Ensayo Sentido Del Oido

El Oído.

El oído (Anexo 1) conforma los órganos de equilibrio y audición además nos permite percibir los sonidos, su volumen, tono, timbre y la dirección de la que provienen. También se le denomina órgano vestibulococlear dentro del estudio de la medicina, nos permite traducir las ondas sonoras del medio ambiente y dotarlas de significado en el cerebro además nos muestra nuestra posición en el espacio.

Junto con la vista, son los sentidos más útiles que poseemos, porque conforman nuestro sistema de alerta primario frente a situaciones del entorno.

Se encuentra muy desarrollado, principalmente en mamíferos inferiores terrestres y acuáticos, tal es el caso de los félidos y los grandes cetáceos en donde, gracias a su evolución fisioanatómica, se han hiperdesarrollado mecanorreceptocitos especializados en destacar el sentido de equilibrio y audición en perfecta armonía.

Presenta variaciones profundas, que en este caso, como ocurre en los demás órganos, son la consecuencia de la adaptación a los medios exteriores.

En gran número de invertebrados acuáticos (moluscos), así como en algunos peces inferiores, este órgano es muy simple. En los animales de vida aérea y muy especialmente en los mamíferos, el aparato auditivo se complica a medida que se perfecciona.

Esto resulta necesario por la escasa conductibilidad del aire para las ondas sonoras y por la dificultas que encuentran éstas al pasar de un medio gaseoso a un medio líquido en el caso del ser humano esta evolución no está tan desarrollada.

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El estudio histoanatómico del oído se divide en tres partes:

• Oído externo.

• Oído medio.

• Oído interno.

Oído Externo.

El oído externo (Anexo 2) está formado por el conducto auditivo externo (el cual tiene dos propósitos: proteger las delicadas estructuras del oído medio contra daños y minimizar la distancia del oído interno al cerebro, reduciendo el tiempo de propagación de los impulsos nerviosos) y el pabellón auricular que es la parte más externa del oído terminando en el tímpano (Anexo 3) que tiene como función captar el sonido y llevarlo a la parte media e interna.

El pabellón de la oreja (Anexo 4) aumenta la frecuencia y localiza la fuente sonora y, por el conducto auditivo externo transmite la onda hacia la membrana timpánica esta se extiende desde la porción más profunda de la concha hasta la membrana timpánica, siguiendo un trayecto en forma de “S”, tiene una longitud de aproximadamente 3 cms. y un diámetro de 0,6 cms. Aproximadamente; presenta dos porciones: una cartilaginosa y otra ósea.

Es un aparato de transmisión, ya que recoge las ondas sonoras del ambiente y las conduce al oído interno además es la primera parte del oído en reaccionar ante el sonido.

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Oído medio.

El oído medio (Anexo 5) transfiere el sonido del medio aéreo (oído externo) al medio líquido de la cóclea (Anexo 6), es una cavidad llena de aire que contiene numerosos elementos anatómicos; actúa como un multiplicador de la función sonora, ya que existe una interface aire-líquido entre oído medio e interno que provoca una reflexión del 99,9% de la energía sonora, es decir sin oído medio se pierden 30 dB (decibeles).

Se encuentra en el espesor del hueso temporal(en la parte superior del cerebelo, entre las masas encefálicas y el tímpano); forman parte del oído medio: la caja del tímpano, la cual presenta cuatro paredes (externa, anterior, posterior e interna) y que contiene la cadena de huesecillos (denominados martillo, yunque y estribo), la trompa de Eustaquio y el antro Mastoideo con parte del sistema neumático del hueso temporal.

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El oído interno.

El oído interno (Anexo 7) es un órgano curvilíneo con forma de serpiente que contiene el órgano vestibulococlear, que consiste en un sistema de laberintos membranosos, con endolinfa en su interior, y peri linfa alrededor, lo que permite que quede suspendido dentro del laberinto óseo, al que está laxamente unido por fibras de tejido conectivo también es el encargado de captar el sonido y mantener el equilibrio y un balance homogéneo.

Cuando las vibraciones del sonido tocan el líquido de la cóclea, el líquido empieza a vibrar. Y cuando lo hace, esos pelitos se mueven. Los pelitos convierten entonces las vibraciones en señales nerviosas para que el cerebro pueda comprender el sonido. Una vez que las señales nerviosas llegan al cerebro, éste puede interpretarlas.

Representa el final de la cadena de procesamiento mecánico del sonido, y en él se llevan a cabo tres funciones primordiales: filtraje de la señal sonora, transducción y generación probabilística de impulsos nerviosos

El laberinto óseo es la zona de la porción petrosa del hueso temporal en la que se encuentra el sistema de laberintos membranosos. El espacio hueco, entre el laberinto óseo (Anexo 8) y el membranoso conforma el espacio peri linfático, que está relleno de peri linfa, cuya composición corresponde a un ultra filtrado de la sangre. El laberinto óseo que forma parte del oído interno, esta conformado por 3 zonas:

- Cóclea (Anexo 6).

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En su interior presenta el Conducto coclear (o conducto membranoso espiral), que a su vez contiene los receptores

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