De aceite a Jabon

DE ACEITE A JABON

El aceite vegetal tiene un gran uso en los hogares, centros e instituciones de restauración, etc. Una parte importante de estos aceites se utilizan en el proceso de fritura donde sufren cambios y alteraciones químicas que hacen necesario su desecho. El aceite usado debe gestionarse por empresas legalmente autorizadas para ello.

Se puede usar el aceite usado por medio del proceso de la saponificación. La saponificación modifica la composición química del aceite hasta transformarlo en un elemento solido como es el jabón, convirtiéndolo en un producto biodegradable.

Su elaboración es simple, pero debe ser con los cuidados adecuados personales. Usando sosa caustica diluida en ½ litro de agua (1/2 kilo de sosa, si su uso será para limpieza, y 330 gramos si su fin es de uso cosmético), agregándola muy lentamente y con mucho cuidado por los vapores; se producirá una reacción química liberando calor, se debe esperar a que enfríe. Esta mezcla es lo que se conoce como lejía caustica. Una vez enfriado verteremos la lejía caustica sobre el aceite, deben estar aproximadamente a la misma temperatura. Mezclaremos removiendo de forma constante y en el mismo sentido, par evitar que se corte el jabón.

Cuando se llegue al punto de l traza (notaremos que tiene una espesura similar al de la mayonesa) podremos añadir aromas y colores, y finalmente los volcaremos en moldes de silicona, platico o madera.

Importante dejar endurecer mas o menos un mes o mes y medio para que culmine el proceso de saponificación.

Este jabón elaborado puede usarse para lavar ropa y también los platos, e igualmente puede usarse con fines de uso cosmético, para el cuerpo o para las manos, entonces, se recomienda que utilices aceite de oliva virgen extra y añadas otras sustancias como extracto de aloe vera o aceite de coco par aprovechar sus propiedades hidratantes, es aconsejable que utilices menos cantidad de sosa caustica, si su destino es de uso cosmético.

Su proceso dependerá del fin que se desea realizar.

Es una gran propuesta, ya que comúnmente el aceite que ya cumplió su función es tirado en el basurero, revuelto entre toda la basura impidiendo que cada uno pueda llegar a su destino correctamente, y posteriormente esto termina en rellenos sanitarios, contaminando los suelos, generando suelo infértil, no apto para que crezca vida, y también contaminando el agua y con ello toda la vida del sector.

También el aceite suelen tirarlo en el lavaplatos, esta opción tampoco es nada recomendable, ya que podría generar graves consecuencias negativas como tapar las cañerías y eventualmente generar plagas urbanas.

Se estima que solo 1 litro de aceite es capaz de contaminar 1.000 litros de agua. Los aceites son moléculas orgánicas apolares, es decir, no se mezclan con el agua.

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