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Textos Informativos


Enviado por   •  18 de Diciembre de 2012  •  2.320 Palabras (10 Páginas)  •  618 Visitas

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INTRODUCCION

En este ensayo estaremos analizando varios temas como son los Textos Informativos y Discursivos.

Empezaremos con los Textos Informativos, es realizar correctamente la interpretación de un mensaje que llega a nosotros y nos da la oportunidad de lograr una compresión y conocimiento eficaz del tema es por eso que de ello se derivan los siguientes temas: Textos manuales, Noticia, Reportaje, Crónica, Columna, Articulo y Editorial; mas adelante estaremos viendo más a fondo cada una de ellas.

Por otro lado estaremos hablando también como ya habíamos mencionado, los Discursivos son tipos relativamente estables de enunciados que comparten características temáticas, estilísticas y estructurales. Los géneros discursivos se relacionan con los diversos contextos sociales en los cuales las personas utilizan una lengua.

REDACCION

REDACCION

La palabra redacción proviene del término latino reactivo y hace referencia a la acción y efecto de redactar (poner por escrito algo sucedido, acordado o pensado con anterioridad).

La redacción requiere de coherencia y cohesión textual. Dado que el orden de las palabras dentro de una oración puede modificar la intención del autor, es necesario que el redactor organice en su mente las ideas que desea trasladar al papel o a la computadora.

El siguiente paso lógico es que, una vez concretada esta organización mental, se identifiquen las ideas principales y secundarias, para que a la hora de redactar aparezcan en orden y de acuerdo a la importancia de cada una. Si el autor no logra ordenar de manera lógica y cuidada su texto, el escrito carecerá de interés para el lector.

Por otra parte, la redacción es también la oficina o el lugar físico donde se redacta. Por ejemplo: “En quince minutos tengo que estar en la redacción”, una frase que un periodista puede mencionar para referirse a su lugar de trabajo.

El término redacción también permite nombrar al conjunto de redactores que trabajan para una publicación periódica: “La redacción del periódico ha expresado su rechazo a las declaraciones emitidas por las autoridades nacionales”.

Por último, cabe destacar que una redacción es una composición escrita sobre algún tema. Esta aceptación del concepto suele ser utilizada en los centros educativos, donde la redacción constituye un ejercicio o práctica que debe llevar a cabo un estudiante: “Hoy tuve que entregar una redacción sobre la geografía de Buenos Aires”.

Es una actividad comunicativa de primer orden, que implica un estado cultural avanzado de quien la ejercita. Como no se trata de un acto cuyo dominio se practica de manera mecánica, sino de un proceso de construcción de productos escritos, su aprendizaje y su práctica demandan un cuidadoso proceso de elaboración de su materia prima -el pensamiento- y de su forma de expresión o presentación por medio de textos escritos.

De esta concepción dialéctica de la escritura –que vincula el pensar con el escribir- deriva la necesaria y estrecha relación entre contenido y forma, que todo redactor debe valorar como prioritaria y como eje de cualquier ejercicio que se proponga realizar. En torno a ella giran, pues, las características o cualidades de la buena redacción, que enseguida analizamos.

Sencillo es aquel escritor que utiliza palabras de fácil comprensión; y natural, quien al escribir se sirve de su propio vocabulario, de su habitual modo expresivo. Zavala Ruíz considera la sencillez como una rara virtud, que se refiere tanto a la construcción de las frases y a su enlace como al lenguaje empleado. Afirma que huir del rebuscamiento es una forma de la modestia, pero sólo busca escribir sencillamente quien está convencido de que al hacerlo se expresa con la mayor elegancia.

Para este autor, la sencillez consiste en expresar las ideas escuetamente y sin retorcimiento, directa y precisamente, sin adornos, sin apelar al diccionario para sacarle vocablos que nadie escucha; es decir con naturalidad.

CARACTERÍSTICAS DE UNA BUENA REDACCIÓN

CLARIDAD

Característica primera de la buena redacción es la claridad. Si la intención de quienes escribimos es que nos entienda un amplio público, esto nos exige claridad en las ideas y transparencia expositiva; es decir -como indica Gonzalo Martín Vivaldi- “visión clara de los hechos o de las ideas y exposición neta y tersa de los mismos”. A la claridad mental o de ideas debe corresponder un lenguaje fácil, basado en palabras transparentes y frases breves, con el firme propósito de que el pensamiento de quien escribe llegue a la mente del lector desde la primera lectura del escrito; una relectura obligada del mismo estaría mostrando su oscuridad o su rareza, en tanto que su relectura voluntaria o interesada indicaría que ha resultado atractivo o importante para el lector. Significa expresión al alcance de un hombre de cultura media y, por tanto, quiere decir: pensamiento diáfano, conceptos bien digeridos y exposición limpia, con sintaxis correcta y vocabulario o léxico al alcance de la mayoría, ni preciosista ni demasiado técnico.

CONSICIÓN

Consiste en decir lo más con lo menos, ahorrar palabras y evitar lo innecesario. El autor nos invita, con Azorín, a no entretenernos y destaca que ser conciso exige precisión en el lenguaje, combatir el exceso verbal y el regodeo, y acabar con las imprecisiones “que tratan de explicar a sus amigas, las vaguedades”.

Sobre esta segunda cualidad de la buena redacción, Martín Vivaldi anota que sólo debemos emplear aquellas palabras que sean absolutamente precisas para expresar lo que queremos decir. Conciso no quiere decir lacónico sino denso: “estilo denso es aquél en que cada línea, cada palabra o cada frase están preñadas de sentido. Lo contrario es la vaguedad, la imprecisión, el exceso de palabras; lo que vulgarmente se dice retórica”. La falta de concisión - es el defecto general de los que empiezan a escribir... La concisión es cuestión de trabajo. Es preciso limpiar el estilo, cribarlo, pasarlo por el tamiz, quitarle la paja, clarificarlo... es preciso evitar lo superfluo, la verborrea, la redundancia, el titubeo expresivo y el añadido de ideas secundarias que nada fortalecen a la idea matriz, sino que más bien la debilitan. La concisión, en síntesis,

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