Un Grito Silencioso

Un grito silencioso

Hoy en día vivimos en lo que llamamos “el mundo moderno”, ¿Una sociedad contemporánea de nuestro presente? que se deleita al hablar de los nuevos valores: libertad y progreso. Este liberalismo tan marcado ha hecho que el hombre en muchos aspectos sea un ser superior al hombre del pasado. Pero esto lleva implícito un gran peligro, la pérdida de los valores esenciales de la humanidad que, ante todo, por el orden cambiante, corren el riesgo de perderse debido a la crueldad que empieza a sufrir la sociedad. Una de las cuestiones que ponen en peligro estos valores es el tema del aborto. El aborto representa una violación del valor tradicional más importante, el respeto a la vida.

Cuando un nuevo ser empieza a formarse, podemos calificarlo de persona puesto que si bien aun no es visible, es un proyecto, todos empezamos como proyectos. ¿Y quién puede atribuir a sí mismo la autoridad para segar una vida? Los defensores del aborto evitaban llamar a las cosas por su nombre pues los rodeos ayudan al propósito de defender estos asesinatos. Es muy fácil hablar de feto o de “interrupción necesaria de embarazo” para justificar el aborto, ya que muy pocas personas tienen un sentido de vida religioso en la cual afirman que Dios es el único dueño de la vida y la muerte y que los seres humanos no tenemos derecho a decidir quién vive y quién muere porque no sería de una persona integral hacer este tipo de actos.

La vida es algo muy preciosa por sí misma. Pero ¿Que es la vida? Es algo tan raro que en toda la extensión del universo conocido solo la podemos encontrar y apreciar en este planeta. Por ser tan rara y valiosa, la vida es como un tesoro. Y segar una vida equivale arrojar el tesoro al inmenso mar donde ya nada tenga sentido.

En Estados Unidos se calcula que antes de que esta práctica se autorizara había cerca de cien mil abortos ilegales anualmente y diez años después se registraban más de un millón y medio. Considerando que por cada aborto se cobra de 300 a 400 dólares, existe una industria que figura entre las más poderosas y productivas del mundo. Esto hace que la mafia oculta detrás de esto, promueva movimientos feministas y bloquee gran parte de la información referente a lo que es en verdad un aborto.

Millones de mujeres han sufrido perforaciones, infecciones o destrucción de sus órganos reproductores como resultado de una operación de la que no estaban bien informadas (según el libro de “Juventud en éxtasis”), Pero ¿Acaso la pequeña persona que viene en camino es culpable de todo lo que aquellas mujeres hacen a

sus propios organismos? No tendría sentido que ellas hicieran tal acusación y tal daño que no favoreciera en nada a esta infortunada sociedad.

¿Qué culpa tiene el niño de que su padre haya violado a su madre?, Nadie posee culpa, nadie predice

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