RECONOCIMIENTO GENERAL DEL CURSO

INTRODUCCIÓN

La universidad Nacional Abierta y a Distancia ha desarrollado diferentes cursos de formación en cada uno de sus programas, que de una u otra forma llevan a cada estudiante a especializarse en la rama que ha escogido. Sin embargo existen cursos que son fundamentales en el desarrollo del aprendizaje de todos y cada uno de los programas y que coinciden en la formación de bases para el desarrollo personal y profesional en cualquier disciplina.

Tal es el caso del curso de Proyecto Pedagógico Unadista, que busca promover en los alumnos la necesidad de entender el que hacer con todo el conocimiento que va a adquirir en su programa de formación y como lo aplicará para si mismo y su comunidad mediante la creación de un proyecto de vida hacia el cual debe enfocarse, viéndose como profesional a futuro.

Este documento pretende reflejar el conocimiento asimilado durante la fase de reconocimiento general del curso y sus actores como miembros de un grupo colaborativo.

OBJETIVOS

1. Manifestar lo asimilado durante el reconocimiento general del curso Proyecto Pedagógico Unadista

2. Entender la aplicabilidad del mismo en el programa de formación de Ingeniería Industrial

3. Empezar a idealizar lo referente al proyecto de vida, fruto derivado del desarrollo del curso a lo largo de este semestre.

RECONOCIMIENTO GENERAL DEL CURSO

Para la transmisión de mis ideas, acostumbro a apoyarme en ejemplos, dado que son una muy buena forma de ambientarme y ambientar a las otras personas en las ideas que quiero expresar.

Hace unos años falleció la suegra de mi hermano, víctima de un cáncer de pulmón que la hizo padecer durante unos cuatro meses. Cuando asistimos a la funeraria donde la estaban velando, me causó mucha curiosidad el hecho de que en la sala de velación contigua se encontraba el cuerpo de un hombre, a quien nadie había ido a acompañar, no se le hizo un rosario, no tenía una sola corona ni quien lo llorara, como dice mi madre. En la sala de velación de la señora Eva (Como se llamaba la suegra de mi hermano), no cabía la gente que había asistido a verla por última vez y a acompañarla hasta su última morada.

Averiguando quién era el hombre que estaban velando en esa sala, comentó uno de los empleados de la funeraria que lo habían traído dos de sus empleados y que al día siguiente irían a recoger el cajón para darle cristiana sepultura, ya que no contaba con familia alguna conocida. Ese día salimos al funeral de la señora Eva y no volvimos a saber nada de aquella persona.

Después de esto, comentando en la casa lo acontecido ese día, nos preguntamos qué clase persona debió ser aquel hombre para vivir de forma tan solitaria y no contar ni siquiera con un amigo verdadero o familiar cercano que lo acompañara a su funeral. El féretro era muy elegante y por ende debió ser muy costoso, lo que nos lleva a pensar en que pudo ser un

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