Concepto de la drogadicción

Definición de drogadicción.

Dentro de este apartado se define desde diferentes autores el concepto de drogadicción, para concluir en el que se enmarcará este estudio.

La drogadicción es la “enfermedad en la que el individuo siente urgencia irresistible para consumir la droga, y sigue usándola a pesar de que esto le cause graves problemas en su vida personal” (Thompson; 2000: 23).

Es, desde otro punto de vista, una enfermedad que consiste en la dependencia de sustancias que afectan el sistema nervioso central y las funciones cerebrales produciendo alteraciones en el comportamiento, la percepción, el juicio y las emociones (Kornblit; 2004).

En estas dos primeras definiciones se maneja la drogadicción como una enfermedad, para esto, se profundizará más en el concepto de enfermedad, en la cual

Laurell (citado por Sánchez; 2006) menciona que la enfermedad es manejada como el desequilibrio en las funciones del organismo y que se asocia a un problema en particular, donde el sujeto presenta molestias y síntomas que son evaluados subjetivamente pero también desde el contexto social al que la persona pertenece.

La drogadicción, según Sánchez, es el “estado psíquico y a veces también físico producido por la interacción entre un organismo vivo y un fármaco, caracterizado por comportamientos y reacciones que incluyen el uso compulsivo de la sustancia, continuo o periódico, para provocar sus efectos psíquicos y a veces para evitar el malestar determinado por su ausencia” (2006: 9).

La drogadicción es una enfermedad causada por la dependencia a ciertas sustancias tóxicas ajenas al organismo, donde se ve afectado el sistema nervioso central, produciendo alteraciones en el estado emocional, en la percepción, en el juicio y en la conducta del individuo.

Tipos de drogas.

Las drogas pueden ser catalogadas dependiendo su grado de toxicidad, estableciendo  parámetros  aplicados  en  caso  de  estudio  sobre  su  legalidad. “Normalmente cuando se habla de drogas se establecen cinco grupos: narcóticos, depresores, estimulantes, alucinógenos y esteroides anabólicos” (Caballero; 2001: 35).

Las drogas que alteran funciones corporales sin causar un efecto sobresaliente en el sistema nervioso, las emociones, la conducta o la percepción, no causan adicción; pueden ser ciertos antibióticos y medicinas en general para el combate contra ciertas enfermedades en tratamientos médicos (Cortés; 2001). Por otro lado, están las drogas que sí alteran el funcionamiento del organismo y crean adicción, pero con la diferencia de que estas no llegan a afectar la conducta del individuo que las consume, ni tampoco sus emociones, ejemplos de estas drogas son el tabaco y la cafeína (Cortés; 2001).

Después de las drogas ya mencionadas, se encuentran las que sí afectan el sistema nervioso, las emociones, percepciones y conducta del consumidor, así como una adicción, ya sea física y/o psicológica, incluso afectar orgánicamente hasta provocar locura (cocaína, heroína, marihuana, metadona, ketamina, anfetaminas) (Cortés; 2001).

Cada uno de los grupos de las clasificaciones de las drogas puede producir un efecto similar, así como también sus características son parecidas, a excepción de los esteroides anabólicos, ya que las drogas de los demás grupos son utilizadas para cambiar sentimientos, pensamientos y sensaciones, y son principalmente utilizadas para el alivio de dolores, ansiedades o depresiones. Algunas otras inducen al sueño y por el contrario, otras inducen a la actividad, esto se debe a que actúan directamente en el sistema nervioso central encontrado en el cerebro y médula espinal (Caballero;

2001).

Cuando una droga es consumida fuera de una prescripción médica, su connotación pasa a ser negativa para el individuo que las ingiere. Existen muchas maneras de catalogar a las drogas, los grupos más comunes para clasificarlas son: “En función a su legalidad, según su toxicidad, según el grado de adicción que provocan y dependiendo del modo en que son consumidas” (Caballero; 2001: 35). Esto se muestra a continuación de manera detallada.

Clasificación según los efectos en el sistema nervioso.

Dentro de esta clasificación, las drogas se dividen en tres grupos según los efectos que tiene en el sistema nervioso central:

1. La cocaína, las anfetaminas y la cafeína que tienen una función estimulante.

1. El alcohol, la morfina o la heroína, que son drogas depresoras o sedantes.

1. El LSD (ácido), los pegamentos y el peyote que tienen una función alucinógena (Caballero; 2001).

Clasificación según el tipo de dependencia. En función al tipo de dependencia que se produce, las drogas se clasifican en dos grupos:

Drogas que provocan dependencia física: producen una dependencia que se da en forma ajena a la voluntad del sujeto que las consume. Dentro de este tipo de dependencia se hace referencia a los cambios que se han producido en el cuerpo del sujeto después de haber ingerido la droga repetidamente. Se crea una adaptación del organismo a la sustancia, la cual después es precisa de ella para continuar funcionando. Todos los síndromes de dependencia que aparecen al dejar de consumir la droga tienen una duración diversa que depende de la dosis, la manera en que se consumía, si había uso de otras drogas, la frecuencia con la que se consumía la droga, la edad, el sexo, la salud y las características genéticas del sujeto (Caballero; 2001).

Drogas que provocan dependencia psíquica: este tipo de drogas son las que llegan a formar parte de los hábitos del sujeto, o de su misma rutina. En este grupo, la voluntad del sujeto aún tiene la capacidad de decidir abandonar el consumo de la sustancia o no (Caballero; 2001). La dependencia psíquica se refiere principalmente a la percepción de necesidad que tiene el sujeto al consumo de la droga; los individuos que tienen este tipo de subordinación, muy cotidianamente dicen no poder vivir sin consumir droga. Mientras que la dependencia psíquica desaparece al no consumir la droga en varios días, la dependencia física permanece mucho más tiempo, y es una de las principales causas de las recaídas después de un periodo de abstinencia (Caballero; 2001).

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