jan Pen comencé a utilizar como un utensilio heurístico la imagen de un desfile. Siguiendo a Pen, lo llamaré “un desfile de enanos y gigantes.”

Veamos como funciona. Allá por el año 1995 había en los Estados Unidos aproximadamente 100 millones de hogares. El ingreso medio de esos hogares rondaba los 45.000 dólares (aproximadamente 7 millones de pesetas). A continuación imaginad un desfile que incluya a un representante de cada hogar. El desfile durará una hora. Los representantes se alinearán de modo que los más pobres irán primero, seguidos por los que son cada vez más ricos.

Vamos a suponer que por alguna alquimia biológica podemos hacer la altura de cada persona proporcional al ingreso del hogar al que representa. Por lo tanto, la gente pobre será muy baja, y la gente rica mucho más alta. Admitamos por convención que la estatura media de un americano sea de dos metros (una exageración para hacer más simple el cálculo). Eso representa 45.000 dólares (7 millones de pesetas) de ingreso anual. Supón que tu tienes la estatura media y estás en tu puesto a lo largo de la senda del desfile. ¿Qué verás?

Pues bien, cuando el desfile comience verás un montón de gente muy bajita que apenas se alzan unos centímetros del suelo. De hecho han de transcurrir los primeros cinco minutos para que los participantes alcancen los 30 centímetros, que representan un ingreso anual de 7.500 dólares (un millón de pesetas). Hay realmente unos ocho millones de hogares en los Estados Unidos que no ganan más que eso.

Es un desfile bastante aburrido, como te habrás dado cuenta enseguida. Hay una inmensidad de gente bajita, y su estatura no crece muy deprisa. Pasan veinte minutos, y aún estás mirando hacia abajo. Los participantes todavía son de un metro de altura. Su ingreso es de 22.500 dólares (tres millones de pesetas). Luego pasan otros diez minutos. El desfile ha llegado a la mitad. Quizá pensabas encontrarte con gente de estatura media, pero no, sólo llegan aún a las tres cuartas partes de tu estatura: un metro y medio. La mediana del ingreso en los Estados Unidos, a diferencia de la media (o promedio), es tan sólo de 34.000 dólares (5 millones de pesetas). La mitad de los hogares estadounidenses ganan menos de esa cantidad al año. Dado que la distribución de la renta está muy sesgada hacia lo alto, el ingreso medio --esto es, la suma de todos los ingresos dividida por el número total de hogares-- es en los Estados Unidos considerablemente mayor que la mediana.

El desfile prosigue. A los treintiocho minutos los ingresos medios aparecen ante la vista (7 millones de pesetas). Al cabo de tres cuartos de hora las estaturas han alcanzado los dos metros y medio, representando ingresos de 57.000 dólares (9 millones de pesetas). Eso ya es ser alto, comparado con las estaturas media y mediana, pero las alturas aún no aumentan con mucha rapidez. A los 57 minutos, cuando tan sólo faltan tres minutos para finalizar el desfile, aparecen los primeros miembros del 5% superior con ingresos de 113.000 dólares (17 millones de pesetas). No es una cifra particularmente grande, por lo menos para lo común entre ricos y famosos. Es gente alta, de cinco metros --dos veces y media tu propia estatura--, pero se ven empequeñecidos por las estaturas que se perfilan detrás suyo.

Ahora el desfile comienza a ponerse interesante. Las alturas empiezan a espigarse. Durante los últimos 36 segundos vemos pasar al 1% superior, empezando con los de 200.000 dólares (30 millones de pesetas) que ya alcanzan los nueve metros. El salario del Presidente Clinton es de 200.000 dólares, la máxima paga gubernamental. Pero el ingreso presidencial no te coloca entre la gente verdaderamente grande. En 1995 unas 70.000 personas declararon rentas por encima de un millón de dólares (150 millones de pesetas), cinco veces el ingreso del Presidente. Marchan a 40 metros de altura, más altos que una casa de diez pisos. En los últimos segundos aparecen los propietarios del capital de las mayores corporaciones empresariales. Los que llegan a los diez millones de dólares (1.500 millones de pesetas) se alzan a 400 metros por encima tuyo: se codean con la torre Sears, el edificio de oficinas más alto del mundo. (En 1993 la remuneración media para cada uno de los 160 socios de Goldman Sachs fue de 11 millones de dólares, equivalentes a unos 1.650 millones de pesetas). A continuación viene Michael Eisner, de Disney. Ingresó 46 millones de dólares anuales como promedio de los años 1991-95 (7.000 millones de pesetas). Su cabeza se encuentra a dos kilómetros del suelo. Después aparece Lawrence Cross, de la Green Tree Financial Corporation. Es tres veces más alto que Eisner. Sus ingresos de 140 millones de dólares (21.000 millones de pesetas) elevan su estatura 6 kilómetros a lo alto. Finalmente, la última persona en llegar, con su cabeza mucho más allá de donde alcanza la vista, es el siempre jovencito William Gates. Sus ingresos no se han hecho públicos, pero si su riqueza patrimonial estimada en 40.000 millones de dólares (6 billones de pesetas ) le rindiera un modesto 5% eso supondría una renta de 2.000 millones de dólares al año (300.000

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