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Lixiviacion De Pb


Enviado por   •  24 de Septiembre de 2013  •  2.743 Palabras (11 Páginas)  •  554 Visitas

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RECUPERACIÓN Y RECICLADO DEL PLOMO

El reciclado de plomo es cada vez más importante en Occidente. El plomo es un material muy fácil de reciclar, pudiéndose reutilizar un número indefinido de veces y, aunque en todas ellas se someta a procesos de fusión y afino, el producto final (el llamado plomo secundario) es en todo similar al primario obtenido a partir de minerales. Nunca ha sido tan importante corno ahora recuperar y reciclar los metales contenidos en los residuos, y ello, por una doble razón:

Los recursos minerales son limitados y no renovables. En el caso concreto del plomo, a las reservas hoy realmente conocidas se les estima una vida relativamente corta.

La valoración de los residuos metalíferos mediante su recuperación y reciclado es la forma de gestión de los mismos más racional y ecológicamente recomendable.

En el caso del plomo, a lo largo de los últimos años, la valoración de sus residuos ha sido fundamental para abastecer la mayor parte de la demanda, satisfaciéndose el resto por parte de la metalurgia primaria, basada en la minería que, en los últimos tiempos, permanece estancada en torno a los 3 x 10 6 Tm. de plomo contenido, es decir, bastante menos de la mitad del consumo mundial.

Hoy por hoy, son cada vez más escasos las chatarras o residuos procedentes de tuberías, planchas y otras aplicaciones clásicas del plomo debido a un uso decreciente del mismo en aquellas. En cambio, la batería es la principal fuente de los citados residuos de plomo debido a que aproximadamente el 75 % del plomo puesto en los mercados se dedica a la fabricación de baterías, la mayoría de ellas del tipo "arranque" (SLI), la vida de la batería es limitada, menor que la del automóvil, lo que supone que cada vehículo, a lo largo de su vida, desecha varias baterías, creándose así un flujo continuo de residuos plomíferos de dicha procedencia y se trata de unos residuos considerados peligrosos, lo que hace obligada su gestión, vía valoración.

El índice de reciclado del plomo es mayor que el de los restantes metales y muy superior al de la mayoría de los restantes materiales. En el caso concreto de las baterías desechadas, la eficacia de la recuperación se compara muy ventajosamente con la de otros materiales.

La cantidad de plomo reciclado obtenida en el mundo es muy elevada, superando ampliamente el 50% de la producción total de metal. El reciclado tiene lugar cuando la industria encuentra estímulo económico para hacerlo y ello depende, en gran manera, de las cotizaciones del plomo y, por supuesto, de los costos que, por exigencias ambientales, han aumentado sensiblemente en época reciente.

La recuperación de las chatarras metálicas presenta la ventaja de que requiere menos energía (aproximadamente un 35-40 % menos) que la producción de plomo a partir de minerales Además, el reciclado del plomo evita la dispersión de éste en el medio ambiente.

Se estima que, al menos el 85% del plomo que se consume, puede reciclarse, aunque, en la práctica, se consigue algo menos, siendo, como se ha dicho, especialmente alto el índice de recuperación del plomo contenido en las baterías desechadas.

El plomo en las baterías se encuentra en forma de metal y en forma de óxidos y sulfatos, que han sido separados como se ha indicado. El plomo metálico se funde en un horno a unos 400 – 600ºC y las escorias se tratan en otro horno, eventualmente con adición de reactivos a temperaturas más altas.

Los humos y eventuales destilados que se puedan producir son recogidos mediante campanas y enviados a un sistema de depuración por vía húmeda. Las aguas de lavado se envían al sistema de tratamiento de aguas usadas.

En función de las temperaturas de trabajo y el tiempo de permanencia se obtiene un plomo con mayor o menor riqueza, que eventualmente puede purificarse como se explica.

El metal fundido contiene impurezas como, cobre, estaño, arsénico, bismuto y antimonio, que deben eliminarse y metales nobles en cantidades que resultan remuneradores para su obtención.

En todo caso la eliminación de impurezas tiene un límite. Tan sólo es eficaz para conseguir la eliminación, prácticamente total de silicio, arsénico y antimonio. Frecuentemente, el mineral contiene pequeñas proporciones de plata y oro, que es conveniente recuperar.

Los métodos de eliminación son los siguientes:

1) Eliminación de cobre: el cobre es sólo poco soluble en plomo líquido y da un eutéctico situado a 99.945 % plomo, ascendiendo la curva de solidificación en sentido casi vertical. Por esto, se puede separar el cobre calentando el plomo hasta un poco por encima del punto eutéctico; se forma un producto sólido más rico en cobre que sobrenada el líquido, llamado lodo de cobre, que está impurificado por plomo adherido, mientras que el líquido tiene sólo poco cobre. Las costras son retiradas del baño resultando así una mata de cobre enriquecida.

2) Eliminación de estaño, arsénico y antimonio:

Se basa en el hecho de que los compuestos de mayor grado de oxidación de estaño, arsénico y antimonio pasan calentados con una sal alcalina, a compuestos alcalinos que están prácticamente exentos del plomo.

Las ventajas de éste método está en la producción de productos intermedios libres de plomo, de manera que también las pérdidas en metal noble son muy pequeñas, además se recuperan las sales utilizadas hasta en un 95 % puras.

3) Eliminación de los metales nobles: la eliminación se efectúa, según el método de Parkes, por adición de zinc metálico puro. El método está basado en el hecho de que, después de añadir zinc al plomo líquido, se separa, al enfriar, una aleación sólida de plata, zinc y plomo, que contiene todos los metales nobles. De esta aleación puede expulsarse el zinc por destilación, y la aleación de plata y plomo que queda se trata por copelación.

Al metal de plomo fundido se le añade un 1-2 % de cinc. El plomo y el cinc cuando están en estado líquido son prácticamente inmiscibles. La plata y el oro son mucho más solubles en cinc líquido que en plomo líquido.

Por ello, en virtud de la ley de distribución, la práctica totalidad de los metales nobles se encuentran en el cinc líquido, que flota en el plomo líquido. Mediante una decantación controlada se separa el plomo ya sin metales nobles y la solución de cinc líquido.

También se puede aislar la solución de cinc del plomo (ambos líquidos) enfriando el sistema. La solución de cinc solidifica a 420º C, temperatura a la que el plomo está líquido; siendo ahora mucho más sencilla su separación. Así se recuperan el oro y la plata.

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