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Criminologia


Enviado por   •  6 de Noviembre de 2013  •  254 Palabras (2 Páginas)  •  262 Visitas

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LUIS RODRÍGUEZ MANZANERA

PROFESOR TITULAR DE CRIMINOLOGÍA EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA

DE MÉXICO Y EN LA UNIVERSIDAD LA SALLE. MIEMBRO DE NÚMERO DE LA ACADE­

MIA MEXICANA DE CIENCIAS PENALES Y DE LA ACADEMIA MEXICANA DE CRIMI­

NALÍSTICA. PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE CRIMINOLOGÍA

CRIMINOLOGÍA

SEGUNDA EDICIÓN

EDITORIAL PORRÚA, S. A.

AV. REPÚBLICA ARGENTINA, 15

MÉXICO, 1981

Primera edición, 1979

Derechos reservados

Có¡>yriglit ©1981 por Luis RODRÍGUEZ MANZANEKA

Pestalozzi, 554, México 12, D. F.

Esta edición y sus caracteristicas son propiedad de la

EDITORIAL PORRÜA, S. A.

ISBN 968-432~300-X

Av. República Argentina, 15, México 1, D. F.

Queda hecho el depósito que marca la ley

DfPHESO £N liCÉXIOO

PRINTED IN MÉXICO

A mis hijos

Luis Francisco y

María de la Luz

In Memoriam

Alfonso Quiroz Cuarón

(1910-1978)

PRÓLOGO

El prólogo de este libro debió ser escrito por el Dr. Alfonso Quiroz

Cuarón,

pero

el

infarto

cruel,

inexorable,

que

le

segó

la

vida

se

lo

impidió;

el

manuscrito

original

que

le

entregamos

quedó

sobre

su

mesa

de

trabajo,

con

las

anotaciones

y

correcciones

que

él

consi­

deró

convenientes.

El maestro, nuestro maestro, maestro de todos, cayó el 16 de no­

viembre de 1978, fulminado por un infarto mientras impartía su

clase de Medicina Forense en la Facultad de Derecho de la Univer­

sidad Nacional Autónoma de México.

El maestro murió tal como había vivido: enseñando, rodeado de

sus discípulos, con el gis "tan blanco como su cabellera" entre las

manos.

Por impartir clase en salones contiguos y a la misma hora, me

tocó recibir su último aliento; la carrera desesperada al hospital fue

inútil, los esfuerzos de ios médicos por revivirlo fueron vanos; en el

momento en que el médico hacía un signo negativo y mostraba la

gráfica del electrocardiógrafo totalmente plana, sonó la alarma del

reloj de pulsera del maestro, señalando, según su costumbre, el fin... [continua]

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